En vilo por el futuro laboral
Universitarios europeos de 36 pa¨ªses alertan en un informe del peligro de que el grado sea un mero tr¨¢mite hacia el 'master'
El verde oscuro significa que ya est¨¢ hecho, el verde claro, que est¨¢ muy avanzado. Mientras los expertos explican con gr¨¢ficos de colores a los ministros de Educaci¨®n de 46 pa¨ªses europeos c¨®mo se va fraguando el marco com¨²n de universidades previsto para 2010 -efectivamente, est¨¢ ya muy avanzado-, los estudiantes aportan su visi¨®n de c¨®mo est¨¢n viviendo el proceso ahora mismo en los campus, con los cambios a medio hacer o a medio probar, y se?alan qu¨¦ les gustar¨ªa que pasara y qu¨¦ temen que suceda. Por ejemplo, que despu¨¦s de estudiar tres o cuatro a?os y obtener un t¨ªtulo universitario, ¨¦ste no les d¨¦ posibilidades reales de trabajo.
As¨ª lo pone de manifiesto el informe que la Uni¨®n Europea de Estudiantes (ESU, en siglas inglesas) present¨® ayer en la conferencia bianual de ministros que se est¨¢ celebrando en Londres para conocer el estado de las reformas acordadas en la Declaraci¨®n de Bolonia de 1999 y fijar los pr¨®ximos objetivos. Los representantes de las asociaciones estudiantiles de los 36 pa¨ªses europeos que forman ESU (dan voz a casi 10 millones de alumnos) respondieron a finales del a?o pasado la encuesta en la que se ha basado el estudio. La nueva estructura com¨²n de las carreras consta de tres ciclos: un grado de tres o cuatro a?os (en Espa?a, de cuatro, sustituir¨¢ a las diplomaturas y licenciaturas), master de especializaci¨®n de uno o dos, y doctorado de tres o cuatro. "Un alarmante n¨²mero de asociaciones nacionales de estudiantes han asegurado que los antiguos t¨ªtulos han sido simplemente partidos en dos, dejando al nuevo Grado con un valor poco claro tanto para los estudiantes como para el mercado laboral", dice el texto. De esta manera, los alumnos estar¨ªan pr¨¢cticamente obligados a cursar un master, cuyas matr¨ªculas son m¨¢s caras que las de los grados.
Los alumnos consideran que se ha apoyado poco la movilidad
En Espa?a, estas dificultades no tienen todav¨ªa posibilidad de existir porque a¨²n no se ha implantado el Grado; se har¨¢ a partir del curso 2008-2009. Y a¨²n as¨ª, ¨¦ste es un viaje de ida y vuelta en el que los alumnos y graduados espa?oles pueden encontrarse con estas dificultades si quieren estudiar fuera o buscar trabajo una vez titulados. "Tenemos que hacer un gran esfuerzo por explicarle a la sociedad en general los cambios que estamos haciendo", dijo la ministra espa?ola de Educaci¨®n, Mercedes Cabrera. "Nuestra apuesta es que el t¨ªtulo de Grado tenga toda la preparaci¨®n necesaria para acceder al mercado laboral".
A la espera de lo que ocurra en Espa?a con las nuevas carreras que a partir de septiembre empezar¨¢n a dise?ar las universidades, ya se pueden cursar los primeros masters y doctorados adaptados a Europa (se han ofrecido este a?o m¨¢s de 800). Y, en efecto, aunque el precio m¨¢ximo lo fijan las administraciones, son m¨¢s caros que la etapa previa: cuestan entre 1.400 y 1.600 euros al a?o. El director general de Universidades, Javier Vidal, record¨® ayer que Espa?a ha establecido pr¨¦stamos para cursar estos estudios, que los alumnos no tendr¨¢n que devolver hasta que alcancen un nivel m¨ªnimo de ingresos. Aun as¨ª, una de las principales preocupaciones de los estudiantes es que la reforma pueda incidir en las desventajas de los alumnos con menos posibilidades econ¨®micas.
El informe de los alumnos se queja de que si bien se ha estado haciendo mucho hincapi¨¦ hasta ahora en cuestiones como la estructura formal de las carreras, se ha dejado de lado otras, como la mejora de la cohesi¨®n social a trav¨¦s de la educaci¨®n superior, objetivo marcado en 2001.
La Estrategia de Lisboa, que pretende hacer de la europea la econom¨ªa m¨¢s competitiva del mundo -lo cual pasa a su vez, entre otras cosas, por mejorar sus universidades- est¨¢ en la mente de los responsables pol¨ªticos. Para los estudiantes, el principal atractivo de los cambios es la posibilidad de moverse por Europa mientras estudian la carrera, para especializarse con un master o doctorarse. Y en este sentido, consideran tambi¨¦n que se ha avanzado poco. "La movilidad sigue siendo el privilegio de una ¨¦lite", se quejaba ayer ante los ministros de educaci¨®n el representante de los alumnos Koen Geven.
Una de las principales cr¨ªticas que se ha hecho a las becas Erasmus, que llevan funcionando ya 20 a?os, es la escasez de la cuant¨ªa. Aunque admite que muchos pa¨ªses est¨¢n haciendo esfuerzos (Espa?a dar¨¢ 500 euros extra al mes a los alumnos con menos nivel de ingresos), la asociaci¨®n ha pedido la creaci¨®n de un fondo europeo de movilidad que garantice la equidad y tenga en cuenta el coste de vida en el pa¨ªs de destino.
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