Los hechizos y la hoguera
Nerea Riesco se introduce en la Espa?a de brujas e inquisidores en la novela 'Ars magica'
En 1610, son condenadas a la hoguera 11 personas en Logro?o. Se les acusa de brujer¨ªa. Algunas zonas del norte de Espa?a son escenario de aquelarres y devociones sat¨¢nicas. Se dice que algunas noches las brujas danzan alrededor del diablo en pueblos remotos del reino como Zugarramurdi. Los supuestos poderes de unas desgraciadas, marcadas por la ignorancia y la pobreza, son vistos con escepticismo por varios inquisidores. Uno de ellos, Alonso de Salazar y Fr¨ªas, no cree en Dios ni en el diablo. La escritora Nerea Riesco, nacida en Bilbao y residente en Sevilla, ha situado en este escenario su novela Ars magica, que acaba de publicar Grijalbo.
Riesco comenz¨® la escritura de la novela movida por algo que le interesa mucho: "la dualidad con que el ser humano se enfrenta al mundo". "Hay una parte racional y otra parte que es la magia, muy aferrada a nosotros en nuestros peque?os rituales, en el hecho, por ejemplo, de creer en un talism¨¢n, de que algo nos trae buena suerte si lo llevamos encima", afirma la escritora, que gan¨® el IX Premio Ateneo Joven de Novela de Sevilla en 2004 con El pa¨ªs de las mariposas y es cronista de la edici¨®n andaluza de EL PA?S.
"Las brujas eran personas a las que culpar de las desgracias de los dem¨¢s"
"En Espa?a se conden¨® a muy poca gente por brujer¨ªa. Creo que fueron unas sesenta y tantas personas frente a las miles condenadas en Alemania. En el caso que relato en la novela quemaron a 11 personas. Cuando se condenaba a gente por brujer¨ªa, m¨¢s del 90% de las personas que mor¨ªan eran mujeres. El Pa¨ªs Vasco siempre ha tenido una sociedad muy matriarcal, con deidades femeninas", afirma la autora.
"Me interes¨® much¨ªsimo el personaje principal de la novela, Alonso de Salazar, que es, adem¨¢s, un personaje hist¨®rico. Es la primera vez que un inquisidor se destapa como defensor de una causa justa. A Salazar lo llamaron el abogado de las brujas. Fue la primera persona que intent¨® eliminar esas creencias", asevera Riesco. Mucha gente atribu¨ªa a las consideradas brujas poderes extraordinarios, como el de volar, provocar tormentas o envenenar cosechas.
Las condenas coincidieron con un periodo hist¨®rico, los comienzos del siglo XVII, muy duro. "La realidad del d¨ªa a d¨ªa era muy dif¨ªcil de digerir. Unos a?os antes hab¨ªa habido una peste. Tambi¨¦n hab¨ªa mucha hambre. Por ello, algunas personas buscaban v¨ªas de escape: fiestas nocturnas en las que se beb¨ªa, se bailaba y se ten¨ªan relaciones sexuales", se?ala.
La Inquisici¨®n no estaba demasiado interesada en atrapar a supuestas brujas. Las razones econ¨®micas ten¨ªan un peso importante en esta falta de celo. "La Inquisici¨®n espa?ola no depend¨ªa de nadie, sino de ella misma. Los inquisidores se quedaban con los bienes de los procesados. No les sal¨ªa rentable coger a las personas procesadas por brujer¨ªa, que en muchos casos eran ancianas y curanderas que viv¨ªan en caba?as. A la Inquisici¨®n le interesaba, por ejemplo, procesar a un jud¨ªo para quedarse con sus bienes. Alonso de Salazar se indign¨® al ver la situaci¨®n. Acababa de llegar al Tribunal de Logro?o y vio c¨®mo sus dos colegas inquisidores se comportaban de una manera irracional. Se rebel¨® contra eso", afirma Riesco.
?Qui¨¦nes eran las brujas, esas mujeres hostigadas desde diversos frentes? "Eran chivos expiatorios cuando no hab¨ªa buenas cosechas y cuando el hambre se extend¨ªa. Las personas procesadas eran viudas, mujeres mayores, parteras... Eran personas a las que culpar de las desgracias de los dem¨¢s", detalla Riesco.
En la novela brilla el personaje de Mayo, que establece un juego de contrastes con Salazar. "He querido hacer un paralelismo entre Salazar, la parte racional, y Mayo, la tradici¨®n m¨¢gica pura y dura. Mayo es una criatura criada en el bosque por una sorgina (bruja en vasco) y que ha aprendido a saber cu¨¢les son los efectos ben¨¦ficos de cada hierba, con qu¨¦ hierbas se puede envenenar a alguien... Cada cap¨ªtulo de la novela va encabezado por una receta m¨¢gica que hace Mayo: hechizos para perfumarse, poder volar, poder volverse invisible, filtros de amor y desamor...", dice la autora.
El t¨ªtulo de la novela, Ars magica, hace referencia a los poderes positivos que pod¨ªan ejercer determinadas personas. "En esa ¨¦poca hablaban de Ars magica como de las cosas extraordinarias que pod¨ªa hacer una persona, cosas que tienen que ver con la f¨ªsica. Hab¨ªa una desviaci¨®n de esa parte m¨¢gica en la que entraba el demonio, que era ya la brujer¨ªa. Ese poder, ars magica, era, as¨ª, la parte bonita. Pero hab¨ªa el peligro de que tuviera adeptos que la deformaran y se convirtiera en brujer¨ªa", concluye Riesco.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.