"?Que alguien detenga esto, aunque sean los jud¨ªos!"

"?Que alguien detenga esto, aunque sean los jud¨ªos!". Dicho por Amelia Sayans, una mujer en la cincuentena casada con el palestino Ibrahim, suena sorprendente. Hace 11 meses, cuando el Ej¨¦rcito israel¨ª invadi¨® Gaza tras la captura del soldado Gilad Shalit, echaba pestes -nunca pronuncia la palabra Israel- de los jud¨ªos. Vive en Beit Hanun desde hace 25 a?os, a escasos metros de la frontera, y su casa fue agujereada a balazos por los militares israel¨ªes.

Ayer era diferente, y comprensible. En plena contienda entre las milicias palestinas, el polic¨ªa palestino y espa?ol Mohamed Hamed Sayans, de 21 a?os, hijo de Amelia, muri¨® el mi¨¦rcoles por la tarde. Tan horrible es la situaci¨®n en la franja que Ibrahim y Amelia han recomendado a otro de sus siete hijos, Hamed, que no regrese desde Madrid, donde estudia Sociolog¨ªa en la Universidad Juan Carlos I.

"Nos llamaron familiares para decirnos que estaba herido. Empez¨® a llegar mucha gente a casa. Pero cuando vi a mi hijo Karim que se secaba las l¨¢grimas, lo supe con certeza", contaba Amelia entre sollozos. Mohamed pertenec¨ªa a la polic¨ªa civil, un cuerpo de seguridad al margen de la guerra que enfrenta a las milicias leales a Ham¨¢s y a Al Fatah. Una v¨ªctima inocente, como la enfermera, el periodista o el hombre barbudo tiroteado por eso, por llevar barba, aunque no fuera islamista.

"Mohamed, reci¨¦n casado con F¨¢tima, que est¨¢ embarazada, deseaba no toparse con los controles que las milicias montan de improviso en cualquier sitio. Y por ello decidi¨® permanecer en un apartamento de la familia en el centro de la ciudad de Gaza", comentaba su padre, simpatizante de Al Fatah, mientras recib¨ªa a familiares y amigos.

Fue una desafortunada elecci¨®n. El barrio de Tel al Hawa fue zona de combate durante toda la jornada. "Le mataron por la espalda. La gente est¨¢ muriendo y el mundo no hace nada. ?Que acaben con Ham¨¢s, que acaben con ellos!", termina Amelia, embargada por la rabia.