Benedicto en Brasil

El papa Benedicto XVI escogi¨® Brasil como primer destino en Am¨¦rica Latina, y fuera de Europa, para sus viajes apost¨®licos. Brasil es hoy el pa¨ªs con mayor n¨²mero de cat¨®licos en el mundo: unos 150 millones, que corresponden al 70% de la poblaci¨®n. Sin embargo, en los a?os sesenta Brasil era cat¨®lico al cien por cien. En algo m¨¢s de cuatro d¨¦cadas, un tercio de la poblaci¨®n se ha adherido a las iglesias evang¨¦licas y pentecostales, de origen protestante. Ratzinger ha pedido a los obispos que no ahorren esfuerzos "en la b¨²squeda de esos cat¨®licos apartados".

Los motivos se?alados por el Papa para explicar el ¨¦xodo de un mill¨®n de cat¨®licos que cada a?o se pasan a los evang¨¦licos no coinciden con los alegados por los te¨®logos de la liberaci¨®n. Para Ratzinger, que ha definido como sectas a las iglesias evang¨¦licas, las razones de este creciente desapego se deben a que los obispos no saben evangelizar suficientemente y a que los cat¨®licos poseen una fe fr¨¢gil, que no sabe resistir al proselitismo agresivo de dichas iglesias.

La impresi¨®n de las comunidades de base que trabajan con los m¨¢s pobres y en las zonas m¨¢s dif¨ªciles y violentas del pa¨ªs es que el Papa no hab¨ªa sido bien informado sobre las caracter¨ªsticas de los cat¨®licos de Brasil, que esperaban de ¨¦l un mensaje de esperanza. En cambio, han recibido un rosario de condenas como las referidas al aborto, el divorcio, las relaciones prematrimoniales y el uso del preservativo, defendiendo al mismo tiempo la castidad matrimonial y el celibato obligatorio de los sacerdotes.

El Papa ha aprovechado su estancia en Brasil para abrir la conferencia del CELAM, que incluye a todos los obispos de Am¨¦rica Latina. Ser¨¢ importante para el futuro del catolicismo, en un continente considerado como la reserva de la fe cristiana, saber por d¨®nde desea el pont¨ªfice que se muevan esos cientos de millones de cat¨®licos. De los primeros discursos pronunciados en Brasil, se desprende que la gran preocupaci¨®n de Roma es que los obispos lancen una cruzada para rescatar de las iglesias evang¨¦licas a los cat¨®licos perdidos que, seg¨²n el Papa, se han revelado "incapaces de resistir a las embestidas del agnosticismo, del relativismo y del laicismo". Cabr¨ªa preguntarse si es esto lo que esperaban esos millones de creyentes y lo que piensa ese episcopado que se ha caracterizado estos a?os por un fuerte compromiso social y por un di¨¢logo abierto con las otras confesiones religiosas.

Del presidente Lula, de quien la Iglesia habr¨ªa querido arrancar beneficios especiales para los cat¨®licos, Benedicto XVI ha recibido una respuesta netamente republicana, al recordarle que Brasil es y seguir¨¢ siendo un pa¨ªs laico y con varias religiones. O sea, que Brasil dar¨¢ al C¨¦sar lo que es del C¨¦sar y a Dios lo que es de Dios.