El testigo insobornable
La huella gen¨¦tica en un cigarrillo, una cuchilla o una s¨¢bana incrimina a los principales acusados
Durante tres a?os, una mujer que viajaba junto a su amiga en uno de los trenes que explotaron el 11-M busc¨® in¨²tilmente el rostro del asesino por las calles de Madrid. Lo cont¨® en el juicio hace unos d¨ªas: "Aquel muchacho se baj¨® del vag¨®n y se dej¨® olvidada la bolsa. Yo le dije a mi amiga: puede ser una bomba... Dos minutos despu¨¦s, hubo una explosi¨®n en otro vag¨®n y nosotras salimos corriendo en direcci¨®n contraria. Fue entonces cuando explot¨® la segunda bomba. Mi amiga muri¨®...". Durante su declaraci¨®n, el p¨²blico que abarrotaba la sala se fue emocionando con la lucha de aquella mujer por mantener en su retina el rostro cada vez m¨¢s borroso del asesino de su amiga, su determinaci¨®n por encontrarlo entre los miles de hombres que se cruzaban con ella por las calles de la ciudad. Ayer, sin embargo, la sala del juicio estaba vac¨ªa. No hubo emoci¨®n ni testimonios desgarradores, pero desde el interior de la habitaci¨®n de cristal blindado los acusados fueron viendo que un testigo que jam¨¢s tuvieron en cuenta los iba acusando con su dedo invisible, acerc¨¢ndolos inexorablemente a la c¨¢rcel.
-Bouchar se afeit¨® en la finca de Morata con una cuchilla Gillette de color azul.
Los peritos expertos en ADN dieron fe ayer ante el juez G¨®mez Berm¨²dez de que Abdelmajid Bouchar -para quien la fiscal Olga S¨¢nchez pide m¨¢s de 38.000 a?os de c¨¢rcel- estuvo sin lugar a dudas en la finca de El Chino. Pero la huella gen¨¦tica no s¨®lo certifica que se afeitara all¨ª. Los polic¨ªas que la tarde del s¨¢bado 3 de abril de 2004 acudieron a la calle Mart¨ªn Gaite de Legan¨¦s en busca de los autores del 11-M se percataron de que un joven atl¨¦tico de aspecto magreb¨ª tiraba una bolsa de basura en un contenedor. El muchacho, al percatarse de la presencia policial, sali¨® huyendo inmediatamente, no sin antes darle el agua a los siete terroristas que quedaban en el piso y que, unas horas despu¨¦s, terminaron suicid¨¢ndose. Un agente de la secreta persigui¨® a Bouchar durante unos metros, pero fue en vano: ni consigui¨® darle alcance ni tampoco verle el rostro. Sin embargo, hab¨ªa un testigo, dispuesto a aguardarlo con la memoria intacta hasta cuando hiciera falta.
El ADN de aquel joven sin nombre hab¨ªa quedado en la bolsa de basura, adherido a un hueso de d¨¢til y a otro de aceituna. Un a?o despu¨¦s, el 23 de junio de 2005, la polic¨ªa serbia detuvo a un joven con un pasaporte iraqu¨ª falso a nombre de Midhat Salah. Se trataba de Bouchar. Tras su extradici¨®n a Espa?a, el presunto terrorista intent¨® negarlo todo. El hueso de d¨¢til lo fue mandando a prisi¨®n.
- Encontramos una colilla de Marlboro en el Golf rojo de Afalah.
Hace fr¨ªo en la sala. El aire acondicionado se reparte entre el escaso p¨²blico presente. Es curioso el contraste con la jornada anterior. La sesi¨®n del lunes se dedic¨® casi en exclusiva a certificar que los fantasmas no existen. Nada contribuy¨® a acercar a los acusados a la condena. Todo lo contrario que ayer. Los peritos hacen hablar a una s¨¢bana bajera, a un cepillo de dientes, a un vaso de pl¨¢stico, a la colilla de un Marlboro abandonada por un fugitivo nervioso en un Golf rojo con destino a Barcelona... El ADN -ese testigo insobornable- va situando a todos los personajes de la tragedia. D¨®nde estuvieron, con qui¨¦n, qu¨¦ coches condujeron, qu¨¦ tipo de gorro tocaba sus cabezas.
-?Ratifican ustedes su informe?
-S¨ª, nos ratificamos.
-Muchas gracias. Pueden marcharse.
Hay peritos cuyas comparecencias duran lo que un suspiro. La jornada, sin fantasmas, es aburrida. Pero las pruebas van cayendo, una tras otra. Sin emoci¨®n, pero sin desmemoria. "Hace tres a?os que miro a la gente buscando ese rostro".
EL AN?LISIS DE LOS PERITOS
Pruebas de ADN incriminan a dos de los procesados por el atentado
Los peritos que hicieron las pruebas de ADN en los restos hallados en los escenarios utilizados por los terroristas confirmaron ayer en juicio que Abdelmajid Bouchar y Basel Galyoun estuvieron en el piso de Legan¨¦s.
Un cambio de declaraci¨®n para exculpar a El Haski
Las pruebas existentes en el sumario contra Hassal el Haski, supuesto autor intelectual de los atentados, fueron diluy¨¦ndose ayer durante la vista tras declarar uno de sus compa?eros.
La bronca de los defensores de los acusados
Los abogados que defienden a los acusados del 11-M reclamaron ayer al Ministerio de Justicia que les pague lo comprometido. Justicia asegur¨® que ya ha cumplido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.