Viva M¨®naco

Como en el mundo de la f¨®rmula 1, el gran negocio privado de Bernie Ecclestone, es cada vez m¨¢s importante el envoltorio que el contenido del paquete, a nadie parece importarle que, por ejemplo, el GP de Montecarlo sea habitualmente uno de los m¨¢s aburridos de la temporada dada la dificultad que en el circuito urbano tienen los monoplazas para adelantar. En M¨®naco, quien sale primero, si no tiene problemas mec¨¢nicos, gana, pero M¨®naco es, cada vez m¨¢s, el espejo en el que se mira la f¨®rmula 1 para trazar su futuro como m¨¢quina de generar millones.

"Esto es un negocio con mucho glamour, un deporte con muy buena imagen y eso no se puede tocar", suele predicar Ecclestone. "La f¨®rmula 1 es ¨²nica, un deporte que tiene adem¨¢s dimensi¨®n tecnol¨®gica y, otra vez, glamour".

Y m¨¢s glamour que Montecarlo, su casino, su puerto deportivo a reventar de yates de multimillonarios, pocos lugares del mundo pueden ofrecer. Pero s¨ª que hay ciudades dispuestas a emular al Principado y, encima, a poner dinero sobre la mesa. Valencia, que tambi¨¦n tiene puerto deportivo para que atraquen durante la semana del Gran Premio las embarcaciones de los magnates, no ser¨¢ la ¨²nica ciudad que ponga sus calles al servicio de la visi¨®n de Ecclestone. Tambi¨¦n en Singapur, con un recorrido urbano dibujado como el valenciano por el alem¨¢n Herman Tilke, el dise?ador de moda, debutar¨¢ una carrera en 2008. Y en 2010 ser¨¢ Se¨²l, la capital surcoreana, la que se sume a un Mundial de f¨®rmula 1 cada vez m¨¢s alejado de sus ra¨ªces europeas y de su mundo de circuitos cerrados.

Mientras Asia -tambi¨¦n Abu Dabi tendr¨¢ gran premio a partir de 2009, aunque en un circuito espec¨ªfico- gana territorio gracias a su gran progreso econ¨®mico, la vieja Europa sigue perdi¨¦ndolo. El 1 de julio, el aut¨®dromo de Magny Cours, ubicado en una muy poco glamourosa regi¨®n del centro de Francia, junto a la muy provinciana Nevers, acoger¨¢ por ¨²ltima vez el Gran Premio de Francia. Ecclestone no ha tardado en adelantar cu¨¢l ser¨ªa la alternativa ideal: un Gran Premio por las calles de Par¨ªs. "Ah, los Campos El¨ªseos", se relame el brit¨¢nico. "Si me ofrecen Par¨ªs, no dudar¨ªa en firmar un contrato por 99 a?os. Y si no puede ser en la capital, tampoco estar¨ªa mal, por ejemplo, organizarlo en Disneylandia".

Mientras sigue so?ando con el momento en que el ruido de los b¨®lidos metiendo primera para girar en la plaza de la Concordia o, incluso, acelerando para atravesar el t¨²nel de Alma, por ejemplo, se convierta en realidad, Ecclestone se conforma con Valencia y maneja otras ideas espectaculares, como la celebraci¨®n de carreras nocturnas. Australia ya se ha apuntado a la carrera por convertirse en el primer Gran Premio que las organice, pero Malaisia, Singapur e incluso M¨®naco, qu¨¦ lujo, no desde?an la sugesti¨®n.