El para¨ªso tur¨ªstico, amenazado

La pol¨ªtica y el futuro en las Islas Baleares est¨¢n ligados a la explotaci¨®n del territorio, principal yacimiento de capital de la comunidad que forj¨® su econom¨ªa en el turismo de masas y acentu¨® su desarrollo en el boom residencial y el tr¨¢fico inmobiliario. En un entorno limitado y fr¨¢gil, es clave -para el negocio y la comunidad- la protecci¨®n del paisaje, amenazado por la sobreexplotaci¨®n del urbanismo salvaje y la supuesta corrupci¨®n que incuba, como se ha visto en el municipio de Andratx.

Con un mill¨®n de habitantes, tras un alud inmigratorio que dispar¨® el padr¨®n un 20% en una d¨¦cada, las exigencias de la sociedad civil se centran, adem¨¢s, en el acceso a la vivienda y en la demanda de inversiones e infraestructuras educativas y asistenciales.

UNA SOCIEDAD DUAL. Pocos universitarios

tras la fachada del triunfo

Baleares, que lider¨® las tasas de crecimiento y renta en Espa?a, sorprende por la baja inversi¨®n en Educaci¨®n y el m¨ªnimo ¨ªndice de estudiantes universitarios (un 23% de los j¨®venes entre 18 y 25 a?os, la mitad que la media nacional), que se agrava por el abandono prematuro de alumnos en secundaria. En la hosteler¨ªa y afines, una industria que s¨®lo opera seis meses al a?o, es f¨¢cil emplearse. "La decisi¨®n prematura de dejar de estudiar impedir¨¢ a los j¨®venes insulares acceder posteriormente a trabajos m¨¢s cualificados y mejor remunerados", avisa Montserrat Casas, rectora de la Universidad de Baleares.

Un modelo econ¨®mico que fue transformador y de ¨¦xito est¨¢ condicionado por inc¨®gnitas sobre c¨®mo ser¨¢n las tendencias y flujos de turistas (12 millones al a?o). Joan Gual, presidente de la C¨¢mara de Comercio de Mallorca, sostiene que "el turismo es hegem¨®nico y tiene futuro". "Lo demuestra la capacidad de salir reforzado de los ciclos depresivos al adaptarse a los cambios en la demanda. Moderniz¨® la estructura productiva de los 60 y madur¨® bien", afirma. Pero la rectora observa que "para tener un pa¨ªs competitivo es preciso apostar por la formaci¨®n universitaria, la innovaci¨®n y las nuevas tecnolog¨ªas". "La situaci¨®n en Baleares viene determinada por un desarrollo econ¨®mico basado en factores que poco tienen que ver con la necesidad de obtener una formaci¨®n superior", se lamenta.

Antoni Tarabini, soci¨®logo y director de la Fundaci¨®n Gadeso, abunda en "los riesgos de consolidar una sociedad dual, desestructurada, con gente dentro y fuera del sistema, arriba y abajo, tras la fachada que da idea de triunfo". "Se observa gente en ¨¢mbitos de exclusi¨®n, preocupa la inmigraci¨®n, los j¨®venes no pueden comprar el piso, los ancianos tienen pensiones m¨ªnimas, los subsidios de invierno son limitados. Aqu¨ª no ha paro: ?hay una temporalidad de cojones!".

La estructura estacional de la actividad econ¨®mica es imposible de mudar. El aislamiento insular y el clima mediterr¨¢neo, el ciclo estival, obligan a seguir siendo plataforma de ocio. El empresario Joan Gual fija su reto en "romper la estacionalidad de la industria que ofrece un solo producto -sol y playa- y pasar a ser un destino multiproducto compatible bajo una sola marca. Turismo de negocios, deportivo, cultural y urbano son garant¨ªa de futuro".

TURISMO Y MEDIO AMBIENTE. 13.000 viviendas al a?o

Lorenzo Bravo, secretario general de la UGT balear, ve "una econom¨ªa que se mueve por inercia, que ha dado trabajo y bienestar pero que se basa en un esquema que s¨®lo tiende a la ocupaci¨®n y destrucci¨®n del territorio". Bravo se?ala algo "inquietante": "Se improvisa, se prima el turismo residencial frente al hotelero. Eso es menos mano de obra fija y una temporada cada vez m¨¢s corta para los 130.000 empleados del sector servicios".

El Gobierno balear exige las inversiones del Estado que se negociaron con el nuevo Estatuto y blande su cat¨¢logo de obras de infraestructuras y servicios realizadas para resolver las carencias "hist¨®ricas" del archipi¨¦lago: autov¨ªas en Mallorca e Ibiza, la gran estaci¨®n y la l¨ªnea de metro de Palma, cuatro hospitales en tres islas, escuelas y centros asistenciales, las obras del gasoducto con la Pen¨ªnsula y el gran puerto de Ciutadella.

"Baleares ha sufrido los mayores impactos territoriales en los ¨²ltimos cuatro a?os. Las obras han destrozado muchos paisajes y zonas rurales y se ha batido la marca hist¨®rica anual de nuevas viviendas: 13.000", sostiene Miquel ?ngel March, portavoz del grupo ecologista GOB, que avisa de que "todas las agresiones son irreversibles". Los ecologistas denunciaron licencias y construcciones ilegales que desencadenaron las detenciones o imputaciones del caso Andratx.

URBANISMO Y CORRUPCI?N. Un "pacto ¨¦tico" para proteger el territorio

En la pugna electoral, en muchos pueblos se debate sobre corrupci¨®n, territorio y l¨ªmites del crecimiento. Frente a los grandes proyectos urbanizadores, los ecologistas han movilizado contra el PP a m¨¢s del 10% de la poblaci¨®n de Mallorca e Ibiza en protestas callejeras. Los proteccionistas del GOB reclaman un "pacto ¨¦tico" sobre el urbanismo, que "ha sido siempre una fuente de corrupci¨®n, de enriquecimiento irregular, tr¨¢fico de influencias e informaci¨®n privilegiada", por lo que es necesaria, dicen, la "transparencia m¨¢s absoluta".

El sindicalista Lorenzo Bravo ve "deficiencias en vivienda social y en el transporte p¨²blico, en el destrozo del medio ambiente, aunque las infraestructuras son necesarias". "El poder empuja el urbanismo especulativo que anima el turismo residencial", dice.

I+D+I. Objetivo: evitar la crisis

El Gobierno balear destina 60 millones a la nueva televisi¨®n auton¨®mica IB3, y 52,5 millones a la universidad. La rectora Casas reivindica la apuesta por el I+D+I y "un firme compromiso con la sostenibilidad, entendida tanto en el sentido medioambiental como en el econ¨®mico". Y otra cosa: "El respaldo a la lengua catalana y la conservaci¨®n del patrimonio, aquello que configura nuestra identidad".

El empresario Joan Gual ve necesaria "la preservaci¨®n efectiva y racional del entorno, principal activo" de Baleares, en coherencia "con un sistema educativo adaptado a los objetivos y la gesti¨®n empresarial basada en la innovaci¨®n". En la sociedad balear del bienestar, el soci¨®logo Tarabini detecta s¨ªntomas de preocupaci¨®n: "No tenemos un proyecto de futuro y damos bandazos. Hay una cierta falta de cohesi¨®n. Como destino tur¨ªstico tenemos tendencias a favor, pero el modelo apunta a la crisis y podemos morir de ¨¦xito. Se vive de la coyuntura; muchos pa¨ªses ofrecen nuestro mismo producto, y no somos el ombligo del mundo".

Las multinacionales hoteleras espa?olas (Sol Meli¨¤, Barcel¨®, Riu, Iberostar, Matutes) son de capital familiar de Baleares, donde conservan una parte, peque?a ya, de su negocio global. El l¨ªder de la C¨¢mara de Comercio apunta que puede abrirse "un desarrollo internacional de las empresas" de Baleares, y resalta que la gesti¨®n aeroportuaria y de los puertos insulares es un punto de partida de futuro. El ugetista Lorenzo Bravo reclama "un pacto sobre econom¨ªa, territorio y turismo para garantizar el bienestar".