La cerveza que se elabora infringiendo las leyes mis¨®ginas de 50 pa¨ªses

?Existe la cerveza feminista? Existe: la elabora la empresa Muschicraft en Viena, en la etiqueta de su botella aparece una vulva y, seg¨²n Sophie Tschannett, su art¨ªfice, en su fabricaci¨®n se quebrantan diferentes leyes mis¨®ginas de pa¨ªses como Rusia, India, Italia o Estados Unidos. El neologismo germ¨¢nico muschicraft (en castellano, poder vaginal) se le ocurri¨® hace cinco a?os a Tschannett, una artista vienesa en la treintena que tambi¨¦n ejerce como trabajadora social, mientras navegaba por el Danubio en una barca a pedales con una amiga. ¡°Me dijo que sus jefes no le hab¨ªan asignado un proyecto importante por el hecho de ser mujer. Estaba muy cabreada y me cont¨® sus planes al respecto. Le solt¨¦: ¡®Creo que son geniales. Y surgen claramente de tu imparable poder vaginal¡±. La nueva palabra dio para unas cuantas pegatinas que la autora estamp¨® por media capital austriaca¡­ Pero ah¨ª se qued¨® la cosa.

Un a?o m¨¢s tarde, su pasi¨®n por la cerveza la llev¨® a investigar sobre el tema. ¡°Pronto me di cuenta de que ese mercado estaba dominado por hombres¡±, recuerda Tschannett. ¡°Todo lo que rodea a esta bebida es masculino y heterosexual: los ejecutivos son hombres, los que la fabrican son hombres y, sobre todo, la publicidad se centra casi exclusivamente en los hombres. Me pregunt¨¦ c¨®mo en el siglo XXI ninguna marca relevante ofrece una cerveza para todos: para mujeres, personas trans o queer y tambi¨¦n para ellos¡±.

As¨ª nac¨ªa Muschicraft (un juego de palabras con craft beer: cerveza artesanal), una pale ale producida con ingredientes locales, con notas de mel¨®n y pomelo y 5,2% de alcohol. Su meta es romper clich¨¦s, como que ellas no beben cerveza o que ellos parecen m¨¢s masculinos cuando lo hacen. Y parte de sus ganancias se destina a proyectos feministas como Autonome ?sterreichische Frauenh?user (asociaci¨®n de refugios aut¨®nomos para mujeres de Austria) o Women for Women (mujeres para mujeres).

En noviembre de 2023, la agencia de comunicaci¨®n alemana HeimatTBWA contact¨® con ella para proponerle una idea que iba un paso m¨¢s all¨¢: ¡°The most illegal beer¡± (la cerveza m¨¢s ilegal), una nueva etiqueta que distribuir¨ªa la peque?a f¨¢brica berlinesa Vagabund. ¡°Fue una combinaci¨®n perfecta, porque nuestra misi¨®n era mostrar que la desigualdad de g¨¦nero todav¨ªa existe¡±, afirma Tschannett. Para elaborarla asegura que se han infringido leyes de 50 pa¨ªses que, entre otras cosas, proh¨ªben al sexo femenino producir alcohol, trabajar en turnos nocturnos, limpiar maquinaria, levantar barriles pesados o conducir camiones. ?Cu¨¢l es la norma m¨¢s absurda que transgrede? ¡°Todas son est¨²pidas, pero si tuviera que elegir, ser¨ªa una de Wyoming, en Estados Unidos. Aunque es poco probable que se aplique, all¨ª no est¨¢ permitido que una mujer que est¨¦ bebiendo se acerque a menos de cinco pies de una barra¡±, revela. ¡°Esta es especialmente rid¨ªcula¡±.

La imagen de marca con forma de vulva no deber¨ªa escandalizar a nadie, pero lo hace. ¡°Muchos la encuentran ofensiva, aunque luego la publicidad de otras compa?¨ªas sea totalmente sexista¡±, se lamenta. El objetivo del logotipo es eliminar el tab¨² respecto a la vulva y distanciarla de su asociaci¨®n con la pornograf¨ªa. ¡°Al fin y al cabo, es una parte natural del cuerpo y no hay por qu¨¦ avergonzarse de ella¡±, remata. ¡°Para cambiar esa relaci¨®n hac¨ªa falta una declaraci¨®n potente e irritante. A veces, sigue siendo necesario provocar para llamar la atenci¨®n sobre ciertos temas. Y ten¨ªa la sensaci¨®n de que, al poner un co?o en la etiqueta, mucha gente iba a enloquecer y le iba a resultar dif¨ªcil afrontarlo¡±. ?Prost! ?Salud!