Miedo en el cuerpo
La abstenci¨®n ha sido uno de los protagonistas de las ¨²ltimas elecciones municipales, especialmente en las comunidades aut¨®nomas de Catalu?a y Andaluc¨ªa, en donde la izquierda en general y el partido socialista en particular suele obtener buenos resultados. Ello ha conducido a que se haya iniciado una reflexi¨®n en el seno de la izquierda sobre el por qu¨¦ y el c¨®mo de esa abstenci¨®n. Manuel P¨¦rez de Yruela lo ha hecho en las p¨¢ginas de El PA?S esta misma semana y Francesc de Carreras lo ha hecho en La Vanguardia.
La verdad es que en ambas comunidades aut¨®nomas el 27-M ha llovido sobre mojado, ya que la abstenci¨®n hab¨ªa sido la protagonista de los referendos de reforma de los estatutos de autonom¨ªa, reformas que hab¨ªan sido impulsadas b¨¢sicamente, aunque no de manera exclusiva, por los partidos de izquierda, PSOE e IU. Es comprensible, por tanto, que hayan saltado las se?ales de alarma y que surja el interrogante de si se est¨¢ produciendo un cierto cansancio del electorado de izquierda o, lo que es otra manera de verlo, una p¨¦rdida de contacto de la direcci¨®n de los partidos de izquierda con la realidad.
Dentro de unos meses vamos a tener unas elecciones generales y, a lo mejor, esta preocupaci¨®n por la abstenci¨®n desaparece. Pero a lo peor, no. Y lo que ocurra en Catalu?a y Andaluc¨ªa va a ser clave para decidir qu¨¦ partido va a convertirse o no en Gobierno de Espa?a. Mantener el diferencial de participaci¨®n de estas ¨²ltimas elecciones entre unas comunidades, como Madrid y la Comunidad Valenciana, y otras, como Catalu?a y Andaluc¨ªa, en las pr¨®ximas generales, puede conducir al triunfo de la derecha sobre la izquierda espa?ola.
Lo preocupante para la izquierda no es el resultado de estas ¨²ltimas elecciones. En t¨¦rminos de poder municipal y auton¨®mico es obvio que la izquierda ha ganado y la derecha ha perdido. Y en t¨¦rminos absolutos de votos la distancia es tan peque?a que no es significativa. Carles Castro, uno de los mejores analistas electorales de Espa?a, que lleva muchos a?os interpretando resultados electorales en todo tipo de consultas en La Vanguardia, ha publicado esta misma semana un an¨¢lisis comparado de los resultados de las elecciones municipales de 1999, 2003 y 2007 y ha hecho la proyecci¨®n comparada de tales resultados en esca?os en el Congreso de los Diputados, llegando a la conclusi¨®n de que, en todos los casos, se habr¨ªa producido un empate en torno a los 144 esca?os. Nada que ver con lo que ocurrir¨ªa despu¨¦s en las elecciones generales de 2000 y 2004. Nada, conclu¨ªa ¨¦l, con lo que previsiblemente ocurrir¨¢ en 2008. Para que los resultados de las municipales sean un indicador de los de las generales, tienen que ser muy concluyentes. Unos resultados ajustados no son indicadores de nada. La fragmentaci¨®n del cuerpo electoral ¨²nico de unas elecciones generales en miles de cuerpos electorales locales, acompa?ada de la proliferaci¨®n de candidaturas, impide sacar unas conclusiones un¨ªvocas.
Pero esto no quiere decir que a las direcciones de los partidos de izquierda los resultados de las recientes elecciones municipales no les haya tenido que meter el miedo en el cuerpo. El resultado no ha sido malo, pero el indicador de la abstenci¨®n debe hacerles reflexionar, porque en unas elecciones generales no hay margen de error. La abstenci¨®n no ha hecho perder poder municipal en Catalu?a y Andaluc¨ªa, pero puede hacer perder el poder en Espa?a. Y la crisis que se abrir¨ªa en la izquierda espa?ola y en particular en la izquierda socialista, si esto ocurriera, ser¨ªa de proporciones incalculables. Los electores de izquierda catalanes y andaluces han dado un aviso. Han tenido suerte el PSOE e IU que el aviso se lo hayan dado en unas elecciones locales y en unas comunidades en las que dispon¨ªan de tanta ventaja, que no ha tenido graves consecuencias. Pero el aviso est¨¢ dado. En pocos meses sabremos si ha surtido efecto.
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