Capello y el problema de Calder¨®n
La tierra del jam¨®n de Jabugo, elemento imprescindible para comprender la cosmogon¨ªa de la uni¨®n de Fabio Capello con Espa?a, abri¨® la mente del t¨¦cnico italiano. Lesionado Emerson, se olvid¨® de sustituirlo con Beckham y forz¨® a Gago, que estaba lesionado, a ocupar el medio centro con Diarra. El siguiente movimiento de Capello consisti¨® en situar a Robinho pegado a la banda izquierda. Con esas medidas, el entrenador dio el primer paso. De sacar al Recre de su elemento se ocuparon los jugadores, con Robinho al frente.
El partido se jug¨® entre la calima del Atl¨¢ntico y el humo de las f¨¢bricas qu¨ªmicas de Fertiberia y Riotinto. Fue un d¨ªa desapacible, de aire contaminado, efecto invernadero y acciones irrevocables. A Robinho no lo intimidaron las condiciones medioambientales. Al contrario. Lo agitaron. Tuvo una de las tardes m¨¢s inspiradas desde que fich¨® por el Madrid, en 2005. Primero, dio un aviso dejando en evidencia a los centrales del Recre. Despu¨¦s les gan¨® en un centro de Beckham. Salt¨® sin oposici¨®n, cabece¨® a gol y el Madrid volvi¨® a recuperar el liderato perdido media hora antes en Riazor.
"Si el Madrid gana la Liga, habr¨¢ un problema". No es una frase sacada de la expedici¨®n del Barcelona en el Manzanares ni de la delegaci¨®n del Sevilla en Riazor. Son palabras del entorno de Ram¨®n Calder¨®n, el presidente del Madrid. La directiva del Madrid lleva cinco meses preparando el relevo de Capello con Schuster. El propio Capello no espera otra cosa que la destituci¨®n. De ese modo cobrar¨ªa ocho millones m¨¢s, algo que para el italiano es esencial, y romper¨ªa sus v¨ªnculos con Calder¨®n, un presidente por el que ya no se siente respaldado.
Sin embargo, la obtenci¨®n del campeonato obligar¨ªa a Calder¨®n a tener que explicar por qu¨¦ comete lo que parece una incoherencia. Esto es un problema pol¨ªtico.
Calder¨®n y sus directivos estuvieron a punto de ahorrarse este problema hasta el minuto 91. La gran tarde de Robinho no impidi¨® un desenlace agobiante para el Madrid. Fue obra de Roberto Carlos, autor de uno de esos goles que mantienen al equipo atado a la lucha.Cuando el bal¨®n golpe¨® la red, los jugadores del Madrid se lanzaron a abrazarlo. Acudieron los suplentes. Lo celebraron los t¨¦cnicos. Toda la delegaci¨®n. Hay problemas que la felicidad los hace peque?os.
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