Ian Curtis canta desde su tumba
La enigm¨¢tica figura del cantante de Joy Division renace 27 a?os despu¨¦s de su suicidio
Ocurri¨® el 18 de mayo de 1980. Solo en su casa de Manchester, Ian Curtis se enfrent¨® a su angustiosa situaci¨®n. Su esposa, Deborah, insist¨ªa en el divorcio. Vio Stroszek, una tragicomedia de su director favorito, Werner Herzog. Escuch¨® The idiot, un disco introspectivo de su amado Iggy Pop. En alg¨²n momento de la noche se ahorc¨® en la cocina. Ten¨ªa 24 a?os.
Veintisiete a?os despu¨¦s, Ian Curtis sigue, de alguna manera, vivo. Sus canciones mantienen una enorme influencia y una pel¨ªcula sobre su vida, Control, se acaba de presentar en el festival de Cannes dando fuelle a la recuperaci¨®n de su extra?a figura.
Pero volvamos a 1980. El d¨ªa en que muri¨®, sus compa?eros no daban cr¨¦dito. En unos d¨ªas, Joy Division iniciaba una gira por EE UU y el cantante parec¨ªa excitado por la aventura. Sab¨ªan que Ian hab¨ªa intentado suicidarse trag¨¢ndose un pu?ado de medicamentos, pero cre¨ªan que era un gesto para la galer¨ªa. Ingleses al fin y al cabo, en el grupo no se hablaba de sentimientos personales. Adem¨¢s, Joy Division se hab¨ªa situado en la cresta de una ola llamada after punk y la gloria estaba al alcance de la mano.
Sab¨ªan que Ian hab¨ªa intentado suicidarse ingiriendo f¨¢rmacos, pero cre¨ªan que era un gesto para la galer¨ªa
Joy Division viene de las presas obligadas a prostituirse en los campos de concentraci¨®n
El laconismo hab¨ªa sido la regla del cuarteto. Se trataba de mantener el misterio. El nombre, Divisi¨®n del Gozo, estaba tomado de las prisioneras obligadas a prostituirse en los campos de concentraci¨®n. En el grupo anterior, Warsaw
hab¨ªan utilizado im¨¢genes ambiguas: un arrogante tamborilero de las Juventudes Hitlerianas o un soldado alem¨¢n enca?onando a un ni?o jud¨ªo.
A diferencia de otros grupos brit¨¢nicos formados en la m¨²sica afroamericana, Joy Division beb¨ªa en la cultura de la Europa continental. Eran chicos de clase media que se pagaban instrumentos y caprichos con trabajos temporales. Joy Division se beneficiaba de estar en una discogr¨¢fica tolerante, Factory, desarrollada por un periodista de televisi¨®n, Tony Wilson, m¨¢s mecenas que hombre de negocios. Tony se ocup¨® de que tuvieran un elegante dise?ador, Peter Saville, y un productor rupturista, Martin Hannett.
Hannett us¨® a Joy Division como conejillos de Indias. Les someti¨® a bromas crueles, les hizo tocar a bajas temperaturas, les intimidaba para que le dejaran solo en el estudio mientras experimentaba con lo grabado. En vez de reproducir el bofet¨®n sonoro de un grupo punki en un escenario, Hannett aislaba cada elemento musical para su posterior manipulaci¨®n.Era un tratamiento que potenciaba las esquel¨¦ticas canciones de Joy Division. Sol¨ªan tener t¨ªtulos lapidarios: Atmosphere, Isolation, Transmission, Colony, The eternal, Disorder, Decades. Seduc¨ªan por su arquitectura y tambi¨¦n por sugerir visiones de vidas sin esperanza: She's lost control retrataba a una joven v¨ªctima de la epilepsia, de la que cuid¨® Curtis; la dificultad de entenderse con la persona amada impulsaba Love will tear us apart. Curtis estaba enamorado de su mujer, pero ella sab¨ªa de su relaci¨®n con Annik Honor¨¦, una belga que no se conformaba con ser una grupie m¨¢s.
En sus textos, Curtis mezclaba vivencias con el poso de sus lecturas, de Kafka a J. G. Ballard. Practicaba la escritura autom¨¢tica; sobre el escenario parec¨ªa estar pose¨ªdo. Cuando sufri¨® el primer ataque de epilepsia, algunos pensaron que estaba llevando demasiado lejos su personaje esc¨¦nico. Ya era objeto de veneraci¨®n: sus discos ten¨ªan car¨¢cter ic¨®nico y muchas almas sensibles los ten¨ªan como declaraci¨®n de identidad; se bailaban mec¨¢nicamente en discotecas sombr¨ªas.
Ian metabolizaba sus pesadillas y transformaba dolores secretos en arte tenso. Pero la popularidad no proporcionaba alivio para sus miserias. Los m¨¦dicos le atiborraban de barbit¨²ricos. Su sentido del compa?erismo le obligaba a seguir el implacable ritmo de trabajo de la banda. Su muerte le hizo mito: "Iba en serio, no era pose". Traas su muerte, Joy Division tuvo su primer ¨¦xito masivo con el relanzamiento de Love will tear us apart. Los primeros ochenta vieron la vulgarizaci¨®n de sus hallazgos, con el ascenso del tecno-pop. Hasta She's lost control imper¨® en las pistas de baile, en la versi¨®n de Grace Jones.
Fieles a su talante, sus colegas mantuvieron silencio y se negaron a continuar con otro cantante. Peter Hook, Bernard Sumner y Stephen Morris s¨ª a?adieron una teclista, Gillian Gilbert. Se rebautizaron como New Order, otro nombre bajo el cual han funcionado desde 1981. Hacen una m¨²sica hedonista y accesible. A primera vista, nadie dir¨ªa que una vez caminaron por la cuerda floja, siguiendo los pasos de Ian Curtis.
Dos Ian Curtis de celuloide
EL TURBULENTO PODER de Ian Curtis en directo fue fielmente evocado en 24 Hour Party People, vertiginosa pel¨ªcula coral de 2003 que cuenta la ascensi¨®n y ca¨ªda de Factory Records, el sello de Tony Wilson. Tambi¨¦n se retrata all¨ª fugazmente su suicidio, un golpe bajo que parece empujar a sus amigos hacia la locura colectiva que fue el sonido de Manchester.
Llega ahora Control, un largometraje centrado en Curtis y Joy Division. Estrenado en el reciente festival de Cannes, se trata de la obra de un fan total. Anton Corbijn estaba establecido en Holanda como fot¨®grafo de rock. Conmocionado por la m¨²sica del post-punk en general y por Joy Division en particular, se instal¨® en Londres en 1979, donde se convirti¨® en el traductor visual de U2 y Depeche Mode, responsable de austeras portadas y v¨ªdeos memorables; en Espa?a ha trabajado con el cantaor Jos¨¦ Merc¨¦.
Corbijn lo ha arriesgado todo para dirigir Control. Literalmente: ha puesto de su bolsillo la mitad del presupuesto, siete millones de euros, vista la renuencia de los productores a invertir en una pel¨ªcula en blanco y negro. Cuenta con las bendiciones del c¨ªrculo ¨ªntimo: el gui¨®n parte de Touching from a distance, el libro de la viuda, Deborah Curtis. Y New Order se ha ocupado de la m¨²sica cinematogr¨¢fica.
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