La cumbre del 'copyright' refleja el dif¨ªcil debate abierto en la industria cultural

Dos d¨ªas de debates y pocas conclusiones. Muchas ideas, pero escaso consenso sobre c¨®mo resolver la cuesti¨®n de los derechos de autor en el mundo digital. A un lado, los creadores y las entidades de gesti¨®n, que organizaron la Cumbre del Copyright en Bruselas la semana pasada. Al otro, algunas empresas tecnol¨®gicas, operadoras, fabricantes y proveedores de servicios. En medio, los consumidores, encabezados por la asesora de la Organizaci¨®n Europea BEUC, Cornelia Kutterer, que inst¨® a "abandonar el discurso de la amenaza; a dejar de demonizar el P2P si quieren resolver la pirater¨ªa en Internet".

Por primera vez se reun¨ªan todos los implicados "dispuestos a dialogar", en palabras del compositor

Christian Buhrn, presidente de la confedereci¨®n de sociedades de autores (Cisac) durante la apertura de las jornadas.

Intercambio de archivos y sensibilizaci¨®n del consumidor, diversidad cultural contra globalizaci¨®n homog¨¦nea, la gesti¨®n de derechos o c¨®mo garantizar que todos los implicados en la cadena de valor obtengan beneficios de la distribuci¨®n digital planearon durante las sesiones.

El punto de partida deb¨ªa ser el "respeto a la cultura como necesidad", seg¨²n Jan Figel, representante de la Comisi¨®n Europea. El consejero delegado de British Telecom (BT), Ben Vernaayen, abri¨® el fuego co una advertencia a los titulares de derechos: "Los modelos de negocio que les han sostenido durante m¨¢s de un siglo se terminan. Su industria no ha cambiado en 20, quiz¨¢ 50 a?os. ?Ustedes son una oficina de recaudaci¨®n que manda facturas o son algo m¨¢s?".

Pol¨¦mico canon

Verwaayen rechaz¨® que las operadoras, como BT, deban compensar a los autores porque suministran la infraestructura que facilita el P2P. "No tiene sentido. ?Somos responsables de sus problemas? Los consumidores pagan por el servicio que les damos, no por sus contenidos".

Ni asomo de la "solidaridad" que reclamaba la artista y ex europarlamentaria austriaca Mercedes Scherer, cuando se quejaba de que en cuatro horas de debate "s¨®lo hab¨ªa o¨ªdo hablar de modelos de negocio". De atrapar el dinero que se escapa. De revertir la continua ca¨ªda de ventas de CD gracias a la distribuci¨®n digital de contenidos. Ese futuro "plagado de oportunidades, pero amenazado por un sistema de licencias demasiado r¨ªgido y caro", seg¨²n Susannah Cope, asesora jur¨ªdica de la cadena MTV, rigidez que neg¨® una parte de la audiencia. Un escenario donde se ha "democratizado la distribuci¨®n" y en el que pueden florecer muchos negocios, aunque s¨®lo triunfar¨¢n los que sean "transparentes", asegur¨® Mark Selby, vicepresidente de ventas de Nokia.

El directivo del fabricante de m¨®viles, que rechaz¨® la "inyecci¨®n de dinero a la industria cultural como soluci¨®n del problema a largo plazo", tambi¨¦n pidi¨® que no se pusieran "puertas al campo", en referencia a los sistemas anticopia. "Nokia se ha gastado una fortuna en DRM, pero hoy siguen siendo inoperables entre s¨ª. Si alguien piensa que la tecnolog¨ªa puede ofrecer protecci¨®n total, vive en otro planeta", asegur¨® Selby.

Si unos rechazaban el canon por copia privada (operadoras, fabricantes), los otros (entidades de gesti¨®n) renegaban de las licencias ¨²nicas de distribuci¨®n digital de m¨²sica. La Comisi¨®n Europea recomend¨® en octubre de 2005 una licencia ¨²nica para distribuir m¨²sica por Internet, con el objetivo de romper el monopolio que las gestoras de derechos ejercen en sus pa¨ªses, superar la fragmentaci¨®n territorial y hacer frente a Estados Unidos. Medida que las entidades de gesti¨®n rechazan porque "pone en peligro a las peque?as sociedades de gesti¨®n y rompe el equitativo sistema de redistribuci¨®n existente".

Eduardo Bautista, presidente de la SGAE, incluso la tach¨® de "imprudente y ret¨®rica", a la vez que defend¨ªa la gesti¨®n colectiva de derechos "sin la cual no hay negocio". Una gesti¨®n que "ha sobrevivido a la radio, a la televisi¨®n y tambi¨¦n sobrevivir¨¢ a Internet y a la Comisi¨®n Europea". Bautista habl¨® de Armonia, una ventanilla ¨²nica de venta de licencias impulsada por las sociedades espa?ola, francesa e italiana.

Lawrence Lessig -blanco de la ira de una audiencia que considera a sus licencias Creative Commons una amenaza contra el copyright al mismo nivel que el intercambio de archivos P2P- critic¨® la rigidez de un sistema que "s¨®lo contempla la comercializaci¨®n de las obras". Creative Coomons, dijo Lessig, "da al autor la posibilidad de escoger". Y a?adi¨®: "Si discutimos es porque ustedes creen que el ¨²nico modelo posible es el comercial".

Brett Cottle, del consejo de Cisac y su sparring en el debate,

le recrimin¨® que diera "argumentos contra el copyright, sobre todo en los pa¨ªses en desarrollado", y le pidi¨® que se planteara incorporar sus licencias en el sistema del copyright; propuesta que Lessig no rechaz¨® y que ya debe estar discutiendo en las negociaciones que mantiene con representantes de Cisac.

Al final, el director mexicano, Alfonso Cuar¨®n, elegido el viernes vicepresidente de Cisac, dio la raz¨®n a la representante del consumidor: "perseguir la pirater¨ªa es tan in¨²til como perseguir el terrorismo". Y se mostr¨® partidario de medidas "m¨¢s pragm¨¢ticas" para evitar las descargas ilegales, como "reducir el precio final de las pel¨ªculas y los discos".