Del doble poder al 'cogobierno' en la recta final de las elecciones

El pasado jueves, tras la deliberaci¨®n del Tribunal Supremo sobre el recurso de Otegi, al otro lado de la plaza de la Villa de Par¨ªs, en la Audiencia Nacional, se respiraba euforia. De confirmarse la sentencia, se dec¨ªa, todo estar¨ªa preparado para enviar al dirigente de la ilegalizada Batasuna a la c¨¢rcel.

Esa misma tarde, los magistrados encargados de ejecutar la sentencia supieron que, en efecto, el recurso hab¨ªa sido desestimado. Con el fallo, sin esperar la sentencia, la Secci¨®n Tercera de la Audiencia Nacional orden¨® ayer la detenci¨®n y el ingreso en prisi¨®n. Algunos creen que esta acci¨®n ha sido por aquello de que la cabra tira al monte, pero quiz¨¢ tambi¨¦n tenga que ver con lo que ocurri¨® con los miembros de Jarrai, Haika y Segi el 19 de enero. Se conoce p¨²blicamente la sentencia del Tribunal Supremo y los 19 j¨®venes condenados por integraci¨®n en organizaci¨®n terrorista ponen pies en polvorosa durante 16 d¨ªas.

Aunque ahora todas las decisiones judiciales sean atribuidas al mensaje de una presunta contraofensiva del Gobierno, la verdad es que la vista de este asunto fue retrasada por su cuenta por el Tribunal Supremo hasta despu¨¦s de las elecciones del 27-M.

He aqu¨ª la secuencia. El 10 de abril de 2006, la Fiscal¨ªa acusa a Otegi de enaltecer el terrorismo en un homenaje de 2003 al dirigente etarra Argala. La Audiencia Nacional le condena, el 28 de abril, a 15 meses de c¨¢rcel. La Fiscal¨ªa no solicit¨® el ingreso inmediato. Al no ser firme la sentencia, decidi¨® una interpretaci¨®n m¨¢s favorable al reo, cuenta habida, todo hay que decirlo, de sus gestiones en el llamado proceso de paz.

La defensa de Otegi recurre finalmente al Tribunal Supremo, que requiri¨®, en septiembre de 2006, el informe del Ministerio P¨²blico. La Fiscal¨ªa se mantuvo en sus trece a favor de que se confirmara la sentencia de la Audiencia Nacional. Por tanto, antes de la declaraci¨®n del alto el fuego, durante la coexistencia de esa tregua con acciones violentas, y despu¨¦s, tras el atentado de Barajas y la ruptura formal, la Fiscal¨ªa mantuvo la acusaci¨®n. Ser¨¢ la base de la sentencia que elabora el ponente Siro Garc¨ªa.

El env¨ªo de Otegi a prisi¨®n por los magistrados sigue a la decisi¨®n del Gobierno de mandar a De Juana a la c¨¢rcel en lugar de a su casa. Ahora, el Partido Popular solicita m¨¢s medidas del mismo tenor viendo que le resulta dif¨ªcil al Gobierno resistir, al tiempo, a la derecha y a ETA. Durante esta legislatura tuvo lugar una virtual dualidad de poderes, con los conservadores en posiciones fuertes del Poder Judicial. Ahora, el PP aspira a dictar la pol¨ªtica antiterrorista medida por medida. En esta larga recta final hasta las elecciones generales, el PP, pues, quiere el cogobierno. Ni m¨¢s, ni menos.