Liderazgo y proyecto
Entrevistado en 1979 por una revista extraordinaria de fiestas (Celed¨®n), el reci¨¦n elegido alcalde de Vitoria, Jos¨¦ ?ngel Cuerda, sintetizaba en una p¨¢gina, tres preguntas y siete p¨¢rrafos las l¨ªneas maestras de la pol¨ªtica que llev¨® a cabo en los veinte a?os siguientes.
Es la tercera elecci¨®n municipal en la que sigue sin vislumbrarse la soluci¨®n para el soterramiento de la v¨ªa f¨¦rrea
La identidad de ser "la ciudad donde se vive bien" sigue a salvo. Lo que se necesitan son ideas y proyectos s¨®lidos
Pocas veces en la historia reciente Vitoria ha crecido m¨¢s, pero para el ciudadano ha sido un crecimiento anodino
Hablaba ah¨ª con precisi¨®n del problema y respuesta a la cuesti¨®n de la vivienda, de los centros c¨ªvicos y de su filosof¨ªa social, de los valores ¨¦ticos que deb¨ªa ayudar a construir la ciudad y de las responsabilidades que ten¨ªa tambi¨¦n el ciudadano en las tareas municipales y en la solidaridad con los m¨¢s d¨¦biles. Un programa en una p¨¢gina de una humilde revista festiva; un programa que, con grandes ¨¦xitos y grandes fracasos, sirvi¨® para hacer la ciudad durante veinte determinantes a?os.
No es f¨¢cil acordarse de qui¨¦n era alcalde de Bilbao o de Donosti en aquellas dos d¨¦cadas de Cuerda. La ocasi¨®n del liderazgo va por barrios. A veces toca en un sitio y a veces en otro. Las encuestas colocan a "los pol¨ªticos" como el cuarto problema para los ciudadanos vitorianos y cuadruplican en esa visi¨®n negativa a la que tienen los de las otras dos capitales. Mucho ha pasado en Vitoria en estos ocho ¨²ltimos a?os para que esa impresi¨®n se haya generalizado. Nadie se ha salvado de esa quema cuando la opini¨®n de la ciudadan¨ªa no exime a unos u otros, no distingue gobierno de oposici¨®n. La idea es que "entre todos la ten¨ªan y ella sola se muri¨®", y que, en responsabilidades diferentes seg¨²n se tenga a disposici¨®n el poder o la cr¨ªtica del poder, todos han hecho dif¨ªcil, si no imposible, el m¨ªnimo acuerdo municipal preciso para poner en marcha alguna pol¨ªtica. Que es de lo que se trata y lo que pide el ciudadano. Luego, falta absoluta de liderazgo, tanto de quien ha gobernado ocho a?os sin ser capaz de trenzar alguna mayor¨ªa estable, por inveros¨ªmil que fuera -Cuerda gobern¨® hasta con Unidad Alavesa-, como tambi¨¦n de su extensa y diversa oposici¨®n, s¨®lo capaz de aparecer en un "todos a una" que sin duda tratar¨¢ de rentabilizar de manera victimista el actual alcalde y nuevamente candidato.
Porque, contradictoriamente, pocas veces en la historia reciente Vitoria ha crecido m¨¢s. Posiblemente se haya construido m¨¢s vivienda y ensanchado m¨¢s espacio urbano que entre las otras dos capitales vascas juntas. Y ¨¦se es el problema. Se ha crecido hasta asombrar y apabullar a nuestros visitantes pr¨®ximos, que siguen viendo a Vitoria como la ciudad de las gr¨²as y del crecimiento sin fin. Pero, para el vitoriano, ¨¦se ha sido un desarrollo anodino, porque no se ha acompa?ado ni de operaciones que llenaran de sentido, de vida y de esp¨ªritu a ese crecimiento urbano, ni de la reflexi¨®n necesaria para saber ad¨®nde va la ciudad aumentando tan deprisa. Est¨¢n a salvo los pilares de la tierra gasteiztarra. Son aquellos que describ¨ªa Cuerda en su entrevista: vivienda para todos, calidad de vida, cohesi¨®n social, sostenibilidad, servicios municipales y compromiso ciudadano. Curiosamente, en buena medida vienen de una tradici¨®n anterior, hist¨®rica y reiterada en la segunda etapa del franquismo, cuando Vitoria se transform¨® industrialmente hasta lo imposible y, en lugar de hacer de ella un chandr¨ªo, se consigui¨® convertirla en un ejemplo. Esa identidad de "la ciudad donde se vive bien" sigue a salvo, y no tenemos que regodearnos m¨¢s en ello como hacen las ciudades vecinas, que hace poco acaban de llegar a ese estatus, o como lo hace nuestro actual alcalde al ver fracasado el ramillete de ocurrencias innovadoras con que lleg¨® hace ocho a?os.
Bien al contrario, lo que se necesita ahora son proyectos e ideas s¨®lidas para una ciudad tan cambiante como desconcertada. Vitoria es la ¨²nica ciudad vasca que sigue creciendo en espacio y en habitantes. Ha crecido tanto que ya no cabe en ese "sal¨®n de estar" que es su calle Dato. Pero sus pol¨ªticos siguen vi¨¦ndola desde ah¨ª. El ¨²ltimo anillo de Lakuabizkarra -40.000 vecinos- con Salburua y Zabalgana, Mariturri y los pol¨ªgonos que se comen ya Elorriaga, Arcaya y Ali, sin m¨¢s frontera al norte que el Zadorra y al sur que el desacuerdo provisional para seguir creciendo hasta amenazar los Montes de Vitoria, dibuja una ciudad con nuevos problemas: ?un solo centro urbano o varios centros?; ?qu¨¦ funciones principales se han de ubicar en Lakua para que sea ciudad y no dormitorio?; ?qu¨¦ nueva pol¨ªtica de transporte y comunicaciones urbanas?; ?c¨®mo encaja ah¨ª el tranv¨ªa?; ?c¨®mo se aplica en la pr¨¢ctica el superplan de las supermanzanas de circulaci¨®n y aparcamientos?; ?seguimos creciendo en extensi¨®n o volvemos la vista sobre barrios ya obsoletos desde que fueron creados en los sesenta?; ?m¨¢s centros c¨ªvicos o una pol¨ªtica de inversiones arriesgadas (y creativas, no solo repetitivas) en el terreno cultural?; ?nos ponemos de acuerdo para salvar el Casco Viejo o seguimos de espaldas a ¨¦l?; ?insistimos en la sostenibilidad de un proyecto urbano esplendoroso pero que solo se justifica por tres cuartos de siglo ininterrumpidos de desarrollo?; ?no corre ning¨²n riesgo ese proyecto, aunque dependa tanto de la voluble econom¨ªa-mundo de hoy (vg. ubicaci¨®n de multinacionales)?... Cuerda habr¨ªa sintetizado todas las preguntas en una p¨¢gina; yo necesitar¨ªa el peri¨®dico entero.
Resolver preguntas y atacar en comandita grandes proyectos que den sentido a la Vitoria exultante y desconcertada del siglo XXI. Curiosamente, en este aspecto hay acuerdo pol¨ªtico, pero sigue sin verse la realidad. Es lo que ocurre con el tren y con el soterramiento de la v¨ªa f¨¦rrea, y con el nuevo y central espacio urbano que emerger¨ªa con ello. Es la tercera elecci¨®n municipal en la que volvemos sobre el tema. ?Ser¨¢ la ¨²ltima? Se hizo en la legislatura que acaba un Plan Estrat¨¦gico Vitoria-Gasteiz 2010 que duerme en alg¨²n caj¨®n municipal. ?Haremos otro en la siguiente o alguien se arremangar¨¢ y con cuatro ideas, dos planes y catorce votos de su padre y de su madre tirar¨¢ para adelante con la ciudad y evitar¨¢ a sus ciudadanos tanta pregunta ontol¨®gica como nos consume? Porque otros ocho a?os como ¨¦stos, ?no, por favor!
Antonio Rivera es catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la UPV-EHU y autor del cap¨ªtulo sobre el Pa¨ªs Vasco de La Espa?a de las Autonom¨ªas (Historia de Espa?a Men¨¦ndez Pidal).
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