Viejos m¨¦todos de apropiaci¨®n al amparo del poder local
El historiador Jos¨¦ Antonio Piqueras es catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea en la Universidad Jaume I de Castell¨®n, y profesor de un curso de doctorado sobre caciquismo y clientelismo. Cuando ley¨® en EL PA?S lo sucedido en Vall d'Alba, se sorprendi¨®. No por el m¨¦todo que, seg¨²n ¨¦l, se ha dado intermitentemente en diferentes puntos de Espa?a, sino porque le parec¨ªa rememorar los entresijos de control y enriquecimiento de una ¨¦poca crucial en la historia, la de la Restauraci¨®n. "La primera ley hipotecaria espa?ola es de 1861", explica Piqueras. Esa ley "no obliga a tener bienes registrados, a no ser que haya una venta de por medio". De hecho, en Espa?a ha llegado a haber un 60% de bienes r¨²sticos no registrados.
Para facilitar que se hicieran escrituras, se tendi¨® a una ley de aplicaci¨®n permisiva, aunque se ped¨ªa que los que fueran a figurar como propietarios "al menos estuvieran pagando la contribuci¨®n". "Por supuesto", explica el catedr¨¢tico, "los ayuntamientos tradicionalmente han controlado la tributaci¨®n, y personas con influencia se dedicaron, a trav¨¦s de estas instituciones, a conseguir informaci¨®n tanto de los bienes vacantes como de cu¨¢les de ellos eran susceptibles de ser ocupados". Se pagaba la contribuci¨®n y se utilizaban empleados como testigos de posesi¨®n.
"El momento culminante fue a principios del siglo XX, cuando hubo una gran apropiaci¨®n de tierras p¨²blicas", a?ade. Ahora, el proceso legal tiene puntos parecidos, aunque se obliga a que, una vez se ha dado el acto de reconocimiento de la propiedad en cuesti¨®n, se exponga en el tabl¨®n de anuncios del Ayuntamiento, por si alguien -heredero o similar- tiene algo que decir. Pero, ?cu¨¢ntos vecinos se dedican a husmear en el tabl¨®n de anuncios? "A m¨ª todo esto", dice Piqueras, "me parece apropiaci¨®n al amparo del poder local, como si no hubiera llegado la modernidad a ciertos municipios".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.