La no campa?a llega al ecuador
La baja intensidad de la agenda de los candidatos marca la primera parte de la carrera electoral
La campa?a electoral ha recorrido la mitad de su camino sin que las agendas de los dos principales candidatos a presidir la Generalitat, Francisco Camps (PP) y Joan Ignasi Pla (PSPV), hayan alcanzado picos de intensidad. Tras la inflexi¨®n propia del inicio de campa?a, sus agendas se han ido enfriando, aunque con la excepci¨®n de algunas citas m¨¢s vibrantes (y entre ¨¦stas, las de los denominados actos centrales, que coinciden con las visitas de los l¨ªderes nacionales).
Al candidato popular le interesa una campa?a de perfil bajo, ya que no puede prescindir del tr¨¢mite de someterse a ella. Su voto sociol¨®gico est¨¢ movilizado al m¨¢ximo desde hace tres a?os como resultado de la estrategia seguida por el PP en Madrid contra el frustrado proceso de paz que inici¨® el Gobierno con ETA, as¨ª como con la ceremonia de la confusi¨®n respecto al 11-M.
Tras la inflexi¨®n del inicio las agendas de los candidatos se han enfriado
Asimismo, en el ¨¢mbito auton¨®mico, el PP ha desplegado a lo largo de la legislatura eficaces instrumentos de movilizaci¨®n como el victimismo respecto al Gobierno central, hacia el que desv¨ªa las responsabilidades de todo lo que estropea la postal paradis¨ªaca de la Comunidad Valenciana. Entre el amplio cat¨¢logo de agravios destaca especialmente la agitaci¨®n continua sobre el revocado trasvase del Ebro, que ha calado como "lluvia fina". Adem¨¢s, subir la intensidad de la campa?a podr¨ªa suponer una movilizaci¨®n del voto de izquierda y, por consiguiente, una reducci¨®n de la amplia bolsa de indecisos que ha decantado las encuestas a favor de los populares. En esa t¨®nica, el debate televisivo de Canal 9 con los tres candidatos a la Generalitat apenas fue publicitado por la cadena, por lo que logr¨® un 5,3% de share.
El PP determin¨® el ritmo de la campa?a con el fogonazo del circuito urbano de F¨®rmula 1 para Valencia y luego la ha mantenido a fuego m¨ªnimo para absorber el voto de centro con el resplandor de los eventos y su halo de prosperidad. S¨®lo ha apretado el acelerador para subrayar mensajes anticatalanistas que, aparte de zapar al PSPV, eviten fugas de votos desde su espectro sociol¨®gico a opciones como Uni¨®n Valenciana o Coalici¨®n Valenciana, que podr¨ªan poner en riesgo su mayor¨ªa absoluta.
Por el contrario, el PSPV se enfrenta al reto de movilizar a sus votantes con no pocos inconvenientes. Entre ellos, la eficaz m¨¢quina de propaganda desarrollada por el PP durante sus doce a?os en el Palau de la Generalitat. Pese a ello, desde Madrid el PSOE ha reforzado la campa?a con la presencia del presidente del Gobierno en Valencia y Alicante. Sin embargo, tres a?os despu¨¦s de la llegada del PSOE a la Moncloa, los socialistas valencianos empiezan a sufrir el desgaste del poder del partido en Espa?a sin haber llegado a abandonar la oposici¨®n. Esta anomal¨ªa anquilosa en parte su mecanismo electoral al no ser percibidos como una alternativa neta, es decir, sin servidumbres con lo establecido.
Adem¨¢s, seg¨²n el an¨¢lisis de un destacado socialista valenciano, la izquierda no ha encontrado su espacio electoral tras perder las elecciones en 1995. "El PSPV no tiene terreno y de ah¨ª que la visualizaci¨®n de su campa?a pierda intensidad", explica. El PP ha ocupado el espacio desideologizado con el discurso de los grandes eventos como medio de generaci¨®n de riqueza y prosperidad, mientras el PSPV se cuece en sus propias contradicciones al respecto. Pone los peros a los grandes eventos, pero no renuncia a apuntarse a las fotos que ellos suministran, lo que le reporta una imagen confusa tanto para el electorado desideologizado como para el muy ideologizado.
Fuera de ese espacio, le quedan los elementos con presencia social, como la higiene financiera, la salubridad democr¨¢tica y los conflictos sociales. Sin embargo, su papel al respecto tampoco resulta claro al electorado, ya que el Gobierno central o siempre guarda alguna relaci¨®n al respecto o no ha tomado medidas suficientes de saneamiento. Todo ello redunda en una "incomodidad presencial" del partido en la campa?a que hace que no se visualice. Como alternativa, el mensaje se ha recluido en los gui?os al bolsillo del electorado, ofreciendo ayudas econ¨®micas a las familias como principal icono electoral.
Varios expertos en demoscopia consultados detectan que en la campa?a auton¨®mica del PSPV de momento "no hay alegr¨ªa" como para producir una movilizaci¨®n determinante, aunque reconocen que la clave de esa movilizaci¨®n est¨¢ en las municipales.
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