Un especialista para la ciudad
Es casi igual por fuera, pero tiene un dise?o interior m¨¢s convencional, motores m¨¢s potentes y ecol¨®gicos, y sobre todo ofrece un comportamiento m¨¢s c¨®modo y estable. Son las mejoras del nuevo Smart Fortwo, el utilitario de dise?o que se ha convertido en un icono ciudadano y ha triunfado por su practicidad en las grandes urbes europeas. Est¨¢ a la venta en versiones de gasolina y turbodi¨¦sel desde 9.495 euros.
La segunda generaci¨®n del biplaza de Smart ha dado un estir¨®n de 19,5 cent¨ªmetros (mide 2,69 metros de largo), pero mantiene todas sus virtudes como coche urbano. Los cambios apenas penalizan su facilidad para aparcar -sigue entrando en los huecos que quedan libres porque no cabe ning¨²n otro coche-, pero ampl¨ªan su radio de acci¨®n para viajar mejor en carretera y son claves para aprobar las pruebas de choque norteamericanas, diferentes de las europeas. As¨ª podr¨¢ ampliar su mercado all¨ª y superar las 750.000 unidades que se han vendido desde que sali¨® en 1998.
Muy parecido, pero m¨¢s grande
El nuevo Smart es m¨¢s grande y diferente, pero conserva el mismo ADN y cuesta distinguirlos. Mantiene el chasis de acero Tridion, una c¨¦lula de protecci¨®n que va pintada en un color distinto al de la carrocer¨ªa. El frontal es muy parecido, con unos faros m¨¢s grandes y un parachoques adelantado para reducir las lesiones en los atropellos y absorber mejor los impactos. El lateral se mantiene casi igual, y la zaga, tambi¨¦n, aunque con unos pilotos diferentes. Pero el conjunto mantiene ese estilo peculiar y simp¨¢tico que le distingue, aunque ha perdido frescura y capacidad de sorprender.
Los cambios en la habitabilidad interior son imperceptibles, pero la presentaci¨®n es m¨¢s convencional. Se aprecia en el salpicadero, la consola central y los paneles de las puertas, que abandonan el dise?o vanguardista del Smart anterior y adoptan las formas de los utilitarios cl¨¢sicos. Conserva sus grandes asientos, amplios y c¨®modos, y las puertas altas, que facilitan el acceso. Y tiene un maletero 70 litros m¨¢s grande, aunque siguen faltando huecos: hay pocos y peque?os (v¨¦ase p¨¢gina 23). Por lo dem¨¢s, hace menos ruido y est¨¢ aceptablemente acabado.
Donde m¨¢s se aprecian las mejoras es en el comportamiento y el confort. El aumento en la distancia entre los dos ejes y las nuevas suspensiones -que aunque siguen sin estar bien resueltas, son menos secas y m¨¢s eficaces- aportan una estabilidad y comodidad superiores, sobre todo en pisos bacheados. Y permiten viajar con un aplomo y solidez superiores.
Cuatro motores
El mini de Mercedes estrena un motor 1.0 de gasolina con tres versiones, 45, 52 y 62 (61, 71 y 84 CV), y un 0,8 CDi turbodi¨¦sel (45 CV) que apenas gasta 3,5 litros de media. Todos montan un cambio manual automatizado (sin pedal de embrague), est¨¢n disponibles en carrocer¨ªas Coup¨¦ y Cabrio (entre 2.700 y 3.000 euros m¨¢s) y se ofrecen en tres acabados: el b¨¢sico Pure incluye doble airbag, ABS, control de estabilidad ESP, elevalunas el¨¦ctricos y cierre con mando; el Passion a?ade climatizador y un interior m¨¢s vistoso, y el Pulse lleva el cambio en el volante, techo de cristal, antinieblas y otros detalles.
El radio-CD se paga siempre aparte (465 euros), y ahora se puede pedir como opci¨®n la direcci¨®n asistida (475 euros), aunque la de serie no es dura para aparcar. La gama se completar¨¢ en oto?o con la versi¨®n deportiva Brabus, de 95 CV (17.350).
Conclusi¨®n
El Smart es un coche urbano muy bien resuelto, pero caro para su tama?o. Mantiene un dise?o moderno, dos plazas c¨®modas y un maletero para llevar la compra. Tiene motores m¨¢s potentes, un comportamiento m¨¢s s¨®lido y seguro que permite viajar, y un buen equipo de seguridad. Y sigue siendo imbatible en la ciudad.
SIN ALTERNATIVAS
El Smart es un coche peque?o de dos plazas pensado para la ciudad que no tiene alternativas similares en el mercado. Quiz¨¢ por eso cuesta m¨¢s caro que otros utilitarios peque?os, aunque ofrece un dise?o m¨¢s elaborado y un equipo de serie superior, con doble airbag, ABS y el control de estabilidad ESP, un detalle imprescindible que muchos rivales m¨¢s grandes no ofrecen ni como opci¨®n. La versi¨®n b¨¢sica del Smart (61 CV, de gasolina) cuesta 800 euros m¨¢s que el Citro?n C1, que tiene cuatro plazas y cuatro airbags, pero no incluye ESP. El Fiat Panda es ya 100 euros m¨¢s caro y viene s¨®lo con un airbag, aunque puede a?adir el ESP como opci¨®n (425 euros). La diferencia con el Picanto es de menos de 200 euros, pero el Kia s¨®lo lleva doble airbag y no puede llevar ESP. Y el Ford Ka es tambi¨¦n 1.250 euros m¨¢s caro y tiene s¨®lo un airbag.
M?S C?MODO Y CONVENCIONAL
El interior apenas conserva detalles originales del modelo anterior, salvo los relojes redondos y un volante muy peculiar, y aplica un dise?o m¨¢s convencional en el salpicadero y sobre todo en la consola central, m¨¢s recta y cuadrada. A pesar de su tama?o, es bastante amplio en longitud y tambi¨¦n algo estrecho, pero lo compensa en parte con soluciones imaginativas: el asiento del pasajero se retrasa 15 cent¨ªmetros m¨¢s que el del conductor para reducir la sensaci¨®n de agobio. Las redes de las puertas han dejado paso a unas repisas cl¨¢sicas y se echan en falta m¨¢s huecos para objetos. Tiene una bandeja muy amplia que recorre la base del salpicadero, pero no es pr¨¢ctica -los objetos se caen en las curvas-, y aunque lleva una red muy c¨®moda detr¨¢s de los respaldos, desaprovecha la zona del freno de mano.El cambio de cinco marchas se puede manejar de forma secuencial con un toque hacia delante o atr¨¢s, y si se pulsa el bot¨®n situado en el lado izquierdo de la palanca, cambia autom¨¢ticamente.La tapa del maletero integra ahora por dentro una bandeja para objetos, y la capacidad ha aumentado a 220 litros, 70 m¨¢s.La zaga apenas cambia, aunque estrena pilotos, y permite abrir la luneta y la base por separado para facilitar la carga.
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