Paleopol¨ªtica
La modernidad, la posmodernidad, la transmodernidad. ?Y ahora? Se avecina la paleomodernidad. Un futuro cada vez m¨¢s antiguo. Uno de los campos cient¨ªficos m¨¢s apasionantes es el de la paleontolog¨ªa. En el mundo animal, no hay pasado m¨¢s futurista que aquel que estudia la paleozoolog¨ªa. La dinosaurolog¨ªa puede dar lugar todav¨ªa a vistosos descubrimientos, ?pero hemos visto ya tantos dinosaurios! M¨¢s atractiva parece la paleontomolog¨ªa, los extraordinarios insectos del ayer. Con todo, los seres m¨¢s simp¨¢ticos del universo paleontol¨®gico son humanos vivos. Quien encarna la vanguardia de la moda paleo-pop es el paleo freak. Los paleo frikis acuden a paleo shops donde obtener iconos como el de la divina dinosauria Coelophysis Madonna.
Hay en este movimiento paleo-pop una mezcla de ingenuidad e iron¨ªa. Una chaladura cient¨ªfica mucho m¨¢s cuerda que la de los fan¨¢ticos creacionistas que profesan el relato b¨ªblico al pie de la letra y adoctrinan a los ni?os contra el perverso evolucionismo. Un paleo freak siempre preferir¨ªa el impacto de un meteorito a la autodestrucci¨®n humana del planeta. El paleopol¨ªtico y el paleoterrorista, sin embargo, se sentir¨ªan ofendidos por esa competencia de la naturaleza en la producci¨®n de cat¨¢strofes.
No es lo mismo un paleopol¨ªtico que un paleoterrorista, pero suelen ser complementarios. El paleoterrorismo puede ser minoritario pero condiciona la vida de todos. La paleopol¨ªtica lo utiliza, por ejemplo, para empujar a la democracia hacia los lindes de la excepci¨®n. Un ejemplo palmario de paleopol¨ªtica lo tenemos en lo m¨¢s alto del poder mundial. No es un chiste: Bush y Putin se desentienden del calentamiento global, aunque parecen dispuestos a reanudar la guerra fr¨ªa. En cuanto al paleoterrorismo, tenemos el tr¨¢gico privilegio de poder observar un extra?o caso de retroceso en la evoluci¨®n de las especies. El texto en el que ETA anuncia su vuelta a las armas es una declaraci¨®n de ardor guerrero frente a la pol¨ªtica, no porque la pol¨ªtica fracasara sino por el peligro de que triunfara, como ha demostrado Nafarroa Bai. ETA ha vuelto con una antig¨¹edad futurista. En sus ¨²ltimos v¨ªdeos propagand¨ªsticos, los s¨ªmbolos nacionalistas son las armas. ?La verdadera identidad es Euskal Herria o es la guerra?
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