Un concejal en libertad provisional

Al mediod¨ªa de ayer Ciempozuelos (18.764 habitantes) era un pueblo fantasma. No hab¨ªa nadie por la calle. Los colegios electorales estaban casi vac¨ªos y los miembros de las mesas no ten¨ªan mucho que hacer. La celebraci¨®n del partido de f¨²tbol entre el Ciempozuelos y el Pinto vaci¨® el municipio de vecinos durante dos horas y los traslad¨® al campo de la localidad. M¨¢xima tensi¨®n: el equipo local se jugaba el ascenso de la Tercera Divisi¨®n a la Segunda B. "Y luego corre Fernando Alonso, as¨ª que hasta por lo menos las cuatro nos vamos a aburrir...", apunt¨® un miembro de una mesa electoral del colegio Ventura Rodr¨ªguez.

Muy a su pesar, el municipio ha sido protagonista en el ¨²ltimo a?o por los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n urban¨ªstica. El alcalde de la localidad por el PSOE, Pedro Torrej¨®n, dimiti¨® tras conocerse su supuesta implicaci¨®n en una trama de corrupci¨®n, cohecho y blanqueo de capitales. Por estos hechos fue a la c¨¢rcel. Sali¨® tras avalar la fianza judicial con siete pisos. Ahora est¨¢ en libertad provisional y, lejos de retirarse, Torrej¨®n ha vuelto a presentarse como candidato a las elecciones con un nuevo partido: Ciudadanos por Ciempozuelos (CPC). Y ha conseguido su objetivo: su partido ha obtenido dos concejales. El resto de ediles qued¨® repartido as¨ª: PP, seis; PSOE, cuatro; IU, tres, y dos para el Partido Independiente de Ciempozuelos (PIC).

De los 17.000 rumanos que viven en Alcal¨¢, s¨®lo 1.300 pidieron ejercer su derecho a voto

El ex regidor socialista se present¨® con Ciudadanos por Ciempozuelos

La figura de Torrej¨®n es controvertida: hay vecinos que respaldan su gesti¨®n durante los ¨²ltimos cuatro a?os y otros que no entienden c¨®mo ha podido presentarse de nuevo a alcalde. Carlos Mart¨ªn, de 69 a?os, vecino "de toda la vida", asegura: "En los pueblos se vota m¨¢s a la persona que a los partidos". El exalcalde y ahora concejal por el CPC lleg¨® al colegio Ventura Rodr¨ªguez poco antes de comer. No era su colegio electoral, pero daba "una vuelta". "Nadie me ha increpado ni he sentido rechazo", asegur¨®. En cambio, a los veintea?eros Carolina, David y Rub¨¦n, no les parece nada bien que Torrej¨®n sea candidato. "Con un proceso judicial abierto no puede presentarse a alcalde. Y tampoco entendemos c¨®mo en Marbella han ido cien a la c¨¢rcel y aqu¨ª, no", afirmaron.

En la otra punta de la regi¨®n, en Alcal¨¢ de Henares (201.380 vecinos), dos inc¨®gnitas estaban en el aire: si el PP manten¨ªa la alcald¨ªa -lo consigui¨®, al renovar la mayor¨ªa absoluta- y el voto de los extranjeros. El 19% de los residentes son inmigrantes. Ayer, los ciudadanos rumanos, polacos o b¨²lgaros, nuevos ciudadanos de la UE, se estrenaron en el voto municipal.

Alcal¨¢ y el voto extranjero

Los principales partidos de Alcal¨¢ han tenido contactos con las principales asociaciones de inmigrantes para atraer el voto for¨¢neo. Con todo, los ciudadanos de la UE deb¨ªan manifestar previamente su voluntad de votar para poder acudir a las urnas. Y son los menos los que han dado ese paso. Por ejemplo, en Alcal¨¢ residen 16.866 rumanos, de los que s¨®lo 1.347 formaban parte del censo electoral. Muchos se mostraban ayer indiferentes con los resultados. Como Juanito Brenge, rumano de 19 a?os y con ocho meses en Alcal¨¢. Sirve mesas en una terraza en la plaza de los Santos Ni?os. "No he votado. No tengo tiempo", justific¨®.

La misma indiferencia reinaba entre los b¨²lgaros. Svetlana, no ha votado porque, seg¨²n dijo, no le hab¨ªa llegado "la carta del Ayuntamiento" que le explicaba lo que ten¨ªa que hacer para solicitar su inclusi¨®n en el censo.

Micaela, rumana de 40 a?os, tampoco vot¨®. Ayer pasaba la tarde en Alcal¨¢, aunque reside en Meco. Ella es economista y empez¨® limpiando casas. A Micaela no le gusta "el poder" que tienen las asociaciones de inmigrantes. "Todo lo que consiguen es para ellos. Si est¨¢s fuera no tienes derecho a nada", se quej¨®.

La polaca Renata no acudi¨® a votar porque era su d¨ªa libre y quer¨ªa descansar. "Quiero volver a mi pa¨ªs y por eso no me importa lo que pase en Espa?a, si me fuese a quedar ser¨ªa otra cosa...", explic¨®, antes de que el marido la interrumpiese con un sonado "?Polytika nas me interesuje!" ["?La pol¨ªtica no nos interesa!"].