Primera campa?a desde el poder
El vicepresidente esgrime su gesti¨®n all¨¢ donde va para conquistar m¨¢s alcald¨ªas
Con los dedos de Anxo Quintana el Bloque Nacionalista Galego ha tocado su poder m¨¢s preciado: la Xunta. Despu¨¦s de un a?o y medio con la corbata de vicepresidente anudada al cuello, el l¨ªder de los nacionalistas ha vuelto a enfundarse el mono de campa?a. En 15 d¨ªas atravesar¨¢ m¨¢s de 7.000 kil¨®metros de carreteras y pistas. Sus asesores en marketing pol¨ªtico le han hecho remar, golpear la bater¨ªa, jugar a los bolos y comerse su p¨¢nico a las alturas volando en helic¨®ptero. El vicepresidente tiene que hacerse ver cueste lo que cueste. Es la imagen del nacionalismo en el gobierno, el icono con el que el Bloque conf¨ªa en seducir a los vecinos y multiplicar sus dominios municipales.
Los dirigentes locales presentan en los m¨ªtines a Quintana como un conseguidor
Al despacho del n¨²mero dos de la Xunta le salieron cuatro ruedas y un motor. Desde el d¨ªa en que empez¨® la campa?a electoral, Quintana lee la prensa, departe con sus colaboradores y prepara sus discursos en el asiento de un Citro?n C5, escuchando m¨²sica de jazz, Berrog¨¹eto y Suso Vaamonde. De Allariz, pasando por donde digan sus asesores, a Allariz, la esquina orensana donde duerme todas las noches.
Cada tarde, hay un polideportivo, auditorio o teatro en Galicia donde cientos de personas escuchan estas palabras. "En estos momentos, hace su entrada el vicepresidente de la Xunta y portavoz nacional del BNG, ?Anxo Quintana!" Por primera vez desde que se fund¨® el Bloque, en 1982, la megafon¨ªa de los m¨ªtines nacionalistas pregona con trompas y clarines la entrada en el recinto de un cargo de la Xunta.
Y tambi¨¦n desde el estrado se anuncian guarder¨ªas, centros de d¨ªa, residencias para mayores, suelo industrial y viviendas protegidas. La gesti¨®n en las conseller¨ªas controladas por el BNG est¨¢ presente cada d¨ªa en los m¨ªtines y reuniones vecinales que protagoniza Quintana, convertido para sus correligionarios en un conseguidor.
El portavoz nacional del Bloque ha hecho "gestiones" desde Vicepresidencia y ha logrado que Caixa Galicia sustituya el recinto de ocio que iba a construir en Ribeira por un centro de d¨ªa para mayores. As¨ª lo relat¨® esta semana en un mitin Ana ?lvarez, miembro de la candidatura del Bloque en este ayuntamiento coru?¨¦s, para persuadir a sus convecinos de las ventajas de votar a los nacionalistas. "En cuanto Dominga Bri¨®n [cabeza de cartel del BNG en Ribeira] se enter¨®
[del proyecto de Caixa Galicia] llam¨® a Anxo Quintana. Y le dijo: 'Anxo, Ribeira no necesita un centro de ocio sino uno de d¨ªa'. Anxo hizo la gesti¨®n".
Nunca hasta ahora se ped¨ªa desde el p¨²lpito nacionalista "colaboraci¨®n institucional" con la Xunta. Ahora ¨¦ste es uno de los grandes argumentos de Quintana para convencer a los electores de que voten al Bloque en las municipales. Porque, aduce, si quieren recibir del Gobierno gallego pisos sociales, escuelas infantiles, geri¨¢tricos y medios para luchar contra los incendios, s¨®lo un alcalde de su partido cooperar¨¢ con los conselleiros nacionalistas en tal tarea.
Quintana ha retomado en esta campa?a el af¨¢n por acercarse a la "gente" "Los del BNG somos los que m¨¢s nos parecemos a la gente normal", proclama all¨¢ donde va. Obsesionado por llegar a las masas, orgulloso de las cifras de audiencia en la tele, el l¨ªder nacionalista se pasea por Galicia como el alcalde de pueblo que fue. "De eso de ser alcalde puedo hablar con bastante conocimiento de causa", dice.
En su primera gira electoral como vicepresidente a Quintana le ataca a veces la nostalgia. Cuando hace unos d¨ªas pis¨® la Praza do Concello de O Porri?o (Pontevedra), record¨® a su padre, vendedor al por mayor, y los viajes que con ¨¦l hac¨ªa a este ayuntamiento, ahora del BNG. Y a la cabeza se le vino aquel d¨ªa en el que vieron a un ni?o colocar una peseta en los ra¨ªles para que fuese triturada por el tranv¨ªa. El padre del nacionalista le dio un giro pol¨ªtico a la travesura. "Acaba de aplastar a Franco y ni se ha dado cuenta", susurr¨®. Cuarenta a?os despu¨¦s, junto a las v¨ªas donde se hizo a?icos la cara del dictador, la megafon¨ªa anuncia la entrada del primer vicepresidente nacionalista de la Xunta.
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