"Cuando un m¨¦dico se va de ?frica se pierden 370.000 euros"
Francis Omaswa es un cardi¨®logo ugand¨¦s de 63 a?os que dirige en la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) el programa de personal sanitario desde donde se controla y regula el ¨¦xodo de m¨¦dicos y enfermeros de los pa¨ªses emergentes hacia los desarrollados. Seg¨²n un informe de la OMS, hay 57 pa¨ªses con carencias cr¨®nicas de personal m¨¦dico cualificado, de los cuales 36 se encuentran en ?frica.
Pregunta. ?Cu¨¢l es el estado del ¨¦xodo del personal sanitario?
Respuesta. Durante demasiado tiempo los problemas asociados a esta emigraci¨®n se dejaron de lado. Los pa¨ªses ricos se limitaron a llenar agujeros en sus filas sanitarias, pues les resultaba m¨¢s pr¨¢ctico y barato que formar su propio personal. En los ¨²ltimos a?os, los delegados africanos en la OMS comenzaron a quejarse de ese robo de profesionales y pidieron que se detenga y se revierta.
"Para el Reino Unido s¨®lo el personal que llega ya formado, por ejemplo, desde Ghana, representa un ahorro de 95 millones de euros"
"Hay pa¨ªses [en ?frica] que tienen s¨®lo cuatro ginec¨®logos. Si se van dos, eso representa una p¨¦rdida del 50% de masa profesional"
P. ?Hasta qu¨¦ punto es grave la situaci¨®n?
R. Seg¨²n un informe de 2005, hay un d¨¦ficit de personal sanitario en el mundo de cuatro millones de profesionales, de los que s¨®lo en ?frica falta un mill¨®n. Estados Unidos necesitar¨¢ 800.000 enfermeras y 200.000 doctores en 2020. Nuestra agencia intenta evitar que los profesionales emigren.
P. ?Por qu¨¦ lo hacen?
R. Sus pa¨ªses de origen pagan mal o no pagan y las condiciones de trabajo son muy duras. A menudo, aunque les paguen bien, emigran por la frustraci¨®n que provocan las condiciones de trabajo. Adem¨¢s, los pa¨ªses receptores no forman suficiente personal y el factor demogr¨¢fico es determinante. Los pa¨ªses ricos viven cada vez m¨¢s y pueden pagar los trabajadores que necesitan. Otro problema es que los j¨®venes de los pa¨ªses desarrollados no quieren estudiar carreras tan sacrificadas como la enfermer¨ªa y prefieren otras mejor pagadas.
P. Su agencia habla de "contrataci¨®n ¨¦tica". ?Puede explicarlo?
R. Queremos globalizar el C¨®digo de Pr¨¢cticas de la Commonwealth, que se aplica en 53 pa¨ªses angloparlantes. ?ste dice que se puede contratar personal sanitario, pero siguiendo cauces legales. No se contrata gente que trabaja en los servicios p¨²blicos, sino en el sector privado. No se contrata a los muy j¨®venes y no se va a buscar m¨¦dicos de forma secreta.
P. ?Cu¨¢l es el panorama ideal que le gustar¨ªa ver a la OMS?
R. Que todos los pa¨ªses del mundo sean autosuficientes en sus fuerzas m¨¦dicas y hagan planes sanitarios, de prevenci¨®n y de formaci¨®n a largo plazo. Esto no va a venir ca¨ªdo del cielo, sino que necesita de un enorme esfuerzo concertado.
P. Usted comentaba en un informe lo que llama el "efecto domin¨®". ?A qu¨¦ se refiere?
R. Es simple. Si las enfermeras espa?olas se van a trabajar a Londres, las polacas o ecuatorianas ir¨¢n a Madrid mientras que las inglesas van a ir a Canad¨¢ o los Estados Unidos. La soluci¨®n a este problema es mejorar las condiciones laborales en los pa¨ªses emisores y crear nuevos profesionales en los receptores.
P. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n en Am¨¦rica Latina?
R. All¨ª el caso es menos dram¨¢tico que en ?frica y se focaliza en Am¨¦rica Central, en particular en Hait¨ª, que es un caso muy grave. En ?frica hay 1.640.000 profesionales sanitarios, lo que representa 2,3 por cada mil habitantes, mientras que en Europa son 16.630.000, que representan 18,9 por cada mil habitantes.
P. ?Qu¨¦ representa econ¨®micamente para los pa¨ªses emisores esta sangr¨ªa de profesionales?
R. Seg¨²n un estudio realizado en Kenia, cada m¨¦dico que se va representa una p¨¦rdida para el pa¨ªs de 500.000 d¨®lares (371.700 euros), y un enfermero 200.000 (148.600 euros). Por otra parte, para el Reino Unido s¨®lo el personal que llega ya formado, por ejemplo, desde Ghana, representa un ahorro de 95 millones de euros. S¨ª, esa gente manda dinero a su casa, pero la econom¨ªa de un pa¨ªs no puede vivir de giros postales.
P. En su informe usted afirma que la partida de 12 m¨¦dicos en un a?o de un pa¨ªs africano puede representar una p¨¦rdida de masa profesional del 30%.
R. Hay pa¨ªses que tienen s¨®lo cuatro ginec¨®logos. Si se van dos, eso representa una p¨¦rdida del 50%; una tragedia porque tardaremos a?os en volver a formar otros.
P. ?Hay alg¨²n ejemplo positivo dentro de esta emigraci¨®n?
R. Filipinas hace un trabajo extraordinario. Ese pa¨ªs tiene siete millones de trabajadores emigrados, no s¨®lo sanitarios, de los cuales el 98% ha salido del pa¨ªs gracias a la colaboraci¨®n de agencias del Gobierno que les proveen documentos, contratos, les consiguen un salario justo y les garantizan un trato digno. Todos sus consulados tienen una oficina para defender los derechos de sus trabajadores emigrantes.
P. ?Ha empeorado la situaci¨®n?
R. Quisiera contar una an¨¦cdota. Hace 30 a?os, tras mis estudios de medicina, el Gobierno de mi pa¨ªs me pudo dar un sueldo digno que me permiti¨® comprar un coche, una casa y mantener a una familia. Hoy, los m¨¦dicos que salen de la misma universidad donde estudi¨¦ yo no pueden vivir de su sueldo. Y la raz¨®n es el colapso econ¨®mico de ?frica. Yo quiero decir a los l¨ªderes que no podemos seguir as¨ª. Es hora de cambiar.
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