A pedales por la ciudad
Uno: supongamos que no somos activistas ecol¨®gicos, militantes de una organizaci¨®n prociclismo ni accionistas de una f¨¢brica de bicicletas. Dos: supongamos que, no obstante, tenemos una bici medio olvidada en casa. Tres: supongamos que estamos hartos de los atascos diarios, del agobio del metro a reventar en hora punta y de los parqu¨ªmetros. Y supongamos, por ¨²ltimo, que una ma?ana decidimos usar la bici en una ciudad, pongamos que hablo de Madrid, para llegar al trabajo. Fin de las suposiciones. A partir de aqu¨ª, todo el mundo sabe que, probablemente, estemos cometiendo un acto, al menos, temerario. Para ir en bicicleta por muchas ciudades espa?olas hay que ser un experto. No es una decisi¨®n que se pueda tomar a la ligera.
Antes hay que empollarse las rutas y los carriles bici que est¨¢n camino de su oficina. Y seguramente comprobar¨¢ que la mayor¨ªa de ellos est¨¢n pensados para que cojamos la bici un fin de semana y nos paseemos por las zonas m¨¢s bonitas de la ciudad y su periferia sin nada de estr¨¦s y tomando el sol. Pero no es eso: queremos sustituir la bici por el coche o por el autob¨²s para llegar m¨¢s r¨¢pido a la oficina, trampeando entre el tr¨¢fico denso para sortear los atascos. Por lo general, los carriles bici no nos van a servir para eso. "Los ayuntamientos est¨¢n empezando a fomentar el uso de la bici en la ciudad, pero en algunos casos se quedan cortos. En Madrid, el anillo verde es fant¨¢stico para el que quiera hacer deporte, pero no le facilita las cosas al que quiera ir a su lugar de trabajo en bicicleta. Otro ejemplo: hace un par de a?os se hizo un camino de bicis en la Casa de Campo. Pero no hay ning¨²n carril que te lleve hasta all¨ª y el metro tiene los horarios restringidos para llevar la bici. ?C¨®mo llegamos a la Casa de Campo con ella", se pregunta Carlos Henrique, de la p¨¢gina web www.ciclismourbano.org.
Llegados a este punto, ?cu¨¢ntos nos hemos cre¨ªdo en serio que alguna vez vamos a tirar de la bici a diario, como hacen muchos habitantes de Amsterdam, para ir a la oficina? Carlos Henrique cree que hace falta tiempo para que se produzca un cambio de mentalidad. "Hay barreras f¨ªsicas, la falta de carril bici es una realidad; pero adem¨¢s hay muchos obst¨¢culos culturales que emergen en forma de excusas varias: 'eres pobre si no tienes coche', 'hace mucho calor', 'hace mucho fr¨ªo', 'llueve', 'llego sudando a la oficina', 'hay muchas cuestas'. En Dinamarca tienen temperaturas bajo cero y lluvia varios meses al a?o, y aun as¨ª la gente usa la bicicleta para sus transportes diarios". Y aunque los ciclistas a contracorriente parecen pocos, son muchos m¨¢s de los que pensamos. Seg¨²n una encuesta de Pedalibre, una organizaci¨®n que promueve el ciclismo en Madrid, al 80% de los entrevistados le gustar¨ªa poder usar la bici m¨¢s a menudo. Aunque no hay datos muy fiables, los miembros de ciclismourbano.org afirman que se estima que en Barcelona 40.000 personas sacan la bici todos los d¨ªas, 22.000 en Valencia y 3.000 en Madrid. Se comunican por Internet a trav¨¦s de cientos de foros y chats en los que se habla de todo. Desde c¨®mo llevar cuatro bicis en un coche hasta en qu¨¦ sem¨¢foro quedar para seguir viaje juntos. En la Red tambi¨¦n se organizan movimientos c¨ªvicos, en la jerga llamados "masa cr¨ªtica". En Espa?a, 27 ciudades celebran estos encuentros espont¨¢neos de ciclistas que desean pedalear juntos y circular por la v¨ªa p¨²blica a su ritmo. Su lema: "No bloqueamos el tr¨¢fico, somos el tr¨¢fico".
Las mejores para ir en bici. En Espa?a, la reina es Barcelona. Otros conocedores a?aden San Sebasti¨¢n y C¨®rdoba. Valencia inaugur¨® hace unas semanas 75 kil¨®metros de carril bici por el centro. En Europa, las mejores son Amsterdam, Copenhague y Munster (Alemania).
?Disfrazado de ciclista? Ir a trabajar en bici y llegar a la oficina impecable parece una utop¨ªa. En los foros de ciclistas urbanitas, muchos confiesan que usan ropa deportiva para el trayecto y al llegar al trabajo se cambian. Pero los militantes de la bicicleta opinan que ya que la bici te hace la vida m¨¢s f¨¢cil, no debe condicionar la forma de vestir y crear un nuevo problema. Para impedirlo, la p¨¢gina web www.cliclismourbano.org da algunas pistas:
01 La bicicleta debe tener guardabarros, cubrecadenas y una parrilla trasera para transportar cosas.
02 La prenda m¨¢s cercana al cuerpo debe ser de algod¨®n o de un material transpirable, tanto en invierno como en verano.
03 Los zapatos de suela de goma resbalan menos sobre el pedal que los de suela de cuero.
04 Cuando las temperaturas son muy bajas conviene usar guantes y calcetines gruesos. La ropa de abrigo no debe limitar la movilidad.
Bici de ciudad. Es in¨²til que tenga 21 velocidades. Los expertos recomiendan tres, cinco o siete. Una mountain bike no es recomendable para andar por la ciudad. Aunque la barra puede ser alta o baja, las bicicletas de barra baja son m¨¢s c¨®modas para subir y bajar de ellas (se agradece cuando se tropieza con un sem¨¢foro en rojo). Conviene que el alumbrado trasero funcione con pilas porque permanecer¨¢ encendido cuando se detenga. El asiento debe ser muy c¨®modo, y el manillar, ajustable. Un timbre puede resultar muy pr¨¢ctico. Una opci¨®n pr¨¢ctica para la ciudad son las bicicletas plegables, que caben en cualquier sitio y se pueden montar en el metro o en el tren. Aunque antes conviene informarse en cada ciudad de las restricciones de estas empresas para el transporte de bicicletas.
Algunas cifras. Holanda tiene m¨¢s bicicletas que residentes. Dispone de 15.000 kil¨®metros de red de carriles para bici. Los holandeses y los daneses son los que m¨¢s la usan para sus movimientos diarios.
Para distancias de hasta cinco kil¨®metros, la bicicleta es el modo de transporte m¨¢s r¨¢pido en los desplazamientos puerta a puerta.
En el mundo, por cada coche se fabrican tres bicicletas.
La velocidad de una bicicleta en un medio urbano oscila entre 12 y 15 kil¨®metros por hora.
P¨²blicas, prestadas o de alquiler
Barcelona ha sido la primera en apostar por el bicing: un servicio de transporte p¨²blico en bicicleta muy popular en Francia y Suecia. Durante 2007, el Ayuntamiento pondr¨¢ 3.000 bicicletas en la calle. El servicio no est¨¢ pensado para que la bici se alquile todo el d¨ªa, sino para que se utilice en trayectos cortos. As¨ª, una misma bicicleta podr¨¢ hacer entre 10 y 15 recorridos diarios diferentes. Se puede comprar un abono semanal (1 euro) o anual (24 euros), que dan derecho a los primeros 30 minutos de uso; a partir de entonces se pagar¨¢n 30 c¨¦ntimos por cada media hora hasta completar dos horas. Las bicicletas estar¨¢n aparcadas cerca de estaciones de metro y de tren. El horario ser¨¢ igual al del metro.
En Madrid, frente a una de las entradas del Retiro funciona By Bike, que alquila bicicletas de paseo, de monta?a, de monta?a infantil y t¨¢ndem. Adem¨¢s podr¨¢ apuntarse a una clase para aprender a montar. Rent a Bike Sevilla alquila bicis plegables para pasearse por la ciudad, y Do You Bike lo hace en Valencia. Los ayuntamientos de Burgos y Albacete han puesto en marcha sistemas de pr¨¦stamos de bicicleta a trav¨¦s de SMS. Informaci¨®n en: www.aytoburgos.es y www.albacete.es.
Sobrevivir a Madrid
La asociaci¨®n Pedalibre (www.pedalibre.org) cree que es posible circular sin peligro por una ciudad como Madrid si se pone en pr¨¢ctica "una conducci¨®n defensiva"; esto es, "prudente y un poco espabilada". No s¨®lo se deben cumplir las normas, sino que adem¨¢s hay que ser capaz de prever las situaciones complicadas. Circular siempre por el centro del carril, a la velocidad adecuada y hacerse respetar. Por carretera, ir siempre por el arc¨¦n. De noche, hacerse ver con luces potentes y reflectantes. Es preferible silbar o cantar que taponarse los o¨ªdos con auriculares que a¨ªslan demasiado del tr¨¢fico. Otras asociaciones ofrecen cursos de circulaci¨®n en bicicleta para ciudad.
Informaci¨®n: www. bacc.info, www.conbici.org/guadaenbici y www.bikespain.info.
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