La herida abierta
El Gobierno concede un ascenso honor¨ªfico a los 62 fallecidos
El Consejo de Ministros concedi¨® ayer un ascenso honor¨ªfico (es decir, sin consecuencia econ¨®mica alguna) a los 62 militares muertos en el accidente del Yak-42. Este mediod¨ªa se celebrar¨¢ un homenaje ante la escultura que recuerda a los militares que han perdido la vida en operaciones de paz, en el madrile?o barrio de Moncloa, ante el Cuartel General del Aire. El pasado 17 de abril se inaugur¨® un monumento en Zaragoza, donde estaban destinados 21 de los fallecidos, y est¨¢ previsto construir otro similar en la base de Castrillo del Val (Burgos). Comunidades y ayuntamientos de procedencia de los militares, salvo Madrid, los han declarado hijos predilectos o adoptivos.
En noviembre de 2005, las familias vivieron la etapa m¨¢s dolorosa de su interminable calvario: tras las exhumaciones ordenadas por la juez, se comprob¨® que 30 cad¨¢veres, todos los que los forenses turcos entregaron sin identificar, fueron identificados err¨®neamente. En nueve casos no se pudo subsanar el error, pues hab¨ªan sido incinerados.
Sin embargo, los objetivos por los que, el 14 de junio de 2003, se cre¨® en Zaragoza la asociaci¨®n de familiares est¨¢n lejos de haberse cumplido. Pacho Gonz¨¢lez Castilla, presidente de la asociaci¨®n, agradeci¨® ayer los ascensos, pero agreg¨® que "el mejor homenaje que se les puede hacer [a los 62 fallecidos] es conocer toda la verdad".
El juzgado civil de Zaragoza ya resolvi¨®, en febrero de 2006, que el vuelo incurri¨® en graves irregularidades y que el Yak-42 nunca debi¨® haber despegado, por lo que conden¨® a las compa?¨ªas implicadas a indemnizar a las familias con casi 10 millones de euros, pendientes de abonar.
En cambio, el proceso est¨¢ encallado en la Audiencia Nacional. La primera juez instructora, Teresa Palacios, se neg¨® a admitir la denuncia de las familias y s¨®lo lo hizo por orden de la Sala de lo Penal.
El nuevo instructor, Fernando Grande-Marlaska, ha sido recusado por la asociaci¨®n, pero con tan poco ¨¦xito que la Audiencia Nacional, el pasado d¨ªa 16, no s¨®lo se neg¨® a cambiar al juez, sino que le impuso 300 euros de multa, por apreciar mala fe en la atribuci¨®n al magistrado de animadversi¨®n hacia la causa de las familias.
La ¨²ltima decisi¨®n de Grande-Marlaska ha sido rechazar como testigos al ex ministro Jos¨¦ Bono y al jefe de los forenses turcos Keramettin Kurt, quien declar¨® a un diario de su pa¨ªs que "un viceministro y dos generales espa?oles" le presionaron en 2003 que ocultara la verdad.
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