Gran Jefe Ted

Ni Hereu, ni Trias, ni Mayol. El pol¨ªtico que m¨¢s me ha impresionado de todos los que he conocido personalmente es Ted Moses, gran jefe de los indios cri.

Los cri son un pueblo de lengua algonquina de EE UU y Canad¨¢. Su nombre com¨²n es la abreviaci¨®n del que les dieron los exploradores franceses, cristinaux, de kiristino, la palabra ojibwa para los miembros de una tribu al sur de la Bah¨ªa de Saint James. Ellos mismos se llaman eeyouch ('el pueblo'). En Quebec son 12.000 y forman una de las 11 naciones ind¨ªgenas aut¨®ctonas junto a los mohawks, naskapis o hurones-wendats. Un mundo estupendo, a lo El ¨²ltimo mohicano, como se ve.

Conoc¨ª al gran jefe del Eeyou Istchee (el Gran Consejo Cri) en Barcelona en noviembre de 2002, cuando el l¨ªder indio recorr¨ªa Europa junto al ministro de Asuntos Aut¨®ctonos y Desarrollo del Norte de Quebec, Michel L¨¦tourneau, para publicitar La Paz de los Valientes, el tratado que acababan de firmar el Gobierno y los cri.

Consegu¨ª colarme en un encuentro de Moses con representantes de las secciones de pol¨ªtica de los peri¨®dicos en una comida en un restaurante elegante. Hab¨ªa ido imaginando encontrar a un Uncas con camisa de ante y tomahawk y me encontr¨¦ a un tipo con traje y R¨®lex, doctorado en derecho por la Universidad de Saskatechewan. Y es que los cri tienen hoy hasta una compa?¨ªa a¨¦rea, Air Creebec. Se habl¨® mucho en la mesa del tratado, de sus aspectos legales y econ¨®micos, de la explotaci¨®n industrial de los territorios cri, de los pol¨¦micos proyectos hidroel¨¦ctricos y de la posici¨®n de los indios en el refer¨¦ndum para la independencia de Quebec.

En la sobremesa, como hab¨ªa bebido mucho (ya que no sab¨ªa de qu¨¦ hablar), me atrev¨ª a preguntarle al gran jefe sobre la vida de sus antepasados, si pon¨ªan trampas, cortaban cabelleras y esas cosas. Todos me miraron horrorizados, pero Moses sonri¨® y pareci¨® relajarse (me di cuenta entonces de que le molestaba la corbata tanto como a m¨ª). "S¨ª", dijo con un punto de nostalgia, "hac¨ªamos la guerra contra los inuit para quitarles mujeres, y quem¨¢bamos sus pueblos. Tambi¨¦n luch¨¢bamos con los iroqueses al sur. Era como en Bailando con lobos. A m¨ª me encanta cazar, el alce y el castor". Vaya, jefe, ?y qu¨¦ m¨¢s tienen por ah¨ª?, continu¨¦. "Carib¨², puma, lince...". Se fue entusiasmando, y yo con ¨¦l. "?Y la pesca!, ?tenemos unas truchas as¨ª de grandes!".

Con esto de la campa?a he pensado mucho en Ted. Como me dio su tarjeta, le llam¨¦ el otro d¨ªa a Nemaska -'donde el pez abunda', en cri-, junto al lago Champion, a fin de pedirle unos comentarios sobre la vida politica para esta columna. "El jefe no est¨¢", me respondi¨® una voz de mujer, "y ha dejado de ser el jefe". Ted (43,3%) perdi¨® las elecciones cri en 2005 ante Matthew Mukash (55,9%). Me entristeci¨® porque no es que fu¨¦ramos Old Shatterhand y Winnetou, pero hab¨ªa un cari?o, y tener un amigo gran jefe mola. Sin embargo, lo imagin¨¦ en canoa, pescando aquellas enormes truchas en el Gran Norte, lejos de la pol¨ªtica. Y le envidi¨¦.