Cuando ard¨ªa Misisipi
Un notorio miembro del Ku Klux Klan, despu¨¦s de 43 a?os desaparecido, es juzgado por el asesinato de dos negros en 1964
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Cuando fue arrestado por primera vez en noviembre de 1964 y se le pregunt¨® si hab¨ªa cometido los cr¨ªmenes respondi¨® con chuler¨ªa: "S¨ª, pero no voy a admitirlo. As¨ª que van a tener que probarlo". M¨¢s de cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, el fiscal Paige Fitzgerald se dirigi¨® esta semana al jurado y dijo: "Se?oras y se?ores, estamos aqu¨ª para hacer justamente eso", probar que James Seale asesin¨® a sangre fr¨ªa a Henry Dee y Charles Moore, ambos negros de 19 a?os.
Hubo un verano en Estados Unidos en que los negros decidieron dar un paso adelante hartos de la discriminaci¨®n y el racismo. Fue el verano que les cost¨® la vida a Dee y Moore. El mismo verano en que los abogados de los derechos civiles clamaron al cielo al descubrirse la crueldad del doble asesinato. El famoso verano en que el sur de la Am¨¦rica profunda amaneci¨® con cruces quemadas durante la noche c¨®mplice. Eran otros tiempos en Am¨¦rica.
Era mayo de 1964. Un grupo de miembros del Ku Klux Klan secuestraba a Moore y Dee. Entre los secuestradores estaba James Ford Seale, hoy con 71 a?os, que condujo a los dos chavales a un bosque cercano. Seale se encarg¨® de enca?onar a los dos j¨®venes con una escopeta recortada mientras otros encapuchados blancos les romp¨ªan todos los huesos del cuerpo a palos. Moribundos, fueron arrastrados a una granja cercana. All¨ª, Seale les amordaz¨® y les at¨® las manos con cuerdas y los pies con cinturones de cuero. Finalmente, fueron enrollados en pl¨¢sticos y como si fueran ganado cargados en una camioneta.
El Ku Klux Klan los lanz¨® al r¨ªo. Pero antes, un tiro de gracia. Los arrastraron atados con cadenas a un todoterreno porque segu¨ªan respirando. Ten¨ªan vida y hab¨ªa que acabar con ella.
El r¨ªo Misisipi devolv¨ªa dos meses despu¨¦s sus cuerpos putrefactos. El FBI, que por aquel entonces investigaba la desaparici¨®n de tres activistas de los derechos civiles desaparecidos -y que dio lugar a la pel¨ªcula Arde Misisipi- arrest¨® el 6 de noviembre de 1964 a Seale y a otro miembro del Klan, Charles Edwards, que ahora es un testigo clave en el juicio. El FBI entreg¨® el caso a las autoridades locales. Ambos pasaron menos de cinco d¨ªas en prisi¨®n. El fiscal del distrito les liber¨® sin preguntas. En su moci¨®n asegur¨®: "En inter¨¦s de la justicia y para desarrollar ordenadamente todos los hechos del caso, la declaraci¨®n jurada contra James Seale y Charles Edwards se debe desestimar".
Hasta principios de este mes, cuando Seale se sentaba en el banquillo de los acusados en Jackson (Misisipi), acusado de secuestro y conspiraci¨®n. Uno de los ¨²ltimos dinosaurios del Ku Klux Klan enfrentado a la justicia. Hubo un momento en que pens¨® que no se vestir¨ªa nunca del atuendo naranja que cubre a los presos de la penitenciar¨ªa del Estado. Seale hizo creer a todo el mundo que hab¨ªa muerto, nadie se acordaba de ¨¦l. Para nadie era importante la existencia del anciano miembro del KKK. Para nadie excepto para el hermano de una de las personas a las que asesin¨®.
Thomas Moore, 64 a?os, sargento retirado. Nunca ha podido olvidar la cruel muerte de su hermano en Misisipi. Se alej¨® de su Estado natal para olvidar el segregacionista Misisipi en Colorado. Pero a finales de 2005 regres¨® con David Ridgen, un director de cine canadiense que estaba preparando un documental sobre las dos muertes. En Misisipi intercambi¨® recuerdos con un primo lejano. "Qu¨¦ pena que haya muerto Seale", dijo Moore. El primo respondi¨® sin pensarlo: "?Muerto? Qu¨¦ va. Si vive aqu¨ª al lado". La suerte y el anonimato acababan de terminarse para Seale.
Moore comenz¨® una investigaci¨®n exhaustiva. Encontr¨® a Seale, quien ahora se enfrenta a la posibilidad de la pena de muerte. Y teniendo que aceptar la justicia de un juez negro, Henry Wingate. El jurado lo componen ocho blancos y cuatro negros. Uno de los testigos clave es Charles Edwards, al que detuvieron junto a Seale en 1964. Este miembro del Klan ha testificado contra Seale a cambio de inmunidad. Ha sido ¨¦l quien ha dado todos los detalles. Consideraron a los dos chicos miembros de los Panteras Negras. "Me imagino que deb¨ªamos darles un azote", dijo Edwards. La acusaci¨®n le pregunt¨® qu¨¦ pensaba que iba a pasar con los chavales. "Los ¨ªbamos a quitar del medio". "?Puede ser m¨¢s espec¨ªfico?", le dijo el abogado. "Los ¨ªbamos a matar, me imagino".
Seale ha rechazado todos los cargos, desde pertenecer al KKK a raptar, torturar, golpear, atar a un todoterreno y asesinar a los dos chavales. Tantos a?os dado por muerto. Habr¨¢ perdido la memoria.
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