'Catalan town'
Hace poco estuve en Gij¨®n y vi c¨®mo en cualquier tasca los camareros escanciaban la sidra con incre¨ªble profesionalidad. En cambio, en Barcelona te puede preparar una escudella deleznable un joven que no la ha comido en su vida. Seguramente, acaba de llegar a la ciudad y cobra un sueldo miserable. Pero en un bar de Gij¨®n, desde luego, no durar¨ªa dos minutos. Eso s¨ª, en el de Barcelona habr¨¢ fotos de Audrey Hepburn.
Se quejan los vecinos de la calle de Trafalgar de que los ciudadanos chinos se est¨¢n montando un gueto, con sus propias carnicer¨ªas, autoescuelas... Y que esto expulsa a los extintos botiguers de toda la vida. Ya que Barcelona es una ciudad hortera para turistas ¨¢vidos de fideguay, sombreros mexicanos y estatuas humanas disfrazadas de la familia Simpson, el nuevo alcalde deber¨ªa comprometerse, por lo menos, a montarnos un gueto a los cuatro aut¨®ctonos que quedamos. Se podr¨ªa llamar el catalan town.
Empar Moliner es escritora
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