Salud mental

Hac¨ªa ya alg¨²n tiempo, unos 18 a?os, que esperaba la publicaci¨®n en su diario de una tribuna similar a la que el pasado 15 de mayo, y bajo el t¨ªtulo El estigma de la enfermedad mental, firmaron los miembros del Grupo de Comunicaci¨®n de Salud Mental de la Consejer¨ªa de Sanidad de Andaluc¨ªa -10 miembros, nada menos-.

En condici¨®n de afectado cr¨®nico, comparto la idea de responsabilizar a todos los implicados de la creaci¨®n de ese falso estigma, incluidos los periodistas y sus directores, y los profesionales sociosanitarios, de lo que se deriva una obligaci¨®n moral correctora que, a fecha de hoy, brilla por su ausencia.

Al margen de que el eslogan "Una de cada cuatro personas padece una enfermedad mental en su vida. Recon¨®celo, la salud mental importa", se me antoja como un cero a la izquierda en la lucha contra el estigma -no veo la relaci¨®n entre una cosa y otra-, el enfoque que ofrece el art¨ªculo es sin duda positivo, ya que pone al descubierto la enorme tarea pendiente en este asunto de relevancia creciente.

Y si me permiten aportar un grano de arena, tambi¨¦n ser¨ªa positivo, creo, "controlar" de alguna forma las desorbitadas ganancias econ¨®micas que genera la salud mental, tanto para ese tipo de psiquiatras que antepone sus ingresos a cualquier otra consideraci¨®n, como para los laboratorios farmac¨¦uticos, que encuentran en estas patolog¨ªas su mayor fuente de beneficios. Unos y otros estimulan unos tratamientos poco eficaces basados ¨²nicamente en una medicaci¨®n indiscriminada que contribuye a mermar un poco m¨¢s las capacidades del paciente.

El diagn¨®stico de una enfermedad mental es una tarea muy relativa, tanto como la distinci¨®n entre lo real y lo irreal o entre la verdad y la mentira. ?Cu¨¢ntos psiquiatras son denunciados al a?o por una apreciaci¨®n err¨®nea o por la prescripci¨®n de un tratamiento inadecuado? ?Le pasa algo al m¨¦dico si un paciente se suicida? -perdonen la ignorancia-. ?De qu¨¦ forma se puede dilucidar una pr¨¢ctica imprudente? ?Qui¨¦n controla esto.