Queridos tatarabuelos
Un peque?o invertebrado con aspecto de oruga aterciopelada y dotado de varias decenas de pies se mueve entre la h¨²meda hojarasca de la selva tropical amaz¨®nica. Su diminuta presencia no hace pensar que sea pariente de los escorpiones, que conviva con jaguares y que hace 150 millones de a?os lo hiciera con dinosaurios, y mucho m¨¢s atr¨¢s, hace casi 600 millones, con los trilobites (el grupo de animales f¨®siles m¨¢s conocido junto a los dinosaurios). No gozan del reconocimiento popular que tienen f¨®siles vivientes como el celacanto o el ornitorrinco, pero estos onic¨®foros o gusanos de terciopelo son, posiblemente, los representantes vivos del reino animal con los antepasados m¨¢s remotos. Son los tatarabuelos de la fauna mundial, cuyos primeros representantes nacieron con la explosi¨®n de vida pluricelular del c¨¢mbrico, sobrevivieron a cinco extinciones masivas que acabaron con la vida de hasta el 90% de las especies y ahora intentan salir ilesos de la crisis que pilota el ser humano.
Las lampreas han mantenido su morfolog¨ªa pr¨¢cticamente inalterada desde hace 360 millones de a?os
Cucarachas y escorpiones ser¨ªan de los pocos seres vivos que sobrevivir¨ªan a un desastre nuclear
El t¨¦rmino de f¨®sil viviente, cuestionado por muchos cient¨ªficos, califica a aquellas especies vivas que guardan un gran parecido con otras identificadas a trav¨¦s de f¨®siles. Eladio Li?¨¢n, jefe del departamento de paleontolog¨ªa de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza y uno de los mayores expertos en invertebrados del c¨¢mbrico, intenta situar la antig¨¹edad de los onic¨®foros: "Hablamos siempre desde el punto de vista estructural y morfol¨®gico; porque no s¨®lo las especies, sino tambi¨¦n todos los g¨¦neros, familias y ¨®rdenes que aparecieron en la Tierra hace 570 millones de a?os ya han desaparecido". Casi ninguno de los hoy considerados f¨®siles vivientes forman parte de especies que habitaron el planeta hace m¨¢s de 11 millones de a?os. "La media de permanencia de una especie en la Tierra es de entre 1 y 11 millones de a?os", afirma Jorge Morales, profesor de investigaci¨®n del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC).
El mar
Los viejos celacantos
01 Uno de los artr¨®podos m¨¢s viejos es la cacerola de las Molucas, tambi¨¦n llamado cangrejo cacerola y cangrejo de herradura. Se mueve entre las costas del golfo de M¨¦xico, y sus parientes m¨¢s cercanos son los ar¨¢cnidos. Una reciente expedici¨®n con investigadores franceses del Museo Nacional de Historia Natural de Par¨ªs y del Instituto de Investigaci¨®n para el Desarrollo sac¨® a la luz otro viejo animal, una gamba, la Neoglyphea neocaledonica, a la que se daba por extinguida desde hace m¨¢s de 50 millones de a?os.
Las aguas marinas guardan en su interior verdaderos tesoros del pasado. El celacanto es el ¨²nico superviviente de los peces ¨®seos de finales del dev¨®nico (350 millones de a?os), aunque la mayor¨ªa de restos f¨®siles pertenecen al carbon¨ªfero (250 millones de a?os). Despert¨® aut¨¦ntica expectaci¨®n cient¨ªfica su descubrimiento como especie viva en 1938, tras ser capturado durante una faena pesquera en la costa oriental del sur de ?frica. Desde entonces, diferentes ejemplares de celacanto se han visto, capturado e investigado en aguas de las islas Comores (?frica oriental) y C¨¦lebes (Indonesia), Kenia, Tanzania, Mozambique y Madagascar. El celacanto presenta, entre otras maravillas evolutivas, dos aletas pectorales y una cola lobulada que le sirven para arrastrarse por el lecho marino.
Vida marina, rareza y reliquia viviente se unen tambi¨¦n en el nautilo. "Es como si estuvi¨¦ramos ante un calamar con concha externa. Son los sobrevivientes de un grupo de moluscos cefal¨®podos entre los que tambi¨¦n se encontraban los extintos ammonites, los protagonistas de la era mesozoica junto a los dinosaurios", explica Jorge Morales. Pero ni estos moluscos ni los grandes reptiles viven en la actualidad.
Peces
Lampreas de 360 millones de a?os
02 Puede que no estemos ante las mismas especies que se codearon con trilobites y dinosaurios, pero s¨ª ante animales en los que el reloj de la evoluci¨®n se detuvo hace mucho tiempo y ahora las muestra como fotocopias casi id¨¦nticas de parientes del pasado. Y para atestiguarlo est¨¢n las lampreas, el f¨®sil viviente m¨¢s antiguo entre los vertebrados. Uno de los ¨²ltimos descubrimientos que aportan detalles sobre esta reliquia zool¨®gica tuvo como protagonistas a cient¨ªficos de las universidades de Witwatersrand (Johanesburgo, Sur¨¢frica) y de Chicago, que dieron con f¨®siles de hace 360 millones de a?os (periodo dev¨®nico) y revelaron que las actuales lampreas han mantenido su estructura morfol¨®gica pr¨¢cticamente inalterada desde entonces. "Son animales muy antiguos y primitivos, con un alto grado de especializaci¨®n en sus h¨¢bitos alimentarios al carecer de mand¨ªbulas o verdaderos dientes, y ni tan siquiera disponer de espinas, aletas u otras extremidades", afirma Michael Coates, profesor asociado del departamento de biolog¨ªa y anatom¨ªa de la Universidad de Chicago. Antiguos son igualmente los dipneos, unas extra?as criaturas que surcan r¨ªos de ?frica, Australia, Suram¨¦rica y Centroam¨¦rica, y que reciben el nombre de peces pulmonados. Utilizan la vejiga natatoria como pulm¨®n, todo un fen¨®meno evolutivo que fue una caracter¨ªstica muy extendida entre algunos peces de eras pasadas, de los que a¨²n hoy aguantan varias familias y g¨¦neros. El pez lagarto o machorra (Atroctosteus tropicus) a?ade a su categor¨ªa de f¨®sil viviente una curiosa anatom¨ªa, propia de los peces del mesozoico (115 millones de a?os), y una caracter¨ªstica menos curiosa, la de estar en peligro de extinci¨®n.
En aguas marinas, junto al celacanto, los que baten r¨¦cords de permanencia en la Tierra son los tiburones. La rapidez con que muchos de ellos adquirieron una temprana perfecci¨®n en su evoluci¨®n ha permitido que determinados escualos naden en los oc¨¦anos desde principios del periodo dev¨®nico con escasos cambios en su morfolog¨ªa.
Anfibios y reptiles
A la sombra de los dinosaurios
03 Entre los reptiles destaca el caso de los cocodrilos, asimilados a periodos en los que compart¨ªan terreno con los grandes saurios, pero con investigaciones y cient¨ªficos que matizan dicha relaci¨®n. ?ngela Delgado Buscalioni, profesora de paleontolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, que trabaja con cocodrilos f¨®siles, precisa: "sus formas actuales han modificado su organizaci¨®n morfol¨®gica sobremanera respecto a sus ancestros. El cr¨¢neo aplastado, la posici¨®n de sus extremidades y su armadura d¨¦rmica son novedades evolutivas. El g¨¦nero Alligator es el ¨²nico que se ha mantenido desde el mioceno [hace 26 millones de a?os]". En el yacimiento de Las Hoyas (serran¨ªa de Cuenca), del cret¨¢cico inferior, "hemos encontrado el grupo hermano de los lagartos actuales, el pariente com¨²n m¨¢s pr¨®ximo", se?ala ?ngela Delgado.
Varanos y tu¨¢taras son algunos de los reptiles vivos que cuentan con antepasados similares en la era mesozoica. El ¨²ltimo es un lagarto gigante de Nueva Zelanda que estuvo a punto de ser exterminado. Algo similar les ocurre a las especies de los arqueobatracios, compuesta por los sapos y ranas m¨¢s antiguos entre los anfibios, casi todas emanadas del cret¨¢cico inferior (120 millones de a?os).
Invertebrados
Los m¨¢s resistentes
04 Esta peque?a representaci¨®n de peces, mam¨ªferos, aves, reptiles y anfibios palidece ante las m¨¢quinas biol¨®gicas casi perfectas y resistentes a todo tipo de cambios y alteraciones ambientales de los invertebrados. Con los onic¨®foros a la cabeza, hay cucarachas, ara?as, escarabajos y avispas con antepasados que frisan los 300 millones de a?os.Vicente Ortu?o, investigador de la Universidad de Alcal¨¢, se?ala que "las dos caracter¨ªsticas esenciales que les han hecho acomodarse a los cambios bruscos del planeta son su reducido tama?o y el tegumento o exoesqueleto que les condujo, finalmente, a la soluci¨®n artr¨®podo". Las despreciadas cucarachas son las grandes supervivientes del planeta junto a otros muchos insectos, ar¨¢cnidos y crust¨¢ceos. Cucarachas y escorpiones ser¨ªan, posiblemente, de los pocos seres vivos que sobrevivir¨ªan a una hecatombe nuclear.
Vicente Ortu?o, junto a miembros del Museo de Historia Natural de Valencia, presentaba hace poco en sociedad a Gollumjapyx smeagol (llamado as¨ª en homenaje al personaje de El se?or de los anillos), un hex¨¢podo dipluro (artr¨®podo de seis patas pr¨®ximo a los insectos) encontrado vivo en una cueva de Castell¨®n. "Pero no es la ¨²nica especie que hemos descubierto en este tipo de ecosistemas", se?ala Ortu?o. "Hay y habr¨¢ m¨¢s, algunas de ellas ¨²nicas en su g¨¦nero y con ejemplares de especies muy pr¨®ximas diseminados por M¨¦xico, Bosnia-Herzegovina e islas del Atl¨¢ntico y del Pac¨ªfico central". Cuando se encuentran ejemplares a ambos lados del Atl¨¢ntico de especies estrechamente emparentadas y en reductos casi inaccesibles se llega a la conclusi¨®n de que compartieron h¨¢bitat cuando en la Tierra se manten¨ªan unidos todos los continentes.
Mam¨ªferos
Pocos, pero muy raros
05 La rareza suele ser un rasgo caracter¨ªstico entre las especies m¨¢s longevas, y el ornitorrinco, el paradigma, por ser un cruce imposible entre ave, reptil y mam¨ªfero. Se le considera dentro de esta ¨²ltima clase, pero tiene pico, pone huevos y sus desplazamientos, acu¨¢ticos y en tierra, se parecen a los de los reptiles. Para Manuel Salesa, paleont¨®logo del Museo Nacional de Ciencias Naturales, "tanto el ornitorrinco como el equidna son los mam¨ªferos actuales m¨¢s parecidos a los que habitaron la era mesozoica [hace entre 225 y 65 millones de a?os], y especies muy cercanas a ellas convivieron con los dinosaurios".
Australia y las islas cercanas de Tasmania y Nueva Guinea acogen a estos dos protomam¨ªferos, que en el caso del equidna tampoco deja indiferente por su apariencia de peque?o oso hormiguero con espinas. S¨®lo ellos dos forman un orden distinto y especial dentro de los mam¨ªferos, el de los monotremas, por ser los ¨²nicos que ponen huevos y tienen cr¨ªas que maman leche en el marsupio de la hembra. S¨ª, tambi¨¦n son marsupiales.
Pocos mam¨ªferos m¨¢s se suman a estas dos antiguallas de la fauna de Ocean¨ªa. Los paleont¨®logos citan con cautela a la zarig¨¹eya, el demonio de Tasmania, el manat¨ª, el dugongo y el ciervo rat¨®n, y siempre acotando su aparici¨®n al periodo terciario (entre 65 y dos millones de a?os), momento en el que emergen los mam¨ªferos y las aves modernas. Entre estas ¨²ltimas s¨®lo llaman la atenci¨®n otro habitante de Nueva Zelanda, el kiwi, y el hoatz¨ªn del Amazonas.
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