Una plaga generalizada en todo el mundo
Pa¨ªses ricos y pobres, del norte y del sur, m¨¢s o menos igualitarios. Nadie queda fuera. Ning¨²n pa¨ªs de los 23 estudiados en el informe del Centro Reina Sof¨ªa, en su mayor parte europeos, se libr¨® en 2003 de las muertes por violencia machista salvo Islandia -el para¨ªso del Estado social y de la igualdad-, Malta y la peque?a Andorra.
El estudio indica que las cifras de violencia machista europeas son similares a las de pa¨ªses latinoamericanos como Colombia o El Salvador. Pero, al no haber estad¨ªsticas oficiales en los pa¨ªses de Latinoam¨¦rica, hay quien pone en duda estos datos. Consuelo Abril, de la Comisi¨®n de Investigaci¨®n de los Malos Tratos a Mujeres, asegura que las cifras reales de violencia machista en estos pa¨ªses son "brutales". "No s¨¦ lo que dir¨¢n los Gobiernos, pero las estad¨ªsticas no son fiables. Nosotras, desde nuestra experiencia con ONG y con miembros de la judicatura en Latinoam¨¦rica hemos observado que las tasas de muertas son m¨¢s altas que en Europa. Es un problema tremendo".
Abril se?ala que, en general, hay que extremar las cautelas a la hora de hacer comparaciones entre pa¨ªses. "No me acabo de creer, aunque habr¨ªa que analizar todos los datos, que la tasa de Finlandia casi triplique a la de Espa?a, que ya es impresionante, como estamos viendo esta semana. Lo que s¨ª es cierto es que el problema de las muertas por violencia machista se produce en todos los pa¨ªses europeos, incluso en algunos con una estructura social m¨¢s igualitaria que Espa?a. Por eso es muy importante tomar conciencia de que hay que poner todos los medios para erradicarlo. La ley espa?ola est¨¢ muy bien, pero hay muchas medidas que no est¨¢n en funcionamiento, no hay suficientes juzgados, y hay que ponerse a detectar el problema mucho antes de que la mujer muera".
Nuevas leyes
El estudio del Centro Reina Sof¨ªa informa tambi¨¦n de las leyes existentes para regular la violencia machista. De 117 pa¨ªses estudiados, el 41% tiene normas espec¨ªficas que regulan la violencia familiar o en las relaciones de pareja. El 59% restante, no. Pero una cosa es tener la ley promulgada y otra muy distinta que ¨¦sta funcione en la pr¨¢ctica. Pa¨ªses como Colombia o Guatemala tienen normas con medidas cautelares similares a las espa?olas, como la prohibici¨®n o restricci¨®n temporal de la presencia del agresor en el hogar conyugal, pero despu¨¦s no hay ning¨²n control sobre la puesta en marcha de estas leyes.
Entre 2000 y 2003 se han dictado nuevas leyes en esta materia -en Ruman¨ªa, por ejemplo- y se han aprobado numerosos planes nacionales contra la violencia familiar en pa¨ªses como Nicaragua, Per¨² o Portugal. En ?frica tambi¨¦n est¨¢n empezando a desarrollar proyectos de ley, como Zimbabue, Kenia y Namibia. Se trata, en cualquier caso, de un primer paso jur¨ªdico, necesario pero no suficiente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.