?Por qu¨¦ muri¨® Yanire?
Ni la polic¨ªa ni la familia se explican por qu¨¦ el superejecutivo espa?ol Alberto Izaga mat¨® a golpes a su hija de dos a?os en Londres
Nadie consigue entender qu¨¦ le pas¨® por la cabeza al superejecutivo espa?ol Alberto Izaga cuando el pasado domingo por la ma?ana, en su piso de lujo londinense, la emprendi¨® a golpes y patadas contra su peque?a hija de dos a?os, Yanire, que muri¨® tras dos d¨ªas de agon¨ªa en el hospital Saint Thomas de Londres, muy cerca de la vivienda familiar. "La ¨²nica explicaci¨®n que me cabe en la cabeza es que estaba bajo una terrible presi¨®n por el trabajo y se flip¨®", reflexionaba Rolando Vicente, cu?ado de Izaga, en declaraciones al diario The Sun.
La prensa brit¨¢nica se ha sobrecogido con la tragedia de los Izaga y ha desplegado enviados especiales a Bilbao, de donde es originario Alberto; a Cabo Verde, donde naci¨® su mujer y madre de Yanire, Ligia; y a Connecticut, donde Alberto y Ligia se conocieron en 2002 cuando ambos trabajaban para la compa?¨ªa aseguradora GE y donde residen su madre y su hermano Rolando.
Al infanticida le han aplicado la Ley de Salud Mental y est¨¢ internado en un hospital
El padre, Orlando, de 60 a?os, sigue viviendo en la isla de Fogo, en el archipi¨¦lago portugu¨¦s de Cabo Verde situado al suroeste de las Canarias, frente a las costas de Senegal. "Esto es demasiado para m¨ª. No s¨¦ por qu¨¦ ha pasado. Cre¨ªamos que Alberto era un buen hombre, con buen coraz¨®n", acierta a decir Orlando, que no ha llegado a conocer a su nieta de dos a?os.
Tampoco Ligia, de 35 a?os, consigue comprender lo que le ocurri¨® a su marido. Ella es la ¨²nica testigo. La polic¨ªa cree que Ligia intent¨® evitar la paliza que Alberto le estaba dando a la peque?a. Ahora se encuentra internada en un hospital, incapaz de comer, incapaz de comprender por qu¨¦ su vida se convirti¨® en un drama en un instante. "Est¨¢ terriblemente afectada y apenas ha hablado desde entonces", asegura Rolando.
Todo ocurri¨® a las 8.30 del domingo pasado en el lujoso apartamento de los Izaga en Albert Enbankment, a orillas del r¨ªo T¨¢mesis. Una de las zonas favoritas de los ejecutivos de la City de Londres, entre los puentes de Lambeth y Vauxhall, con privilegiadas vistas al Parlamento brit¨¢nico. Los Izaga viv¨ªan en un moderno complejo de apartamentos llamado Parliament View, en el que el cineasta Woody Allen rod¨® en 2005 la pel¨ªcula Match Point.
Los vecinos oyeron golpes, llantos y gritos y alertaron a la polic¨ªa. Cuando llegaron, la peque?a Yanire yac¨ªa inconsciente, todav¨ªa vestida con el pijama, sangrando por la nariz, la boca y los o¨ªdos. Nunca se recuper¨® del coma. Falleci¨® el martes, cuando los m¨¦dicos desconectaron los aparatos que la manten¨ªan artificialmente con vida.
La polic¨ªa tampoco se explica qu¨¦ ocurri¨®, qu¨¦ es lo que llev¨® a un hombre aparentemente normal, feliz y con una carrera privilegiada a matar a su hija en un arrebato de c¨®lera. Alberto Izaga sigue detenido, internado en un hospital bajo vigilancia continua por temor a que se quite la vida. Le han aplicado la Ley de Salud Mental. La familia ha desmentido las tesis barajadas por la prensa brit¨¢nica de que el ejecutivo bilba¨ªno mont¨® en c¨®lera porque la ni?a irrumpi¨® en la habitaci¨®n del matrimonio cuando compart¨ªan un momento de intimidad. Tambi¨¦n ha desmentido que Alberto atacara a la ni?a obedeciendo a unas voces interiores.
Todo apunta a que Izaga, de 36 a?os, explot¨® por la enorme tensi¨®n profesional que acumulaba desde hac¨ªa meses. Licenciado en Derecho y Econ¨®micas por la Universidad de Deusto, era director para Europa de la compa?¨ªa GE Insurance Solutions cuando ¨¦sta fue absorbida por la aseguradora Swiss Re en 2006. Izaga, cerebro de la operaci¨®n, se convirti¨® en responsable de la rama de productos de Vida y Salud de la aseguradora suiza y en julio pasado entr¨® en el Consejo de Administraci¨®n.
Un puesto muy bien pagado pero con responsabilidades enormes, que le obligaban a tomar cada d¨ªa decisiones de vital importancia y a mantener jornadas laborales maratonianas. Sus amigos de Bilbao, donde estuvo hace apenas unas semanas con la ni?a para asistir a la boda de unos amigos, le han definido como una persona normal. Tampoco ellos se explican lo que ocurri¨® en aquel instante fatal.
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