Trasteros a tiempo parcial
En seis a?os Espa?a ha escalado al cuarto puesto europeo en centros para espacios de alquiler
La construcci¨®n de viviendas ya no crece a los ritmos de otros a?os. Y el mercado de oficinas es vol¨¢til. Un negocio vinculado al ladrillo en pleno auge es el de la construcci¨®n y alquiler de trasteros disponibles las 24 horas de una jornada, cualquier d¨ªa del a?o. Hasta ahora este negocio se reduce a las grandes ciudades donde el espacio es m¨¢s disputado. La idea, desarrollada en Estados Unidos hace 50 a?os, obtiene retornos entre el 9% y el 12%.
Un edificio de trasteros cuenta con distintas tipolog¨ªas y las herramientas necesarias para que el cliente desplace y retire sus enseres cuando lo desee
Para los profesionales que no tienen alojamiento fijo, las familias pendientes de una mudanza, las peque?as empresas que cambian de sede o no disponen de espacio suficiente para sus archivos y existencias coyunturales, la posibilidad de alquilar un trastero les resuelve un problema.
Ese nicho de negocio se desarroll¨® en los a?os sesenta en Estados Unidos, donde sus habitantes hacen gala de una movilidad laboral y residencial mucho mayor que la de los europeos. De all¨ª se extendi¨® a Europa, Reino Unido, Francia, Italia. Ahora lo hace por Espa?a, donde la ¨²nica alternativa para guardar trastos era acudir a un guardamuebles y alquilar un contenedor por un plazo determinado, con escasas posibilidades de abrirlo hasta el vencimiento del contrato. En seis a?os, Espa?a se ha colocado en la cuarta posici¨®n europea con 67 centros operativos.
La idea del trastero de alquiler poco tiene que ver con este sistema. Se trata de arrendar un espacio, del volumen que las necesidades lo requieran por un plazo convenido y permanentemente accesible. El edificio que alberga los trasteros cuenta con distintas tipolog¨ªas, as¨ª como las herramientas necesarias para que el cliente desplace, coloque y retire sus enseres en el momento que lo desee, porque ¨¦l es el ¨²nico depositario de las llaves de acceso, como si se tratara de una consigna. En los trasteros pertenecientes a las empresas que integran la Asociaci¨®n Espa?ola de Self-Storage (www.aess.es) cuentan con servicios de seguridad permanentes.
"En Espa?a es un negocio que ha crecido por encima del sector inmobiliario, precisamente por el alto precio que han alcanzado las viviendas", afirma Myriam Rius, directora de Marketing de Bluespace. Con apenas cinco a?os desde su fundaci¨®n, esta compa?¨ªa dispone de m¨¢s de 9.000 trasteros sobre 44.000 metros cuadrados en 11 emplazamientos repartidos entre Madrid, Barcelona y Valencia y 65 personas en plantilla. El salto relevante se produjo hace dos a?os con la entrada en el accionariado del fondo de inversi¨®n brit¨¢nico Pramerica Real Estate Investments Ltd, al inyectar 15 millones de euros para la adquisici¨®n de edificios.
Como muchos negocios innovadores, Bluespace surgi¨® tras un encuentro casual en un acto organizado por la Embajada austriaca en Barcelona de dos emprendedores que hab¨ªan desarrollado la idea por su cuenta al margen de su actividad principal. Alexander Ruckensteiner -consejero delegado- era director general de una empresa de material deportivo austriaco en Espa?a. El franc¨¦s Arnaud Ripert abandon¨® la oficina madrile?a de Boston Consulting Group para convertirse en el director financiero de la compa?¨ªa que crear¨ªan juntos y con la que esperan facturar este a?o 7,5 millones de euros, dos m¨¢s de lo conseguido el a?o pasado. En lo que va de a?o han superado en 60.000 euros sus previsiones.
Con sus 11 establecimientos, Bluespace dobla el negocio de su inmediato competidor -City, perteneciente a una multinacional- que cuenta con 7 edificios, seguidos ya de lejos por Eurotrasteros, BzzzBox, ExtraSpace, GlobalBox, Keepy, LogiSint, Multiespacio, el vasco TKB, Trasteros P¨²blicos..., todos ellos miembros de la asociaci¨®n, que cuentan con s¨®lo uno o dos emplazamientos.
"Hay otras compa?¨ªas que prestan este servicio parcialmente dentro de otros negocios inmobiliarios y que no forman parte de la asociaci¨®n. ?Por qu¨¦ es importante ser miembro? Porque nosotros asumimos un codigo de conducta y una responsabilidad ante nuestros clientes", dice Myriam Rius. Este c¨®digo compromete a las compa?¨ªas de trasteros p¨²blicos a ofrecer a sus clientes "un precio razonable y una actuaci¨®n honesta; unas instalaciones seguras, eficaces y limpias, el cuidado de la salud, el bienestar y la seguridad de los clientes y el personal: mantener unos niveles dignos de calidad de las instalaciones y una regulaci¨®n transparente de la actividad".
M¨¢s intriga y misterio
Como la oferta de "consignas" es muy amplia, los precios var¨ªan en una horquilla que va de los 19 a los 49 euros mensuales el metro cuadrado en funci¨®n de la ubicaci¨®n del trastero, del tiempo de alquiler, y del espacio , que fluct¨²a en torno a los 15 metros c¨²bicos (5,6 metros cuadrados por 2,75 de altura)
La escritora Fietta J. que alquil¨® 17 metros c¨²bicos a un guardamuebles madrile?o para almacenar sus libros ha pagado 98 euros al mes durante tres a?os. Cuando por necesidad tuvo que sacar una silla le advirtieron de que hab¨ªa agotado su ¨²nica oportunidad de abrir el contenedor. Tuvo que modificar el inventario y tachar la silla para volver a sellar el contenedor. No duda que si hubiera conocido la existencia de los trasteros p¨²blicos los hubiera preferido al guardamuebles para sus libros. Con un valor a?adido en su caso: "Tiene mucha m¨¢s intriga un trastero que un guardamuebles, porque en el primero se pueden esconder muertos, venenos, armas... A los guardamuebles s¨®lo vas una vez. No dan pie a la intriga y el misterio que puede encerrar un trastero".
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