El informe era de Merrill Lynch
Los papeles que manej¨® Conthe sobre la venta de FG fueron elaborados por el banco de EE UU
Ni desde la Oficina Econ¨®mica del Presidente, ni desde otras empresas interesadas en defenestrar al presidente del BBVA, Francisco Gonz¨¢lez, y hacerse con el poder en el banco. El informe sobre el que esta semana ha girado la pol¨¦mica sali¨® de los servicios de Merrill Lynch. Manuel Conthe se propuso el pasado lunes reventar el acto de toma de posesi¨®n de su sucesor en la presidencia de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Julio Segura, y, sin respetar las formas -ni el protocolo-, provoc¨® una rueda de prensa improvisada en la que descarg¨® toda su munici¨®n.
El 'dossier' es en realidad un conjunto de documentos con una nota manuscrita
En esas fechas, Merrill Lynch estaba dirigida en Espa?a por Claudio Aguirre
Tras las insinuaciones de su comparecencia ante la Comisi¨®n de Econom¨ªa del Congreso de los Diputados, el segundo ataque fue m¨¢s sangrante. Dispar¨® al coraz¨®n del Gobierno, de la Oficina Econ¨®mica del Presidente y del vicepresidente del organismo, Carlos Arenillas. Pero tal vez sin pretenderlo, aunque nunca se sabe, volvi¨® a percutir una bomba que parec¨ªa desactivada: las posibles irregularidades en la venta de FG Valores a Merrill Lynch por quien ahora es el presidente del BBVA, Francisco Gonz¨¢lez.
Mientras Segura hablaba, en la sala corr¨ªan como la p¨®lvora las palabras que Conthe acababa de dirigir a los periodistas. Incorporado con retraso a la toma de posesi¨®n, el ya ex presidente de la CNMV contempl¨® los susurros con una mueca entre sarc¨¢stica y burlona. Lo hab¨ªa logrado. Otra cosa es lo que pensaba un estupefacto auditorio.
"?Lo que faltaba, otra vez!". Jos¨¦ Ignacio Goirigolzarri, consejero delegado del BBVA no pudo reprimir la expresi¨®n cuando le contaron el episodio. Lo que menos esperaba el banquero es que Conthe fuera a provocar, de pasada, una nueva sacudida en el banco. Vio venir el peligro y, en ese momento, poco le importaban los ataques al Gobierno, a Arenillas y a Miguel Sebasti¨¢n. Goirigolzarri apenas tuvo tiempo para despedirse y avisar a Gonz¨¢lez, aunque la noticia ya corr¨ªa por las agencias y las emisoras. Otra vez, en efecto, sal¨ªa a la palestra la operaci¨®n que puso en entredicho a su presidente.
?A qu¨¦ se refer¨ªa Conthe? El ex presidente de la CNMV dijo que ten¨ªa "evidencia directa" de que Arenillas hab¨ªa actuado como "correa de transmisi¨®n" de la Oficina Econ¨®mica del Presidente, dirigida entonces por Miguel Sebasti¨¢n, cuando en enero de 2005 se dio a conocer un dossier sobre la citada venta. Seg¨²n Conthe, Arenillas acudi¨® en coche oficial a Moncloa el s¨¢bado 15 de enero y, posteriormente, le convoc¨® a su casa para entregarle dicho dossier, "que proced¨ªa directamente de la Oficina Econ¨®mica".
El dossier al que se refer¨ªa Conthe y que ha vuelto a tomar carta de naturaleza con sus acusaciones es, en realidad, un conjunto de documentos con una nota manuscrita atribuida al entorno de Merrill Lynch, que en las fechas de la operaci¨®n estaba dirigido en Espa?a por Claudio Aguirre. En el manuscrito, que el banco estadounidense a?adi¨® en el registro reservado de la CNMV junto a la documentaci¨®n contable y contractual de FG, se detallan todos los pasos de la operaci¨®n de venta de FG a la propia Merrill Lynch y las supuestas irregularidades contables.
El manuscrito, que corri¨® por varias manos desde oto?o de 2004, cuenta algunos asuntos turbios que dejaban en la picota a Gonz¨¢lez. Merrill Lynch cerr¨® en febrero de 1996 la compra de la sociedad FG Valores por unos 22 millones de euros a Francisco Gonz¨¢lez, que tres meses despu¨¦s ser¨ªa nombrado presidente de Argentaria, lo que en 1999 le llevar¨ªa a la presidencia del BBVA tras la fusi¨®n.
Nada hac¨ªa pensar que la operaci¨®n fuera m¨¢s all¨¢ de constituir un pelotazo importante. Sin embargo, el banco estadounidense denunci¨® en julio de 1996 un esquema de ocultaci¨®n contable aportando documentos entregados por uno de los empleados y una auditor¨ªa del bufete Garrigues. Gonz¨¢lez puso el caso en manos del abogado Juan Fern¨¢ndez Armesto, que en octubre de aquel a?o ser¨ªa presidente de la CNMV. El c¨²mulo de circunstancias -nombramientos de Gonz¨¢lez y Armesto y el reparto del pastel que se avecinaba con las privatizaciones entre los bancos de inversi¨®n- hizo que Merrill decidiera quedarse con la cartera de valores y los equipos inform¨¢ticos de la sociedad y no con las acciones.
El asunto pareci¨® zanjado. Hasta que el manuscrito sali¨® a la luz, ya con un Gobierno de distinto color. Merrill Lynch describ¨ªa una operaci¨®n que permiti¨® ocultar un descubierto de casi cinco millones de euros. Fuentes cercanas a Gonz¨¢lez reconocieron que hab¨ªa existido un desfase, pero que ¨¦l no hab¨ªa tenido conocimiento del mismo. En efecto, la operaci¨®n fue asumida por dos directivos de FG, que confirmaron la versi¨®n del presidente. La CNMV decidi¨® archivar el caso tres d¨ªas despu¨¦s de abrirlo, alegando que "era pr¨¢cticamente imposible esclarecer las supuestas irregularidades" despu¨¦s de casi nueve a?os.
Tambi¨¦n la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n hizo lo propio, aunque algo m¨¢s tarde, descartando responsabilidades criminales pese a reconocer "manipulaciones contables". En torno a esta investigaci¨®n se produjeron acontecimientos de trapisonda. Anticorrupci¨®n solicit¨® los soportes documentales de la auditor¨ªa de FG, hecha por Deloitte, un d¨ªa antes de que la torre Windsor, donde ten¨ªa su sede la firma auditora, ardiera como una tea. Era el 14 de febrero.
Fuentes del BBVA recuerdan que tanto la CNMV como Anticorrupci¨®n archivaron el caso, y piden que nadie les instrumentalice. Por lo dem¨¢s, guardan silencio, remiti¨¦ndose a lo que se manifest¨® entonces. Y entonces, Gonz¨¢lez y, con ¨¦l, el PP, acusaron al Gobierno y a Miguel Sebasti¨¢n, que hab¨ªa tenido que abandonar la direcci¨®n del Servicio de Estudios del BBVA por presiones de Gonz¨¢lez, de orquestar una campa?a para desbancar al presidente, como un segundo intento tras la entrada de Sacyr en noviembre de 2004.
Al final, los acusados niegan que el manuscrito de la discordia fuera "elaborado ni difundido" por Moncloa. Ello a pesar de la confusi¨®n que origin¨® Solbes al manifestar el martes en Bruselas que el informe se hab¨ªa entregado en la Moncloa. Luego rectific¨® y explic¨® que se refer¨ªa a la versi¨®n de Conthe, pero que ten¨ªa constancia de que "ning¨²n organismo oficial" lo hab¨ªa elaborado. El autor era otro. Merrill Lynch.
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