Laberinto vasco-navarro
CASI LA MITAD de las listas de Acci¨®n Nacionalista Vasca (ANV) -123 sobre 256- presentadas a las elecciones del 27-M en el Pa¨ªs Vasco y Navarra pasaron en su d¨ªa el corte de la Ley de Partidos que la fiscal¨ªa general y la abogac¨ªa del Estado hab¨ªan establecido de forma vinculante para su posterior examen por el Supremo y el Constitucional. Mas all¨¢ de los d¨¦biles argumentos jur¨ªdicos utilizados para discriminar entre las candidaturas toleradas y las listas prohibidas de dicho partido, fundado en 1930 pero uncido al brazo pol¨ªtico de ETA a partir de 1978, resulta evidente desde un punto de vista sociol¨®gico que ANV contin¨²a en fraude de ley las actividades tradicionales de Batasuna, la organizaci¨®n disuelta por sentencia del Supremo el 27 de marzo de 2003. El abierto apoyo prestado por los dirigentes de la formaci¨®n ilegalizada a sus sucesores, los actos de violencia dirigidos contra los partidos democr¨¢ticos por las bandas juveniles de la kale borroka durante las semanas de campa?a y el allanamiento de los colegios electorales en aquellas localidades donde las listas de ANV hab¨ªan sido prohibidas deber¨ªan despejar las ¨²ltimas dudas razonables al respecto.
La prohibici¨®n de la lista de ANV para el Parlamento navarro y la autorizaci¨®n en paralelo de la candidatura del mismo partido al Ayuntamiento de Pamplona crean un cortocircuito pol¨ªtico
Entre las listas de ANV impugnadas por la fiscal¨ªa general y el abogado del Estado figuraban las candidaturas de ¨¢mbito institucional al Parlamento navarro (en el Pa¨ªs Vasco no se celebraban el 27-M elecciones auton¨®micas) y a las juntas forales de Vizcaya y de Guip¨²zcoa (en ?lava, las listas toleradas fueron m¨ªnimas), encargadas de elegir a sus diputaciones. En el terreno municipal, las pautas de distribuci¨®n geogr¨¢fica de las listas autorizadas o prohibidas resultaron desconcertantes; aunque impugnadas en Bilbao, San Sebasti¨¢n y Vitoria, fue permitida su presencia legal en Pamplona. La tolerancia de la fiscal¨ªa general y de la abogac¨ªa del Estado se extendi¨® a numerosos ayuntamientos vascos y navarros donde Batasuna hab¨ªa tenido alcaldes antes de su ilegalizaci¨®n en 2003, como Oiartzun, Hernani, Pasaia, Bergara o Mondrag¨®n. La doble decisi¨®n de autorizar la candidatura de ANV para Pamplona y de prohibir su lista para el Parlamento navarro form¨® un cortocircuito pol¨ªtico en favor de Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN).
Con una participaci¨®n de 12 puntos por encima de la media nacional, los resultados electorales del Viejo Reino han creado una situaci¨®n de dif¨ªcil salida. La tronitronante, maliciosa y demag¨®gica campa?a previa al 27-M lanzada por los populares anunci¨® la irreversible entrega de Navarra al Pa¨ªs Vasco si los socialistas arrebataban el Gobierno foral a UPN. Pero la marca navarrista del PP en la comunidad no s¨®lo perdi¨® un esca?o (pas¨® de 23 a 22 diputados), sino tambi¨¦n la mayor¨ªa absoluta parlamentaria a causa del simult¨¢neo retroceso de su aliado Convergencia de Dem¨®cratas de Navarra (CDN), que cay¨® de cuatro a dos diputados. La segunda posici¨®n fue ocupada con 12 esca?os por Nafarroa Bai (NB), una coalici¨®n nacionalista vasca opuesta a la violencia de ETA que incluye en sus filas al PNV, EA, Aralar y Batzarre. Los socialistas del PSN obtuvieron tambi¨¦n 12 diputados, pero con menor n¨²mero de votos; IU cerr¨® la carrera con dos esca?os.
Esa endemoniada correlaci¨®n de fuerzas permite en teor¨ªa a los socialistas participar en diferentes combinaciones de poder. O bien pactar con UPN (entrando en el Gobierno o apoy¨¢ndolo desde fuera), a cambio de recibir las excusas que Zapatero exigi¨® a Rajoy en el Congreso por las injurias recibidas durante la campa?a. O bien formar Gobierno con NB, siempre que la coalici¨®n nacionalista no pida como contraprestaci¨®n el apoyo del PSN para investir alcaldesa de Pamplona a su candidata, necesitada tambi¨¦n de la ayuda de los dos concejales de ANV. Por lo dem¨¢s, la consigna del voto nulo para aquellos municipios donde hubiesen sido prohibidas las candidaturas de ANV permite hacer un c¨¢lculo aproximado del respaldo electoral prestado a los continuadores de Batasuna. En el Pa¨ªs Vasco, las 73.344 papeletas legales a favor de ANV y los 83.392 sufragios nulos suman el 15,68% de los votos emitidos; el porcentaje desciende en Navarra al 8,63% del total.
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