La Sinf¨®nica de Galicia arranca con fuerza en el festival Mozart

El festival Mozart arranc¨® en la noche del mi¨¦rcoles en A Coru?a con un concierto memorable. A lo largo del pr¨®ximo mes y medio, dos ¨®peras representadas, tres en versi¨®n concierto, una para familias, cinco conciertos sinf¨®nicos, tres de m¨²sica de c¨¢mara, dos recitales de piano y tres de canto y piano se suceder¨¢n en una programaci¨®n orientada a todos los p¨²blicos, desde el mel¨®mano m¨¢s exigente al que se inicia en la afici¨®n.

Celebrado en el Teatro Col¨®n Caixa Galicia, el concierto inaugural estuvo a cargo de la Orquesta Sinf¨®nica de Galicia (OSG) y el Coro de C¨¢mara Eric Ericson, con la participaci¨®n de Mar¨ªa Jos¨¦ Moreno, soprano; Lola Casariego, contrato; Gustavo Pe?a, tenor, y Yorck Felix Speer, bajo. En programa, la Sinfon¨ªa n? 49 La passione de Haydn y el conocid¨ªsimo Requiem de Mozart.

La passione es una muestra de por qu¨¦ a Haydn se le conoce como el padre de la sinfon¨ªa. Su primer movimiento es un adagio que por s¨ª solo ya nos dice el porqu¨¦ del sobrenombre. La cuerda de la OSG y el clave fueron base de una expresi¨®n de pasi¨®n honda y serena, con la tersa suavidad colocada en el bastidor para ser apenas bordada con el oro de una trompa. El segundo, allegro, estuvo caracterizado por un canto de l¨ªneas bien trazadas por la Sinf¨®nica y V¨ªctor Pablo. ?ste dio paso a un minueto con el protagonismo bien ganado del cuarteto de principales de las cuerdas, sobre todo en el tr¨ªo. La energ¨ªa del presto, expresado con br¨ªo y una din¨¢mica bien matizada dio adecuado remate a un Haydn de altura, seguramente el mejor que V¨ªctor Pablo P¨¦rez ha hecho con la Sinf¨®nica.

A lo largo del Requiem de Mozart se sucedieron bell¨ªsimos momentos, como, en el Introito, con la entrada del coro (requiem aeternam) y la de Moreno (te decet), las agilidades del coro en el Kyrie, la serenidad y el fiato del Tuba Mirum de Speer, que se hizo la frase entera con una respiraci¨®n al parecer inagotable, y la expresi¨®n de las intervenciones de Casariego y Pe?a. Los cuatro solistas llenaron sus solos de emoci¨®n. Su concertaci¨®n como cuarteto y con orquesta y coro fue impecable.

Pero el momento sublime, el de la emoci¨®n que no parar¨ªa hasta mucho despu¨¦s del concierto, fue una modesta s¨ªlaba: la tercera de Lacrymosa, primera palabra del ¨²ltimo n¨²mero de la secuencia. La sonoridad de la ovaci¨®n se multiplic¨® cuando V¨ªctor Pablo P¨¦rez mand¨® levantar al coro para recibirla.