M¨®stoles supremo
Las Supremas repasan las ventajas e inconvenientes de un municipio en manos del PP y que la izquierda quiere recuperar
Cuando a Las Supremas de M¨®stoles -Vicky, Susi, y Luisi Bodega Est¨¦vez, las tres en la cuarentena- se les pregunta cu¨¢l es su lugar favorito de M¨®stoles, contestan sin dudar: "Las tiendas de los chinos y el mercadillo". "?Somos as¨ª de horteras, qu¨¦ le vamos a hacer!". Y ah¨ª que se meten las tres -vestidas de negro, rubias platino, u?as de colores- en un chino de la plaza de Pradillo a mirar zapatos y sujetadores.
Las Supremas, antes del ¨¦xito de su canci¨®n Eres un enfermo, ya llevaban en sus espaldas casi 30 a?os de carrera profesional curtida en fiestas y verbenas de barrio. Muchas en M¨®stoles, en los recintos de las pe?as y en las plazas.
Las tres, madrile?as, llevan m¨¢s de 20 a?os residiendo en la localidad (207.600 vecinos, la segunda ciudad m¨¢s grande de la regi¨®n). Vicky y Susi, en el barrio de F¨¢tima, y Luisi, en la calle de Santa Laura, "al lado de donde viv¨ªa Iker Casillas", puntualiza orgullosa.
Siguen haciendo la compra en el barrio y aseguran que "M¨®stoles es un lugar c¨®modo para vivir, no falta de nada". La ciudad creci¨® al socaire del desarrollo de la capital. A mediados de los a?os sesenta del pasado siglo s¨®lo viv¨ªan 4.000 personas en M¨®stoles. Ahora tiene casi tantos habitantes como Valladolid. Muchos se desplazan a diario a Madrid ciudad.
Las Supremas se confiesan "apol¨ªticas" y hablan muy bien del alcalde, Esteban Parro (PP). "Yo he votado a todos los partidos y todos me han decepcionado", confiesa Susi. "Yo quiero que el alcalde que est¨¦ sea honrado y que esto no sea una Marbella", replica su hermana Luisi.
M¨®stoles, feudo tradicional de la izquierda, tuvo alcalde socialista desde las primeras elecciones democr¨¢ticas hasta 2003. Con la izquierda en el Ayuntamiento lleg¨® a M¨®stoles la Universidad Rey Juan Carlos, se construy¨® el teatro del Bosque y se transformaron las grandes avenidas. El PP, con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar a la cabeza, se marc¨® el municipio como prioridad. A los comicios de 2003, el PSOE acudi¨® desgastado por 24 a?os de gobierno, por sus divisiones internas y por un esc¨¢ndalo que salpic¨® a su concejal de Cultura, Iv¨¢n Garc¨ªa Yustos, acusado de hacer llamadas a tel¨¦fonos er¨®ticos con su m¨®vil del Ayuntamiento. Los mostole?os dieron la alcald¨ªa al PP, que en los ¨²ltimos cuatro a?os ha gestionado una ciudad cuyos principales problemas son la falta de aparcamiento, el precio de la vivienda, la limpieza y la divisi¨®n que provoca las v¨ªas del tren de cercan¨ªas.
Como vecinas, Las Supremas adoran su ciudad, pero tambi¨¦n ven las cosas que hay que mejorar. Destacan la integraci¨®n de los inmigrantes, la construcci¨®n de un nuevo hospital -"el que tenemos se ha quedado peque?o"- o la falta de viviendas para los j¨®venes. "Si a mi hijo no le hubiese tocado un piso de protecci¨®n, no s¨¦ qu¨¦ hubiese hecho. Los pisos normalitos est¨¢n a 300.000 euros", afirma Vicky. Tambi¨¦n creen que faltan zonas de ocio para los j¨®venes: "Ya se lo hemos dicho al alcalde, que ya vale que haya m¨¢s bares en Alcorc¨®n".
La decisi¨®n del Ayuntamiento, hace dos a?os, de sacar Festimad de M¨®stoles (el festival de m¨²sica rock se celebra ahora en Legan¨¦s) les parece "bien y mal". "Hab¨ªa gente que protestaba porque la zona se quedaba muy guarra, pero tambi¨¦n era un festival emblem¨¢tico para M¨®stoles".
Sentadas en una terraza, Las Supremas aseguran que lo mejor de M¨®stoles es "la gente". "Aqu¨ª no hay aut¨®ctonos, somos todos de fuera y nos hemos acoplado. La convivencia es estupenda", afirman. Y esa gente es la que hace que hablar con ellas sea una tarea dif¨ªcil. Cada tanto se acerca un vecino con el tel¨¦fono m¨®vil para hacerse una foto. "Eso s¨ª, ?que levantemos M¨®stoles con gente maja!, les arenga una mujer. "La Terremoto de Alcorc¨®n no tiene nada que ver con vosotras...", a?ade la paisana, tan contenta. "Pues es muy maja", contestan ellas. Se acerca otro espont¨¢neo, jubilado. "?Qu¨¦? ?Pasando la tarde?", les suelta. Otra mujer: "Ustedes son... ?c¨®mo es? Bueno, yo las llamo las de M¨®stoles". Y ellas se parten de risa y siguen firmando aut¨®grafos.
Puestas a pedir, Susi tambi¨¦n quiere que pongan "otra camioneta
que la que hay pasa cada 20 minutos". Y como Susi presiente "a los esp¨ªritus", hay un sitio de M¨®stoles que no le gusta. "El antiguo casino, que lo est¨¢n derribando y van a hacer un centro cultural o algo as¨ª. All¨ª hay yuyus". Luisi pide m¨¢s plazas de aparcamiento. Y m¨¢s peticiones: "?Que no obliguen a las limpiadoras a trabajar cuando est¨¢ lloviendo!". Ellas proponen desde la barrera. Y con sorna, las mujeres que han llevado el nombre de M¨®stoles por toda Espa?a lanzan un envite al alcalde: "Como se descuide... ?le quitamos el sill¨®n!".
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