El Sevilla sigue en el para¨ªso
Un gran Espanyol fuerza los penaltis con 10 jugadores y, como hace 19 a?os, pierde el t¨ªtulo en la ruleta
Una final estupenda, con dos equipos valientes de principio a fin, certific¨® la presencia del Sevilla en la ¨¦lite y dej¨® aturdido al Espanyol, condenado en la rueda de los penaltis, como hace 19 a?os. Pero esta vez, Valverde, N'Kono y los suyos cayeron con el orgullo intacto, frente a un rival que vive en ¨¦xtasis permanente y para el que no se adivinan l¨ªmites.
ESPANYOL 2 - SEVILLA 2
Espanyol: Gorka; Zabaleta, Jarque, Torrej¨®n, David Garc¨ªa; Mois¨¦s, De la Pe?a (Jonatas m. 86); Rufete (Pandiani, m. 56), Luis Garc¨ªa, Riera; y Tamudo (Lacruz, m. 71). No utilizados: Kameni; Chica, Costa y Corominas.
Sevilla: Palop; Alves, Javi Navarro, Dragutinovic, Puerta; Mart¨ª, Poulsen, Maresca (Navas, m. 46), Adriano (Renato, m. 76); Kanout¨¦ y Luis Fabiano (Kerzhakov
m. 64). No utilizados: Cobe?o; Aitor Ocio, David y Chevant¨®n.
Goles: 0-1. M. 18. Adriano recibe un bal¨®n largo de Palop, llega al ¨¢rea y bate a Gorka. 1-1. M. 28. Riera, desde la frontal del ¨¢rea. 1-2. M. 104. Kanout¨¦, a pase de Navas. 2-2. M. 115. Jonatas, de fuerte disparo fuera del ¨¢rea.
?rbitro: Massimo Busacca (Suiza). Amonest¨® a Luis Fabiano, Kanout¨¦ y Puerta. Expuls¨® a Mois¨¦s con doble amarilla (m. 67).
55.000 espectadores en Hampden Park (Glasgow). Penaltis: 0-1: Kanout¨¦, gol. 0-1, Luis Garc¨ªa, para Palop. 0-2, Dragutinovic, gol. 1-2, Pandiani, gol. 1-2, Alves, fuera. 1-2, Jonatas, detiene Palop. 1-3, Puerta, gol. 1-4, Torrej¨®n, para Palop. El Sevilla se proclama campe¨®n de la Copa de la UEFA por segundo a?o consecutivo.
El Sevilla expuso todo su poder¨ªo y se sinti¨® ganador. El Espanyol mantuvo su acto de fe
El Espanyol nunca fue el Middlesbrough. Los dos conjuntos se desplegaron con todo su voltaje. No falt¨® emoci¨®n, intensidad; no hubo tiempo para la molicie y uno y otro jugaron a toda pastilla. El Sevilla expuso todo su poder¨ªo y durante muchos momentos se sinti¨® ganador en la misma medida que el Espanyol mantuvo siempre su acto de fe. El resultado fue un partido de cuerpo entero en el que ninguno renunci¨® a sus convicciones. Ni siquiera el Espanyol, cuando se qued¨® con diez jugadores mediado el segundo periodo y el Sevilla puso el turbo. Logr¨®, de forma ¨¦pica, alcanzar la rueda de los penaltis. Para entonces, consecuencia de la expulsi¨®n de Mois¨¦s, ya no estaban activos sus mejores especialistas, Tamudo y De la Pe?a. Acert¨® Palop, el gran h¨¦roe de esta UEFA, autor de un gol en Donetsk y ayer verdugo espanyolista en la ruleta final, y el Sevilla se mantuvo en el gran pedestal del f¨²tbol europeo.
Tantos recursos tiene este Sevilla, que desde hace unas semanas Juande Ramos antepone el que en principio era el plan b. Ahora es habitual que el t¨¦cnico sevillista rebaje una banda, la derecha. Tanta fe tiene en el poder¨ªo de Alves que le concede toda la v¨ªa y le quita obst¨¢culos. A cambio, fortalece el dique de contenci¨®n con tres jugadores de pierna fuerte como Poulsen, Maresca y Mart¨ª. Anoche, una forma de acorralar a De la Pe?a, el pastor del Espanyol. La variante, un tanto ortop¨¦dica, tuvo un efecto imprevisto a favor de su equipo. Despejado el paisaje por la orilla de Alves y asfixiado lo Pelat, el Espanyol se empecin¨® en avanzar con su lateral izquierdo, David Garc¨ªa, desventurado toda la noche.
Enredado el conjunto catal¨¢n, de inicio poco a poco el Sevilla impuso su rodillo. Es un equipo huesudo, muy solidario, bien organizado y con todas sus l¨ªneas forradas de m¨²sculo. Y, sobre todo, no discute en el ¨¢rea del adversario, donde cualquiera de sus reputados delanteros maneja el gatillo con velocidad. M¨¢xime si se le conceden tantas facilidades como hizo el Espanyol tras un c¨®rner favorable. Palop, que remata, para y asiste, enganch¨® la pelota y con su brazo derecho la puso en los pies de Adriano. El brasile?o se dio una carrera y, de forma sorprendente, a su paso por la banda izquierda sali¨® el zurdo David Garc¨ªa, que lleg¨® tarde a una zona inh¨®spita para ¨¦l y se aplic¨® como un infantil, sin contundencia. Adriano resolvi¨® con un toque delicado con la derecha, pierna que no le distingue.
El gol no cambi¨® ning¨²n gui¨®n. Previsible en el caso del Sevilla, un equipo que no se descose ni en las buenas ni en las malas. S¨ª cab¨ªa suponer que el azote afectar¨ªa al Espanyol, m¨¢s inexperto. No fue el caso. Lleg¨® el momento de Riera. El encuentro ten¨ªa como cabeza de cartel a Alves, un jugador en constante mutaci¨®n: un brasile?o que corre como un lateral, piensa como un centrocampista, la enrosca como un extremo de categor¨ªa y, llegado el caso, se aplica como ariete si es necesario. Sin embargo, a la espera de Alves irrumpi¨® Riera, un zurdo esbelto, de amplia zancada y un tobillo izquierdo de goma que se perdi¨® durante alguna temporada en Burdeos tras un prometedor arranque en el Mallorca. El Espanyol le repesc¨® la pasada temporada, le cedi¨® al Manchester City y del chico no hubo noticias hasta avanzado este curso. No es el primer caso de zurdo estilista al que le sobra clase y le falta constancia, pero ayer Riera lleg¨® puntual. Recort¨® hacia el interior a Alves, Javi Navarro recul¨® sin salir a su paso y su disparo con la derecha, tal que Adriano, super¨® a Palop.
Aupado por la igualada, el Espanyol enfil¨® el segundo acto con m¨¢s decisi¨®n. Valverde es un t¨¦cnico atrevido, de los pocos capaces de envidar con un s¨®lo pivote defensivo (Mois¨¦s), un enganche liberado del tajo (De la Pe?a), dos extremos con la vista al frente (Rufete y Riera) y dos delanteros (Luis Garc¨ªa y Tamudo). Si el equipo se anima, como ayer en el inicio del segundo tiempo, no tiene reparos en reforzar el asalto. Visto que el Espanyol rodeaba al Sevilla, el entrenador vasco carg¨® con Pandiani y Luis Garc¨ªa relev¨® a Rufete en el costado derecho. A falta de Coro, toda la dinamita en pista. Juande hab¨ªa movido ficha antes. Tal era la decisi¨®n de ambos equipos que se multiplicaban los delanteros. Contrariado por el gol de Riera y la poca participaci¨®n de Alves en el primer tramo, el entrenador manchego recuper¨® a Navas y el equipo fue m¨¢s sim¨¦trico. A cambio, la retirada de Maresca liber¨® a De la Pe?a, que encendi¨® las luces y durante un trecho gobern¨® el Espanyol. La situaci¨®n, pese a todo, no disgustaba al Sevilla, un equipo con varios registros. Cuando le encierran acelera, porque le sobran velocistas. Kerzhakov es uno de ellos, por algo Juande le dio carrete en detrimento de Luis Fabiano, ariete menos ligero que el ruso.
En plena intriga por el intercambio de golpes, lleg¨® una jugada clave. Mois¨¦s, que ten¨ªa una tarjeta, fren¨® una carrera del ruso. El ¨¢rbitro suizo le expuls¨® y al Espanyol no le qued¨® otro remedio que bajar la persiana y cruzar los dedos. Parec¨ªa condenado frente a un equipo demoledor, que siempre tiene el dep¨®sito repleto. Y mucho m¨¢s cuando Navas conect¨® con Kanout¨¦ y parec¨ªa dar la rev¨¢lida al Sevilla. El Espanyol igual¨® de forma heroica y, como hace 19 a?os, se la jug¨® en los penaltis. De nuevo le sali¨® cruz, pero esta vez tras un enorme partido del que puede sentirse muy orgulloso. Lo mismo que el Sevilla, que se ha instalado en un para¨ªso donde ya le espera otra cita de alta alcurnia: una final ante el Liverpool o el Milan. Es lo que tiene hacerse un hueco en la gran aristocracia del f¨²tbol.
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