"La gran v¨ªctima de tanto exilio fue Espa?a"
El ¨²ltimo libro del historiador Henry Kamen naci¨® de la voluntad de explorar el impacto de la cultura hisp¨¢nica en el mundo. Los datos que fue reuniendo eran reveladores: desde 1492 se produjeron en este pa¨ªs 14 grandes ¨¦xodos, adem¨¢s de numerosas expatriaciones. Observ¨® entonces que gran parte de la cultura que pasa por espa?ola se produjo realmente fuera de Espa?a. As¨ª naci¨® Los desheredados. Espa?a y la huella del exilio, que acaba de publicar Aguilar. Kamen se encuentra estos d¨ªas en Estados Unidos, as¨ª que esta entrevista se tuvo que realizar por correo electr¨®nico.
Pregunta. ?Por qu¨¦ ha elegido el exilio para reconstruir la historia m¨¢s reciente de Espa?a?
Respuesta. Mi tema realmente no es el exilio. Tuve el prop¨®sito de estudiar algo muy diferente, el desarrollo de la cultura hisp¨¢nica dentro del contexto universal, es decir, el impacto de Espa?a en el mundo. Y tuve la sorpresa de descubrir que buena parte de lo que se identifica como fruto de Espa?a en realidad se hizo fuera del pa¨ªs: literatura, m¨²sica, arte. Descubr¨ª adem¨¢s que los autores de esta extraordinaria cultura eran muy a menudo o refugiados o autoexiliados. Esto conlleva la pregunta: ?por qu¨¦ un pa¨ªs se deshace de su flor y nata cultural? As¨ª llegu¨¦ al tema del exilio, pero relacionado siempre con el tema de la cultura.
P. ?Qu¨¦ consecuencias tiene el hecho de que Espa?a se haya consolidado "mediante una pol¨ªtica de exclusi¨®n"?
R. El tema presenta dos aspectos. Por un lado tenemos la tragedia de los gobiernos que cre¨ªan en la necesidad de limpiar el pa¨ªs y llegar as¨ª a consolidar su identidad, cosa que nunca consiguieron porque las expulsiones de hecho minaron los fundamentos de una identidad com¨²n. Por el otro lado, los expatriados muchas veces crearon en el exilio una cultura hisp¨¢nica mucho m¨¢s abierta y rica que la de la Pen¨ªnsula.
P. ?Fue realmente Espa?a un pa¨ªs en el que convivieron tres culturas?
R. La Espa?a medieval era un aut¨¦ntico hogar de muchas culturas y los jud¨ªos y ¨¢rabes ten¨ªan una parte esencial en su formaci¨®n, pero no por eso hemos de distorsionar los hechos. No hubo convivencia pac¨ªfica, ni integraci¨®n. Y la idea de una Espa?a muy cat¨®lica en aquella ¨¦poca es francamente absurda.
P. As¨ª que ese catolicismo que se atribuye a los espa?oles no tiene muchos fundamentos...
R. Personalmente no veo evidencia de que Espa?a fuera un pa¨ªs muy cristiano. Durante todo el Siglo de Oro, los espa?oles ten¨ªan el mismo nivel de religiosidad que otros pa¨ªses europeos, es decir, poca religi¨®n.
P. ?Hasta qu¨¦ punto son espa?olas las grandes obras que se hicieron en el exilio?
R. La pregunta tiene una respuesta bastante sencilla. La cultura que se aprecia universalmente es porque es universal, m¨¢s que nacional. Los escritos de Luis Vives no son espa?oles sino europeos. Es in¨²til reclamar a un exiliado exclusivamente para Espa?a cuando ya pertenece al universo.
P. De los m¨²ltiples exiliados a los que se acerca en su libro, ?hay alguno al que admire de manera especial?
R. Entre los expatriados me ha impresionado mucho la poeta Zenobia Camprub¨ª, mujer de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, por la valent¨ªa de su apoyo a un hombre que no ten¨ªa fuerzas para afrontar la realidad de la vida; y Vicente Blasco Ib¨¢?ez, por la heroicidad de su carrera y su individualismo feroz.
P. De todos los que salieron de Espa?a entre 1492 y 1939 -los jud¨ªos, los musulmanes, los protestantes, los liberales o las ¨¦lites culturales del siglo XX-, ?cu¨¢l de esas expulsiones fue m¨¢s grave para su posterior desarrollo?
R. Tal vez ninguna. La expulsi¨®n m¨¢s grave fue la de los moriscos, porque tuvo un impacto inmediato sobre la econom¨ªa de la costa mediterr¨¢nea. Las otras salidas tuvieron repercusiones m¨ªnimas, y la de 1936-1939, lejos de impactar negativamente en Espa?a, tuvo el beneficio de proyectar la obra de algunos exiliados a un nivel internacional (Juan Ram¨®n Jim¨¦nez).
P. ?C¨®mo se explica que tambi¨¦n terminaran en el exilio algunos grandes representantes del catolicismo, como Ignacio de Loyola?
R. La presi¨®n anticat¨®lica es quiz¨¢s una prueba de la situaci¨®n ambigua del catolicismo. Loyola -un vasco- se sent¨ªa siempre inc¨®modo en Castilla, e hizo toda su obra fuera del pa¨ªs, en Italia. La suya era una reacci¨®n puramente personal. En cambio, la expulsi¨®n de los jesuitas en el siglo XVIII fue un acto tir¨¢nico por parte de un r¨¦gimen progre. Son explicaciones diversas para casos diversos.
P. ?Qu¨¦ importancia tiene la salida, despu¨¦s de la Guerra Civil, de las mayores personalidades culturales al exilio?
R. De hecho, las mayores figuras -como Mara?¨®n- salieron de Espa?a no a causa de Franco sino a causa de la Rep¨²blica y sus aliados (los anarquistas). ?ste es un dato que se olvida muy a menudo. Un resultado fue el empobrecimiento intelectual de la dictadura. En cambio, los emigrados que hicieron el esfuerzo de aprender idiomas, entraron a formar parte de la cultura universal y contribuyeron a la cultura de otros pa¨ªses. Algunos, como el cient¨ªfico y norteamericano Ochoa, hicieron una aportaci¨®n destacada.
P. ?Se puede hablar de una cultura del exilio?
R. Se ha escrito mucho en ingl¨¦s sobre el tema de una "cultura del exilio". Todos los exiliados inteligentes acabaron convirtiendo el exilio en una nueva circunstancia personal, aceptaron un nuevo idioma, y desarrollaron sus carreras dentro de aquel nuevo entorno. Como Jorge Sempr¨²n, hicieron del exilio un nuevo hogar. Los que siguen en el exilio a?orando el pa¨ªs perdido, no crecen art¨ªsticamente y contribuyen poco a la cultura universal.
P. ?Con cu¨¢les de sus hijos expulsados conserva a¨²n Espa?a una deuda pendiente?
R. Creo que no hay deudas pendientes. La gran v¨ªctima de tanto exilio fue Espa?a misma, m¨¢s que los propios exiliados. Los exiliados pudieron buscar otros horizontes, crearse nuevas fronteras, y producir una semblanza cultural que la madre patria no pod¨ªa imaginar. Ellos ganaron, y con ellos la cultura hisp¨¢nica. Espa?a, en cambio, perdi¨®.
Babelia
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