Los ojos enfermos de Monet y Degas
Un oftalm¨®logo simula las afecciones de dos maestros impresionistas
?Qu¨¦ intent¨® expresar el pintor en la obra? "Eso depende de lo que viese el artista al mirarla", dice el profesor de Oftalmolog¨ªa de la Universidad de Stanford, Michael F. Marmor. Hijo de coleccionistas de arte, la deformaci¨®n profesional le ha hecho cuestionar el enigma.
Problemas en la vista llevaron a Monet y Degas a evolucionar hacia la abstracci¨®n
Marmor publica en The Archives of Ophtalmology un experimento que sostiene que los cambios de estilo que Degas y Monet acusaron en sus ¨²ltimos a?os no responden a una evoluci¨®n hacia el arte abstracto o expresionista, como defienden muchos cr¨ªticos de arte, sino a las afecciones oculares que sufrieron con la edad. Degas tuvo una degeneraci¨®n macular que le nublaba la vista, Monet sufri¨® cataratas. "Su ¨¦poca m¨¢s abstracta coincide con los a?os en los que ve¨ªa tras el filtro borroso y amarillento de la enfermedad", dice el cient¨ªfico. "Tras ser operado, volvi¨® a su estilo anterior".
La cuesti¨®n no es tanto que los pintores viesen el mundo distinto y por eso pintasen raro, sino que sabiendo que ya no ve¨ªan bien, trataron de compensarlo en su obra (Degas acab¨® pintando sobre lienzos enormes). La iron¨ªa: "Al mirar sus cuadros no eran capaces de juzgar si lo que acababan de pintar era, de hecho, lo que quer¨ªan haber pintado", dice Marmor.
Para explicar el l¨ªo, lo mejor es ver a trav¨¦s de sus ojos. Con un programa inform¨¢tico, Marmor aplica filtros que imitan las afecciones. Mire las im¨¢genes. Las de la derecha muestran como Monet pint¨® entre 1918 y 1924, cuando sus cataratas eran m¨¢s graves, el Puente japon¨¦s de Giverny. Donde nosotros vemos radicales naranjas y azules, ¨¦l ve¨ªa el mejunje verde amarillento que muestran las im¨¢genes de la derecha. Las cataratas le privaron de su sutil paleta de colores visual, esencia de su estilo. Monet lo compens¨® a ciegas. "Al final escog¨ªa los colores por la etiqueta y cuando se oper¨® destruy¨® muchos de los cuadros de ese periodo", dice Marmor,
Degas tuvo mejor suerte con la enfermedad que le toc¨®. "Nosotros vemos una tremenda evoluci¨®n de su trazo a medida que se hace mayor y ve peor", dice Marmor: "Es menos refinado, sus perfiles menos suaves, su pincelada m¨¢s hosca". Sin embargo, su afecci¨®n difuminaba estas diferencias. "?l sab¨ªa que sus trazos eran m¨¢s torpes, pero cuando se alejaba para mirar el cuadro, lo que ve¨ªa era una figura suave y bien sombreada". "En cierto modo, la naturaleza de su afecci¨®n le dio confianza para seguir pintando hasta el final de sus d¨ªas", concluye Marmor, que aclara que su teor¨ªa no explica el arte, pero dice mucho de los obst¨¢culos a los que se enfrentaron los pintores.
?C¨®mo han reaccionado los cr¨ªticos de arte a la tesis del oftalm¨®logo? "Muchos lo encuentran ¨²til para entender mejor al artista", dice Marmor, "otros creen que los m¨¦dicos no deber¨ªamos meter las narices en lo que no nos incumbe".
Marmor apoya su investigaci¨®n en documentos hist¨®ricos, sobre todo cartas en las que los artistas hablan de su visi¨®n pero no mencionan su intenci¨®n consciente de evolucionar hacia el arte abstracto. Y huye de las especulaciones. ?Puede que las figuras alargadas de El Greco se debiesen al astigmatismo? "Eso es un mito, no tiene fundamento ni hist¨®rico ni m¨¦dico", dice dando extensas explicaciones de ambos ¨¢mbitos. ?Y que Van Gogh sufr¨ªa una extra?a afecci¨®n que altera la percepci¨®n de los colores? "Otro bulo", dice Marmor, "a Van Gogh, simplemente, le gustaba el amarillo".
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