?Un gobierno econ¨®mico para Europa?
Nada m¨¢s tomar posesi¨®n como presidente de Francia, Nicolas Sarkozy comenz¨® una ronda urgente de contactos europeos: se entrevist¨® con Merkel en Alemania, viaj¨® a Bruselas y el jueves visit¨® a Zapatero en Madrid. Tras estos encuentros, dej¨® claro que Francia impulsar¨ªa una pronta resoluci¨®n de la crisis constitucional europea sobre la base de un Tratado simplificado, que no por reducirse deb¨ªa descafeinarse. M¨¢s a¨²n, Sarkozy, hizo expl¨ªcito su apoyo a la creaci¨®n de un gobierno econ¨®mico europeo aprovechando la revisi¨®n de la Constituci¨®n: es decir recuper¨® una vieja ambici¨®n europe¨ªsta para compensar su apuesta por un mini-tratado constitucional.
Lo curioso del asunto es que a estas alturas, tan cerca del crucial Consejo Europeo de junio, nadie tiene muy claro a qu¨¦ se refiere Sarkozy cuando habla de reformas en el sistema de gobernanza econ¨®mica de la UE. As¨ª que intentemos explorar cu¨¢les son las posibilidades reales de reforma a este respecto, y veamos cu¨¢l deber¨ªa ser la postura de Espa?a en este asunto.
D¨¦jenme definir, en primer lugar, cu¨¢l es el objeto de discusi¨®n y posible reforma del que estamos hablando. Desde el Tratado de la Uni¨®n Europea de 1992, la gobernanza econ¨®mica de Europa pas¨® a basarse en tres elementos: una pol¨ªtica monetaria independiente formulada por el Banco Central Europeo (BCE); una pol¨ªtica fiscal formulada por los Estados miembros pero coordinada a trav¨¦s del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC); y un grupo de reformas, coordinadas de forma laxa por la Estrategia de Lisboa.
En los ocho a?os transcurridos desde el lanzamiento del euro en 1999, han surgido diversas cr¨ªticas al funcionamiento de esos tres elementos que han motivado m¨²ltiples propuestas pol¨ªticas y acad¨¦micas de mejora. Por ejemplo, en relaci¨®n con la pol¨ªtica monetaria, se ha criticado que el BCE s¨®lo se haya preocupado de la estabilidad de precios en lugar de tener en cuenta criterios de crecimiento y empleo, como hace la Reserva Federal norteamericana. Asimismo, el PEC ha sido atacado con virulencia por no haber sido capaz de generar la disciplina fiscal y el grado de coordinaci¨®n necesarias para compensar la pol¨ªtica monetaria. Y, finalmente, las reformas del proceso de Lisboa han sido denostadas por su debilidad, descoordinaci¨®n y falta de visibilidad pol¨ªtica.
Ante estas cr¨ªticas, y con la inminente revisi¨®n de la Constituci¨®n a la vista, veo cuatro posibles escenarios para los pr¨®ximos meses.
La primera posibilidad es que no se produzca ninguna alteraci¨®n de los art¨ªculos que hay en la Constituci¨®n sobre esta materia, para no a?adir m¨¢s dificultades a las ya existentes.
La segunda es la de actualizar la Constituci¨®n, incorporando simplemente las reformas del PEC y de la Estrategia de Lisboa aprobadas por el Consejo Europeo en 2005. Al basarse en acuerdos recientes, esta actualizaci¨®n no requerir¨ªa la generaci¨®n de un nuevo consenso y, por tanto, deber¨ªa ser f¨¢cil.
La tercera opci¨®n ser¨ªa la de una reforma parcial del sistema de gobernanza econ¨®mica de la UE, a trav¨¦s de un reforzamiento del papel del Eurogrupo (es decir, de la reuni¨®n de los ministros de Econom¨ªa de los pa¨ªses que forman parte del euro). As¨ª, este ¨®rgano se convertir¨ªa en "el germen de un gobierno econ¨®mico europeo, que coordinar¨ªa las pol¨ªticas econ¨®micas, dialogar¨ªa de igual a igual con el BCE y avanzar¨ªa en la armonizaci¨®n de los impuestos y las pol¨ªticas sociales en Europa", tal y como afirm¨® recientemente Jacques Delors, el ex presidente de la Comisi¨®n Europea y padre intelectual del euro.
La cuarta y ¨²ltima opci¨®n ser¨ªa la m¨¢s ambiciosa. En primer lugar, modificar¨ªa los actuales objetivos del Banco Central Europeo para introducir el crecimiento econ¨®mico y el empleo, junto a la inflaci¨®n. Pero lo m¨¢s importante, es que avanzar¨ªa hacia un aut¨¦ntico gobierno econ¨®mico mediante el mencionado reforzamiento del Eurogrupo y la creaci¨®n de una Autoridad Fiscal Europea. Este gobierno econ¨®mico europeo tendr¨ªa que desarrollar capacidad fiscal propia mediante la introducci¨®n de impuestos europeos, con los que financiar pol¨ªticas europeas de estabilizaci¨®n, cohesi¨®n social, investigaci¨®n, convergencia tecnol¨®gica, energ¨ªa y medio ambiente. Avanzar en este tipo de gobierno europeo resolver¨ªa el d¨¦ficit pol¨ªtico del que se ha acusado al actual dise?o institucional de la moneda ¨²nica. Y har¨ªa realidad una parte de los sue?os de quienes idearon hace treinta a?os la Uni¨®n Monetaria como un paso intermedio hacia la Uni¨®n Pol¨ªtica de Europa.
Si la coyuntura pol¨ªtica actual de la UE hace poco veros¨ªmil este ¨²ltimo escenario de reforma total, creo que tampoco es probable (ni siquiera deseable) que no se aproveche la renovaci¨®n de la Constituci¨®n para realizar alguna mejora en este terreno.
Ante esta perspectiva, Espa?a debe estar preparada para liderar a los pa¨ªses que quieran hacer avances. Es el primer pa¨ªs que aprob¨® la Constituci¨®n Europea en refer¨¦ndum y est¨¢ m¨¢s legitimado que ninguno para promover una actualizaci¨®n y una reforma parcial del texto constitucional en materia de gobernanza econ¨®mica, sin que otros se le adelanten. S¨®lo si Espa?a est¨¢ en el origen de cualquier iniciativa en este ¨¢mbito, podr¨¢ controlarla y beneficiarse pol¨ªticamente de su presentaci¨®n.
Los avances hacia un gobierno econ¨®mico deber¨ªan explicarse como un paso fundamental para la coordinaci¨®n real de las pol¨ªticas econ¨®micas y fiscales en Europa y para el desarrollo de una econom¨ªa europea m¨¢s sostenible, m¨¢s competitiva y con una mayor cohesi¨®n social. ?stos son los objetivos a los que aspiran los ciudadanos europeos. Y que Espa?a apoye la introducci¨®n de instrumentos eficaces para conseguirlos, recolocar¨¢ a nuestro pa¨ªs en el centro del proceso de construcci¨®n europea, donde nos esperan desde hace ya alg¨²n tiempo.
Carlos Mulas-Granados es profesor de Econom¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid, y coautor del Informe del Real Instituto Elcano Superar la crisis constitucional profundizando en la integraci¨®n europea.
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