Explosivo Trashorras
El ex minero sab¨ªa de las consecuencias del tr¨¢fico de dinamita a pesar de su enfermedad mental
S¨®lo sale de su letargo cuando ella lo mira. El resto del tiempo -y es mucho el tiempo, 41 sesiones con sus ma?anas y sus tardes- permanece en silencio, apoyado sobre s¨ª mismo, sin m¨¢s ocupaci¨®n que la de explorarse las u?as o la nariz. De hecho, es el ¨²nico de los 29 acusados que no se relaciona con los dem¨¢s ocupantes de la habitaci¨®n de cristal blindado. Ni una confidencia, ni una broma. Nada.
Ayer, durante buena parte de la ma?ana, cuatro peritos sentados ante el juez G¨®mez Berm¨²dez trataron de ponerse de acuerdo en si la enfermedad mental que padece -una esquizofrenia paranoide por la que percibe 800 euros de invalidez- puede amortiguar su responsabilidad en el 11-M. Al final de sus respectivas disertaciones, uno de los abogados de la acusaci¨®n, Manuel Murillo, decide ir directo al grano.
-Se?ores peritos, ?ustedes pueden decirme si esta persona, cuando vend¨ªa o supuestamente vend¨ªa cientos de kilos de dinamita y tornillos para la metralla, era conocedora del da?o que pod¨ªa provocar?
-Yo creo -responde uno de ellos- que, habiendo trabajado en la mina, las repercusiones materiales ten¨ªa que conocerlas...
Al juez le interesa la cuesti¨®n. Tanto que se suma al interrogatorio. Les pregunta su opini¨®n a los otros tres peritos. Uno de ellos apostilla: "La capacidad cognitiva de ¨¦l no estaba tan alterada como para no darse cuenta de lo que hac¨ªa".
El aludido ni se inmuta. Lleva toda la ma?ana con los auriculares puestos, bien ajustados a sus orejas. Est¨¢ escuchando la traducci¨®n simult¨¢nea en ¨¢rabe de lo que sobre ¨¦l se est¨¢ diciendo en la sala. G¨®mez Berm¨²dez insiste. Quiere saber si los dos peritos que a¨²n no se han pronunciado coinciden con sus compa?eros. Ambos asienten.
Otro de los abogados acusadores, Gonzalo Boy¨¦, se dirige a uno de los psiquiatras que trataron al acusado, y que comparece en el juicio a petici¨®n de la defensa.
-Usted dijo que ten¨ªa su capacidad volitiva anulada. Pero, ?completamente anulada?
-S¨ª, porque ten¨ªa cuadros psic¨®ticos muy repetidos.
-Entonces, ?estaba siendo manipulado para cometer sus acciones?
El psiquiatra titubea. No es f¨¢cil salir del atolladero. Si dice que s¨ª y exculpa al acusado, las miradas se dirigir¨¢n hacia su ex mujer, quien tambi¨¦n est¨¢ acusada, aunque de delitos menos graves -de ah¨ª que siga el juicio en libertad condicional, desde fuera del cristal blindado-. El psiquiatra responde al fin.
-No, no creo que estuviera influido por otros.
-Entonces -insiste el abogado Boy¨¦-, ?las decisiones las tomaba ¨¦l?
-Posiblemente.
-No hay m¨¢s preguntas.
Y es entonces cuando, curiosamente, Su¨¢rez Trashorras sonr¨ªe. No es por la tierra que le acaba de caer encima -sigue escuchando el juicio en ¨¢rabe-, sino porque ella, su ex mujer, Carmen Toro, se ha vuelto hacia ¨¦l. Le ha mirado. Y le ha sonre¨ªdo. En la escena del juicio, cada uno sigue interpretando su papel.
LA VISTA AL D?A
El tribunal sigue escuchando a los expertos que analizaron el explosivo del 11-M
La vista oral por el atentado de los trenes continuar¨¢ hoy escuchando las explicaciones de los expertos que han elaborado el informe pericial sobre los explosivos utilizados por los terroristas que perpetraron la matanza del 11-M.
DINAMITA CONTAMINADA
Los explosivos requisados en la mina Conchita tienen nitroglicerina
La Guardia Civil se incaut¨® de unos cartuchos de Goma 2 ECO en la mina Conchita tres meses despu¨¦s del atentado. Tras analizarlos, descubri¨® entre sus componentes la nitroglicerina, como ha ocurrido tambi¨¦n ahora.
La dinamita intacta es del tipo Goma 2 ECO
Los peritos admitieron en el juicio ayer que todos los explosivos intactos encontrados en todos los escenarios del 11-M eran Goma 2 ECO.
Trashorras y su juicio sobre el bien y el mal
Un perito concluy¨®: "La capacidad cognitiva de Trashorras [el ex minero que facilit¨® el explosivo] no estaba tan alterada como para no darse cuenta de lo que hac¨ªa".
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