Pachanga de New Zealand

Estimado Spithill, un aviso que oir¨¢, desgraciadamente, tarde: New Zealand no es Oracle. Conclusi¨®n: Luna Rossa, 0; New Zealand, 1, en la final de la Copa Louis Vuitton de vela.

Italianos y kiwis saltaron ayer al ring para medirse en un combate al mejor de nueve asaltos. Un combate que decidir¨¢ qui¨¦n luchar¨¢ con el suizo Alinghi por la Copa del Am¨¦rica. Luna Rossa sali¨® en plan pachanga, un asalto de tanteo, de amagar y no dar, sin arriesgar. New Zealand sali¨® pensando que un punto siempre es un punto. Entre dudas y precauciones, cuando Luna Rossa quiso entrar en acci¨®n, New Zealand estaba en la ducha con la primera de las cinco victorias.

Estimado Spithill, New Zealand no es Oracle. Por lo visto ayer, sin arriesgar en la presalida ser¨¢ dif¨ªcil que Luna Rossa derrote a los neozelandeses. Ayer la maestr¨ªa del ca?a de la embarcaci¨®n italiana no se vio por ning¨²n lado; quiz¨¢s porque Dean Barker, el patr¨®n kiwi, no es manco; quiz¨¢s porque tal maestr¨ªa, sin su pizca de arrojo, se queda en maniobras predecibles.

Saliendo a la par, los tripulantes del New Zealand se pusieron pronto por delante; pocos metros, pero siempre con el lado bueno del campo de regatas. S¨®lo hubo dos viradas en el primer largo, uno de los m¨¢s apacibles de las eliminatorias para regocijo de New Zealand, que lleg¨® a la primera boya con 12 segundos de ventaja, la diferencia m¨¢s amplia de la regata; pero pensar que tan escasa diferencia durante 90 minutos fuera un suspense permanente, ser¨ªa un error de interpretaci¨®n. New Zealand control¨® en todo momento, con 80 o con 20 metros, pero siempre por delante.

El primer asalto de esta final de desafiantes se pele¨® con las armas de New Zealand, porque Luna Rossa no sac¨® las suyas. Si hoy, estimado Spithill, vuelve a salir en plan pachanga, ap¨²ntese otro KO.