Paradojas del ¨¦xito
S¨®lo Carlinhos Brown parece capaz de hacer correr a 1.000 personas en c¨ªrculo por una sala. Hab¨ªa que verle baj¨¢ndose del escenario, propulsado por la percusi¨®n atronadora de cinco metr¨®nomos humanos, para dirigir un mar de brazos alegres alzados en oleadas r¨ªtmicas. El brasile?o posee una habilidad especial para mover masas que para s¨ª hubiera querido Cecil B. DeMille. Sostiene Fernando Trueba que Carlinhos lidera ej¨¦rcitos de la m¨²sica, ej¨¦rcitos desarmados: siempre anda organizando movimientos con los que estimular a los moradores de la humilde comunidad del Candeal. La m¨²sica como herramienta ¨²nica para la comunicaci¨®n y la autoestima.
El hombre que arrastr¨® tras ¨¦l a cientos de miles de personas por las calles de varias ciudades espa?olas -cuando su promotor le hab¨ªa insistido d¨ªas antes en que si acud¨ªan 2.000 ya era todo un ¨¦xito- acaba de publicar un disco con algunas canciones muy respetables. A Carlinhos le gustar¨ªa que se le reconociese su talento como m¨²sico. Le encanta ser el h¨¦roe carnavalesco en que muchos le han erigido y ese personaje medi¨¢tico querido por la mayor¨ªa, aunque le gustar¨ªa ser algo m¨¢s. Y de hecho lo es. Mucho m¨¢s que un simp¨¢tico animador. Pero se produce un desfase, para ¨¦l doloroso aunque no lo demuestre, entre lo que el p¨²blico espera de ¨¦l y todo lo que realmente podr¨ªa ofrecer.
Hay un Antonio Carlos Santos de Freitas refinado y creativo: el que firm¨® en 1996 el asombroso Alfagamabetizado. Cuando grab¨® Tribalistas con sus amigos Marisa Monte y Arnaldo Antunes, ellos se llevaron todas las felicitaciones; sin embargo, muchos hallazgos del disco salieron de su imaginaci¨®n desbordante. Mientras otros sudan para hallar una idea, a ¨¦l le salen a borbotones, se le caen casi sin darse cuenta. Baste recordar la escena de El milagro de Candeal en que dejaba embobados a unos cr¨ªos inventando sonidos por medio de una sombrilla de colores.
En el concierto -con una sonorizaci¨®n que chorreaba decibelios al l¨ªmite de la saturaci¨®n- desmenuz¨® Aganj¨² y la convirti¨® pr¨¢cticamente en una canci¨®n nueva; y el arreglo de Soul by soul podr¨ªa haberlo firmado George Martin. Salpicados entre las canciones se aprecian efectos sonoros que remiten a experimentos antropof¨¢gicos del movimiento tropicalismo y ciertas soluciones t¨ªmbricas de la m¨²sica contempor¨¢nea.
Carlinhos proporciona una transfusi¨®n de felicidad y quienes acuden al reclamo de su nombre andan en busca de fiesta y baile. Se ha encasillado ya como icono de la alegr¨ªa y tiene dif¨ªcil que le permitan desdoblarse en artista serio. A medianoche tuvo que echar el cierre obligado por las normas del local. Pero volvi¨® a salir y pidi¨® permiso para cantar un n¨²mero m¨¢s suave ya sin m¨²sicos. Llevaba dos horas y hubiera continuado otras tantas: se cay¨® de ni?o en la marmita de la poci¨®n m¨¢gica.
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