Gimnasia infantil por prescripci¨®n m¨¦dica

Antonio, de 12 a?os, fue al m¨¦dico porque le dol¨ªa la cabeza y sali¨® de la consulta con un diagn¨®stico de hipertensi¨®n por sobrepeso.

Su problema, como el del 25% de los ni?os y adolescentes que pesan m¨¢s de lo que deben (el 15% son obesos) es, en una aplastante mayor¨ªa de los casos, la alimentaci¨®n inadecuada y el sedentarismo. Pero cambiar estos dos malos h¨¢bitos es un reto extremadamente complejo, como bien sabe Empar Lurbe, jefa de servicio de pediatr¨ªa del Hospital General de Valencia. Por eso, el a?o pasado el centro puso en marcha un programa que consiste en acudir al centro por las tardes para ponerse a las ¨®rdenes de un preparador f¨ªsico, algo as¨ª como sesiones de gimnasia por prescripci¨®n facultativa en el propio patio del hospital como parte del tratamiento.

Antonio, Sergio y Adri¨¢n forman parte del medio centenar de ni?os de entre 10 y 15 a?os que participan en el programa. Lo impuls¨® hace un a?o la unidad contra el riesgo cardiovascular en ni?os y adolescentes del hospital, de referencia en la Comunidad Valenciana. "Yo he perdido ya cinco kilos", comenta Adri¨¢n, que alarga la respuesta para escaquearse del ejercicio que siguen sus compa?eros y soltar un "nos traen nuestras madres", sin venir demasiado a cuento. "Yo cuatro y medio", a?ade Sergio apunt¨¢ndose a la conversaci¨®n.

El proyecto, en el que tambi¨¦n participa Isabel Torr¨®, del servicio de pediatr¨ªa, se gest¨® ante el incremento de ni?os con exceso de peso que pasaban por la consulta. El objetivo consiste en disminuir los riesgos cardiovasculares que presentan ya algunos de estos pacientes y, en el resto, evitar problemas a medio plazo derivadas del exceso de peso que puedan surgir de forma precoz. Un ni?o gordo tiene m¨¢s probabilidad de desarrollar a edades tempranas hipertensi¨®n, alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono (ligado a la aparici¨®n de diabetes tipo 2) o alteraciones de los l¨ªpidos. Y cuanto antes se traten estos problemas, m¨¢s f¨¢ciles ser¨¢n de combatir. Por eso, se eval¨²a el riesgo cardiovascular de forma individualizada mediante ecocardiogramas, se analiza el estado de los vasos sangu¨ªneos de los chavales y se observa si existen afecciones recardiacas o renales.

Con el perfil completo, se dise?a el tratamiento, que pasa esencialmente por inculcar h¨¢bitos cardiosaludables (los pacientes a los que se prescriben f¨¢rmacos apenas llegan al 5%). Eso significa, por un lado, ense?arles a comer bien. En ello tiene que ver la calidad de lo que se ingiere: "hay que evitar las golosinas, la boller¨ªa y la comida precocinada que tiene mucha sal", comenta la doctora. Pero tambi¨¦n regular y distribuir correctamente las calor¨ªas. "Entre el desayuno y el almuerzo se tienen que tomar el 25% o 30%, mientras que la cena no deber¨ªa sobrepasar el 15% de las calor¨ªas diarias". Las reuniones y los talleres de alimentaci¨®n que se ofrecen tanto a los padres como a los hijos son los principales instrumentos para insistir en este aspecto.

Juan Francisco Lis¨®n, m¨¦dico y profesor en la Universidad CEU-Cardenal Herrera de Valencia, y el preparador, Jos¨¦ Real, son los responsables del ejercicio f¨ªsico de los pacientes. "Cuando llegan se les nota que se cansan enseguida y apenas tienen coordinaci¨®n; algunos hasta se caen cuando corren hacia atr¨¢s", apunta Lis¨®n. Los ejercicios han de ir combinados con juegos para evitar el abandono de los chavales, poco acostumbrados al esfuerzo f¨ªsico.

Toda la actividad que realizan se controla con puls¨®metros, cuya informaci¨®n se descarga diariamente en un ordenador de forma que hay una monitorizaci¨®n constante de las evoluciones de los chavales: no s¨®lo respecto a la carga de trabajo, sino a la capacidad de recuperaci¨®n. "Se nota mucho la mejora en el estado f¨ªsico; el otro d¨ªa un padre nos dio las gracias porque su hijo pod¨ªa atarse solo las zapatillas", explica.

El programa, que naci¨® como una experiencia piloto y ya tiene problemas para incorporar a nuevos pacientes, cuenta con ayuda de la Consejer¨ªa de Sanidad de la Generalitat Valenciana y est¨¢ integrado en la red de Centros de Investigaci¨®n Biom¨¦dica en Red (CIBER), que selecciona el Instituto de Salud Carlos III. El pr¨®ximo paso de sus impulsores, en buena parte por el inter¨¦s de los padres de los pacientes, es incorporar a pacientes adultos.