El C¨®digo Civil de Catalu?a: reputaci¨®n y utilidad
El derecho civil, la lengua y nuestras instituciones p¨²blicas seculares, como la Generalitat y el Parlamento, han sido durante siglos los elementos identificadores de Catalu?a como naci¨®n. La mayor¨ªa de los catalanes -tengamos, o no, formaci¨®n jur¨ªdica- somos conscientes de la singularidad de nuestro derecho privado, as¨ª como de las diferencias m¨¢s notables respecto del C¨®digo Civil espa?ol. A nadie se le escapa, por ejemplo, que nuestro r¨¦gimen econ¨®mico matrimonial es el de separaci¨®n de bienes -frente al r¨¦gimen de gananciales espa?ol- y que disponemos de un gran margen de libertad a la hora de disponer de la herencia, con la ¨²nica limitaci¨®n de la sujeci¨®n de la cuarta parte del patrimonio a los derechos legitimarios de los hijos. Leg¨ªtima que aumenta sustancialmente en las comunidades regidas por el C¨®digo Civil espa?ol.
El nuevo c¨®digo permitir¨¢ adaptar nuestro derecho a la realidad social de hoy
La Constituci¨®n de 1978 y los Estatutos de Autonom¨ªa de 1979 y 2006 han permitido superar la t¨¦cnica de la mera compilaci¨®n del derecho hist¨®rico, posibilitando que el Parlamento de Catalu?a recuperara nuevamente la capacidad legislativa en el ¨¢mbito del derecho civil y emprendiera las tareas de su modernizaci¨®n, actualizaci¨®n y desarrollo. Se aprobaron as¨ª un importante n¨²mero de leyes civiles y pronto se vio la necesidad de un c¨®digo general que las sistematizara y ordenase. El c¨®digo deb¨ªa constituir una herramienta ¨²til en la que los operadores jur¨ªdicos y los ciudadanos percibir¨ªan el derecho codificado como perteneciente a un ordenamiento de m¨¢s notoriedad y reputaci¨®n. Cuando en el a?o 2004 nos pusimos a trabajar en la materia con el entonces consejero de Justicia, Josep Maria Vall¨¨s, decidimos acelerar los trabajos legislativos a fin de que un ¨²nico c¨®digo, formado por seis libros, sustituyera las dispersas 26 leyes que conformaban el derecho civil catal¨¢n vigente en aquellos momentos. Ello supon¨ªa dar por definitivamente acabada la marginaci¨®n que, por la v¨ªa de hecho, hab¨ªa relegado nuestro derecho a una posici¨®n secundaria. Tambi¨¦n implicaba un claro beneficio para la seguridad jur¨ªdica de los ciudadanos de Catalu?a, que ver¨¢n ahora recogido, en un solo texto, la mayor¨ªa del corpus normativo que conforma el derecho civil que les es de aplicaci¨®n.
Previamente, en el a?o 2002, el Parlament hab¨ªa aprobado el Libro primero del C¨®digo -lo hab¨ªa hecho a instancia del ¨²ltimo Gobierno de Jordi Pujol- que fijaba su estructura y regulaba las disposiciones de car¨¢cter general. Los restantes cinco libros se aprobar¨¢n dentro del marco de las dos legislaturas catalanistas y de progreso presididas por Pasqual Maragall y Jos¨¦ Montilla. En la anterior legislatura el Parlamento sancion¨® el libro quinto, relativo a los derechos reales. En la presente, el Gobierno catal¨¢n ha aprobado y remitido al Parlament otros dos libros del c¨®digo, me refiero a los proyectos de ley relativos a las personas jur¨ªdicas (libro tercero) y a sucesiones (libro cuarto). Asimismo, la consejera Montserrat Tura ya ha anunciado que presentar¨¢ al Parlament, en esta misma legislatura, el libro segundo relativo a la persona y a la familia, y que iniciar¨¢ los estudios correspondientes a la elaboraci¨®n del libro sexto (obligaciones y contratos). Con estos nuevos hitos se habr¨¢ completado, en muy pocos a?os, el C¨®digo Civil de Catalu?a.
Los dos libros actualmente en fase de tramitaci¨®n parlamentaria pueden ser objeto de diversas alteraciones propias del debate de la c¨¢mara, esto es, de la discusi¨®n y negociaci¨®n por los grupos que conforman el poder legislativo. En materia de derecho civil nuestro Parlamento se ha comportado de manera muy diferente en funci¨®n del tema objeto de debate parlamentario. Mientras que el libro quinto, relativo a los derechos reales, fue aprobado por unanimidad de todos los grupos parlamentarios, no ocurri¨® lo mismo cuando se tramit¨® otra ley del ¨¢mbito civil, como es la de adopci¨®n por parejas homosexuales. Aqu¨ª no hubo consenso y la derecha parlamentaria se opuso radicalmente al proyecto, a pesar de los esfuerzos hechos por el Gobierno para resaltar los importantes beneficios que para los menores pod¨ªa significar este reconocimiento.
La decisi¨®n del Gobierno de acelerar los trabajos de codificaci¨®n se encamina no s¨®lo a ofrecer un instrumento ¨²til para la ciudadan¨ªa -el C¨®digo-, sino tambi¨¦n, a adaptar nuestro derecho a la realidad social de la Catalu?a de hoy. Por eso, en el proyecto del libro de sucesiones se proponen cambios importantes en relaci¨®n con algunas tradiciones desfasadas y poco ajustadas a la naturaleza aconfesional de nuestro Estado. Por ejemplo, el testamento ordinario ante rector se sustituye por una propuesta de testamento, extraordinario otorgado ante el alcalde, para supuestos de peligro de muerte. Tambi¨¦n se regula una modalidad de testamento conjunto, otorgado por dos personas en un mismo instrumento, con la caracter¨ªstica de que la revocaci¨®n unilateral, por parte de una de ellas, deber¨¢ ser notificada a la otra. Se incorporan, adem¨¢s, las novedades legislativas en materia de violencia dom¨¦stica, como supuestos de indignidad para heredar. En la sucesi¨®n intestada se equiparan los derechos sucesorios de la pareja de hecho con la matrimonial, siempre y cuando aquella haya llevado a cabo una convivencia m¨ªnima de cuatro a?os. Estos temas, conjuntamente con otros, que por razones de espacio no podemos comentar, ser¨¢n muy pronto realidad en el C¨®digo Civil de Catalu?a.
Xavier Mu?oz Puiggr¨°s es abogado de la Generalitat.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.