Rajoy promete en Canarias que no habr¨¢ regularizaciones masivas

ETA y Batasuna dominan absolutamente la campa?a del PP. Mariano Rajoy, que ya prepara el enfrentamiento dial¨¦ctico que tendr¨¢ el mi¨¦rcoles en el Congreso con Zapatero, le exigi¨® ayer que garantice que los candidatos del PP puedan hacer campa?a en el Pa¨ªs Vasco. Lo dec¨ªa por las agresiones sufridas en Bilbao. Del tema que m¨¢s preocupa en las islas, la inmigraci¨®n, insisti¨® en que no habr¨¢ regularizaciones masivas si ¨¦l gobierna.

Los que atacan a los concejales del PP "son aquellos a los que Zapatero ha dejado presentarse", dijo Rajoy. "Nuestros candidatos defienden valores como la vida, la libertad o los derechos humanos", se quej¨® el l¨ªder del PP, quien tambi¨¦n pedir¨¢ al presidente que confirme o desmienta -La Moncloa lo desminti¨® ayer- la informaci¨®n de Abc sobre una supuesta reuni¨®n entre emisarios del Ejecutivo y ETA en abril.

La campa?a del PP ha arrancado a medio gas, con poco ambiente. De momento, el partido no ha conseguido llenar a rebosar ni un solo mitin, a excepci¨®n tal vez del de Alicante. Claro que ha tenido duros competidores: el f¨²tbol en Murcia y la playa en Las Palmas, con un mitin a mediod¨ªa de un domingo y al sol. Hab¨ªa casi un centenar de sillas vac¨ªas.

A pesar de ese escaso ritmo, al menos de momento, Rajoy no duda ya en convertir abiertamente las elecciones en unas primarias. En cuanto la gente le grita "presidente, presidente", responde que s¨ª, que lo ser¨¢ dentro de poco. "Confirmar¨¦ mi compromiso con Canarias cuando sea presidente, dentro de unos pocos meses", dijo nada m¨¢s arrancar en Las Palmas. "Voy a ir pronto a La Moncloa", insisti¨® despu¨¦s. Dos parapentes a motor con publicidad de un partido rival (CCN) sobrevolaban el mitin entre los abucheos del p¨²blico. "Pens¨¦ que era Zapatero", ironiz¨® el l¨ªder.

El jefe de la oposici¨®n no ha lanzado a¨²n ni una sola propuesta novedosa, de esas que marcan una campa?a electoral. Ayer, aprovechando que estaba en Canarias, prometi¨® que cuando llegue a La Moncloa prohibir¨¢ las regularizaciones masivas, algo que su partido ha anunciado hace tiempo.

Rajoy plantea el discurso de la inmigraci¨®n partiendo de su origen gallego. Y en el p¨²blico produce un efecto curioso. Cuando se?ala que ¨¦l, que tiene familia repartida por el mundo, cree que todo el mundo tiene derecho a ganarse la vida dignamente y que la emigraci¨®n aporta riqueza, la gente le escucha en silencio. Pero cuando dice "aqu¨ª no cabe todo el mundo, la inmigraci¨®n debe ser controlada y todos tenemos que tener las mismas obligaciones", el p¨²blico aplaude a rabiar.