Inmigraci¨®n y literatura
La inmigraci¨®n es una materia filos¨®fica de plastilina. Adopta las formas que convengan a los prejuicios o a los intereses de cada uno, pues hay en el mercado discursos para satisfacer todas las necesidades. Si usted est¨¢ bien dispuesto, ah¨ª tiene los datos del crecimiento de la econom¨ªa espa?ola durante los ¨²ltimos diez ejercicios: 2,3 puntos porcentuales por habitante y a?o, tasa que habr¨ªa resultado imposible sin la participaci¨®n de los extranjeros, que tambi¨¦n nos sacaron, por cierto, del bache demogr¨¢fico. M¨¢s a¨²n: suele decirse que si toda la inmigraci¨®n, incluida la ilegal, se pusiera ma?ana en huelga, el pa¨ªs se paralizar¨ªa en unas horas.
Pero si se ha levantado usted con el pie izquierdo y busca un motivo para cabrearse, podr¨¢ encontrar en Internet sesudos estudios acerca de la relaci¨®n entre inmigraci¨®n y delincuencia. Podr¨ªamos decir que hay discursos para gente de izquierdas buena, para gente de derechas mala, para gente de izquierdas mala y para gente de derechas buena. Tambi¨¦n para los que no son ni carne ni pescado. Todo es cuesti¨®n de buscar con un poco de paciencia.
Seguro que usted ha asistido a alguna conferencia sobre literatura y gastronom¨ªa o sobre literatura y crimen o sobre literatura y drogas o sobre literatura y enfermedad o sobre literatura y esclavitud o sobre literatura y blenorragia y as¨ª sucesivamente. Ello se debe a que hay materias que admiten cualquier compa?ero de viaje. Es tambi¨¦n el caso de la inmigraci¨®n. Vean si no: inmigraci¨®n y crecimiento econ¨®mico, inmigraci¨®n y riqueza cultural, inmigraci¨®n y delincuencia, inmigraci¨®n y tribus urbanas, inmigraci¨®n y terrorismo, inmigraci¨®n y miedo, inmigraci¨®n y agricultura, inmigraci¨®n y mala conciencia, inmigraci¨®n y aborto, inmigraci¨®n y naufragio, inmigraci¨®n y cayucos, inmigraci¨®n y creencias religiosas... Busque usted una palabra cualquiera, p¨®ngala al lado del t¨¦rmino inmigraci¨®n (o de literatura) y ver¨¢ c¨®mo parece el t¨ªtulo de una ponencia. Otra cosa es que sea una ponencia de derechas o izquierdas, una ponencia decente o indecente, una ponencia electoral o poselectoral, una ponencia econ¨®mica o filos¨®fica...
Y del mismo modo que tenemos discursos para todos los gustos, para todas las tendencias pol¨ªticas, para todas las situaciones sociales, incluso para todas las cenas de todos los s¨¢bados del a?o, disponemos tambi¨¦n de fotos para todas las situaciones psicol¨®gicas. La que encabeza este texto est¨¢ pensada para provocar estados de buena conciencia. Ah¨ª tienen a un chico joven que hac¨ªa turismo en una playa de Canarias, cuando lleg¨® un cayuco, o una patera, ahora no caigo, con inmigrantes a punto de morir. ?Qu¨¦ hizo el joven? ?Coger su toalla y marcharse? ?Mirar para otro lado? ?Telefonear a Acebes para denunciar la invasi¨®n? Nada de eso. Arrop¨® a uno de los n¨¢ufragos, que sufr¨ªa hipotermia, y lo hidrat¨® con agua mineral.
Es cierto que podr¨ªamos haber publicado una foto de la valla de Melilla, donde caen como conejos, o una foto sobre bandas latinas, o sobre prostitutas dominicanas, que provocan mal rollo. Pero queremos dar ejemplo a los pol¨ªticos, que sin duda durante esta campa?a tocar¨¢n el asunto de la inmigraci¨®n, para que unifiquen un poco su discurso sobre el tema y no lo utilicen como arma electoral. Gracias.
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