Nadie puede llamarse a enga?o
La opci¨®n por una f¨®rmula electoral mayoritaria o proporcional fue uno de los temas centrales del debate constituyente. Frente a la propuesta de Manuel Fraga de constitucionalizar una f¨®rmula mayoritaria, los partidos de izquierda, PSOE y PCE, defendieron tenazmente una f¨®rmula proporcional, en tanto que UCD pretendi¨® inicialmente que el tema no quedara resuelto en la Constituci¨®n, sino que se dejara la decisi¨®n a la Ley Electoral. Finalmente se alcanz¨® el acuerdo de constitucionalizar la f¨®rmula proporcional tanto para las elecciones para el Congreso de los Diputados como para las Asambleas legislativas de las comunidades aut¨®nomas. Nada se dice en la Constituci¨®n respecto de los ayuntamientos, aunque la Ley Org¨¢nica de R¨¦gimen Electoral General decidir¨ªa que los esca?os se asignaran tambi¨¦n mediante una f¨®rmula proporcional. En todos los niveles de nuestro sistema pol¨ªtico, estatal, auton¨®mico y municipal, hacemos uso de la misma f¨®rmula electoral para la atribuci¨®n de esca?os, esto es, para determinar la forma concreta en que se va a ejercer el poder a partir del voto de los ciudadanos.
Esta f¨®rmula ¨²nicamente ha sido puesta en cuesti¨®n, y ¨²nicamente para las elecciones municipales, por el PSOE en la legislatura de 2000-2004, en la que lleg¨® a presentar una proposici¨®n de reforma de la ley electoral, a fin de que se garantizara que el Alcalde resultar¨ªa inmediatamente del ejercicio del derecho de sufragio por los ciudadanos, sin tener que estar a lo que resultara de los eventuales pactos postelectorales. La mayor¨ªa parlamentaria del PP en dicha legislatura rechaz¨® la propuesta. El PSOE no la llev¨® en su programa electoral en 2004. No se ha vuelto a hablar del tema. Quiere decirse, pues, que la f¨®rmula proporcional es la regla del juego para el reparto del poder en todos los niveles de nuestro sistema pol¨ªtico, regla de juego que ha sido aceptada desde el momento inicial de la transici¨®n y que nadie, excepto el PSOE en la ocasi¨®n indicada, ha puesto seriamente en cuesti¨®n. Es una regla asentada, con base en la cual se han constituido todos los Gobiernos desde 1977.
Nadie puede llamarse a enga?o. Con una f¨®rmula proporcional puede ocurrir que el partido que obtiene mayor n¨²mero de votos no obtenga el mayor n¨²mero de esca?os, ya le ocurri¨® en dos ocasiones al Partido Socialista de Catalu?a (PSC) frente a CiU, o, lo que es m¨¢s frecuente, que la lista m¨¢s votada no tenga suficientemente n¨²mero de esca?os para poder constituir gobierno y dependa de llegar a pactos con otros partidos para poder gobernar. Esto ha ocurrido en todos los niveles de gobierno en m¨²ltiples ocasiones.
Esto es algo que no debe o no deber¨ªa perder de vista la direcci¨®n de ning¨²n partido. Quien no es capaz de entenderse con los dem¨¢s tiene mucha probabilidad de no poder formar gobierno, aunque su lista sea la m¨¢s votada. Y a la inversa. En consecuencia, la primera regla no escrita de todo sistema pol¨ªtico con f¨®rmula proporcional de asignaci¨®n de esca?os deber¨ªa ser la de que es importante no quedarse solo, pues situarse en una posici¨®n en la que ¨²nicamente si se obtiene mayor¨ªa absoluta se va a poder constituir gobierno es incurrir en temeridad.
Y en temeridad es en lo que viene incurriendo la direcci¨®n del PP desde hace mucho tiempo. Creo que la victoria por mayor¨ªa absoluta en 2000 le jug¨® una mala pasada. Si en los a?os anteriores a llegar a la presidencia del Gobierno en 1996 y durante su primera legislatura en el poder tendi¨® puentes y busc¨® acuerdos con otros partidos, desde el a?o 2000 se ha recluido en una soledad, que le est¨¢ dificultando rentabilizar pol¨ªticamente el apoyo electoral que tiene, que es mucho. En sus manos est¨¢ actuar de otra manera. Mientras no lo haga, le pasar¨¢ lo que le est¨¢ pasando. No por culpa de la f¨®rmula electoral, sino por su empecinamiento en no entenderse con nadie. El autismo nunca es bueno y en pol¨ªtica todav¨ªa menos.
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