Choque diplom¨¢tico entre Londres y Mosc¨²
La fiscal¨ªa brit¨¢nica acusa a un ex agente del KGB del envenenamiento de Alexandr Litvinenko
Reino Unido y Rusia se enfrentan a un nuevo choque diplom¨¢tico. Las autoridades brit¨¢nicas pedir¨¢n a Mosc¨² la extradici¨®n del ex agente secreto del KGB Andr¨¦i Lugov¨®i por el asesinato de otro antiguo esp¨ªa, Alexandr Litvinenko, que fallecido en noviembre en Londres tras ser envenenado con polonio 210, un is¨®topo radioactivo. El Kremlin respondi¨® que no entregar¨¢ a Lugov¨®i, alegando que la Constituci¨®n rusa lo impide. Lugov¨®i, mientras tanto, se declar¨® inocente y denunci¨® motivaciones pol¨ªticas tras el caso. Las relaciones entre ambos pa¨ªses atraviesan un momento especialmente tenso desde que en abril el magnate Bor¨ªs Berezovski, exiliado en Londres, se declar¨® a favor de un cambio de Gobierno en Mosc¨².
El acusado se declara v¨ªctima de una injusticia y advierte de que no est¨¢ "dispuesto a callar"
Lugov¨®i estuvo con el asesinado pocas horas antes de que empezara a sentirse enfermo
El responsable de la fiscal¨ªa brit¨¢nica identific¨® ayer a Lugov¨®i -en la actualidad un empresario de ¨¦xito- como presunto autor material del asesinato por envenenamiento del disidente Litvinenko. La decisi¨®n de Ken Macdonald, que est¨¢ respaldada por el abogado general de Reino Unido y se basa en las pruebas recabadas por Scotland Yard, abre una crisis diplom¨¢tica entre Londres y Mosc¨² de posibles consecuencias pol¨ªticas y comerciales.
El primer campo de batalla se centrar¨¢ en la solicitud de extradici¨®n de Lugov¨®i. Ken MacDonald, director de la oficina de la fiscal¨ªa, considera que hay "pruebas suficientes para acusar" a Lugov¨®i. ?l y Litvinenko se vieron por ¨²ltima vez el pasado 1 de noviembre en el bar de un c¨¦ntrico hotel de Londres, donde se detectaron fuertes rastros de polonio 210 en una taza de t¨¦ que hab¨ªa consumido el disidente ruso. El 23 del mismo mes, Litvinenko mor¨ªa en un hospital tras una larga agon¨ªa provocada por la ingesti¨®n de esta sustancia radioactiva y despu¨¦s de haber acusado al Gobierno de Vlad¨ªmir Putin de estar detr¨¢s de su envenenamiento.
Lugov¨®i estaba desde entonces en el punto de mira de la investigaci¨®n de Scotland Yard. Clam¨® su inocencia y se declar¨® v¨ªctima de una emboscada, pero las pruebas, seg¨²n la fiscal¨ªa, le identifican como presunto autor material de un "extraordinario crimen". MacDonald tambi¨¦n lleg¨® a la conclusi¨®n de que es de "inter¨¦s p¨²blico" juzgar en Londres al ex guardaespaldas del KGB y actual propietario de una empresa de seguridad.
El Gobierno brit¨¢nico respalda la decisi¨®n, consultada con el fiscal general del Estado, Lord Goldsmith, una vez estudiados los resultados de la investigaci¨®n policial. La ministra de Exteriores, Margaret Beckett, exigi¨® ayer al embajador ruso en Londres la "cooperaci¨®n absoluta" en la resoluci¨®n de los tr¨¢mites por parte de Mosc¨².
La respuesta fue inmediata. Como era de esperar, el Kremlin se ampar¨® en la Constituci¨®n rusa para negarse a extraditar a Lugov¨®i. Marina Gr¨ªdneva, portavoz de la Fiscal¨ªa General, explic¨® que "los ciudadanos rusos que cometen delitos en territorio de pa¨ªses extranjeros pueden ser incriminados, pero s¨®lo en territorio de Rusia". Gr¨ªdneva especific¨® que el Art¨ªculo 61 de la Constituci¨®n no permite entregar a otro pa¨ªs a un ciudadano ruso. El C¨®digo Penal tampoco lo permite. La portavoz agreg¨® que cuando reciban la petici¨®n de extradici¨®n estudiar¨¢n las pruebas.
La muerte de Litvinenko ya enturbi¨® en su d¨ªa las relaciones entre Londres y Mosc¨². Pero no ha sido el ¨²nico motivo de fricci¨®n. El Gobierno de Putin reclama al Ejecutivo de Tony Blair la extradici¨®n del disidente ruso Bor¨ªs Berezovski por su p¨²blica cruzada contra el presidente ruso. Las declaraciones del millonario empresario a The Guardian a favor de una "revoluci¨®n" para propiciar un cambio de Gobierno en Mosc¨² provocaron la ira del Kremlin, que amenaz¨® con entorpecer las negociaciones pol¨ªticas internacionales y cortar las relaciones comerciales entre ambos pa¨ªses. En el entramado de contactos de Berezovski figuran Litvinenko y Lugov¨®i.
Mientras, el ex agente del KGB neg¨® ayer los cargos en su contra. Lugov¨®i asegur¨® que la acusaci¨®n contra ¨¦l "est¨¢ pol¨ªticamente motivada", que no envenen¨® a Litvinenko y que desconf¨ªa de las "supuestas pruebas reunidas por la justicia brit¨¢nica". Lugov¨®i advirti¨® que pr¨®ximamente har¨¢ "declaraciones sensacionales para la opini¨®n p¨²blica de Reino Unido", que permitir¨¢n ver bajo otra luz los hechos y reevaluar "los acontecimientos". Por ¨²ltimo, dijo estar "consternado" y que no est¨¢ "dispuesto a callar". Alexander Goldfarb, amigo de Litvinenko, declar¨® a Reuters que Lugov¨®i es una "bomba andante" para el Kremlin y que su vida corre peligro.
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