Jarrones chinos

Felipe Gonz¨¢lez comparaba la inc¨®moda situaci¨®n de los ex presidentes de Gobierno con esos jarrones chinos que nadie sabe d¨®nde colocar y que corren el riesgo de romperse. Tal vez, algo de eso se produzca, esta semana, con algunos candidatos en estas elecciones municipales a la hora de configurar los ayuntamientos y las diputaciones. En el caso del PP de M¨¢laga, su presidente provincial, Joaqu¨ªn Ram¨ªrez, ya ha anunciado que se marcha a la Diputaci¨®n. Era lo pactado con el alcalde, Francisco de la Torre, quien le acept¨® de numero dos en la lista a condici¨®n de que encarrilara su carrera pol¨ªtica fuera del ayuntamiento, en donde, tal y como ocurriera cuatro a?os atr¨¢s, no iba a darle ning¨²n tipo de responsabilidad. Ram¨ªrez, ante un De la Torre m¨¢s fuerte que nunca, desiste de mantener pulsos in¨²tiles y se fija otras metas pol¨ªticas como el Senado. Un salida, pues, limpia y ordenada, sin el m¨¢s m¨ªnimo encontronazo, preservando as¨ª la paz interna en el partido.

Cabe preguntarse si algo similar puede ocurrir en Sevilla, en este caso con el PSOE. El alcaldable, Alfredo S¨¢nchez Monteseir¨ªn, se apresta a alcanzar el pacto de gobierno con IU. Un proceso negociador que ¨¦l se ha empe?ado en dirigir personalmente dejando a un lado a la direcci¨®n del partido, que, aunque tenga voz y voto en esta cuesti¨®n, ha quedado relegada a un mero papel secundario. Una vez cerrado el acuerdo est¨¢ en sus manos, adem¨¢s, el reparto de ¨¢reas de gobierno. Y aqu¨ª se visualizar¨¢, en uno u otro sentido, qui¨¦n ha ganado esta contienda interna que mantiene con su n¨²mero dos, nada m¨¢s y nada menos que el secretario provincial de su partido, Jos¨¦ Antonio Viera quien, en m¨¢s de una ocasi¨®n, ha mostrado ya sus preferencias por asumir la responsabilidad de las pol¨ªticas vinculadas al ¨¢rea metropolitana de Sevilla. A nadie se le escapa que la convivencia de ambos en el mismo ¨¢mbito resulta m¨¢s que dif¨ªcil, por lo que se avecina un importante choque de trenes, si es que alguien no pone remedio antes.

Si Monteseir¨ªn no le concede lo que persigue Viera, la autoridad de ¨¦ste quedara menoscabada, pero si le da lo que pide podr¨ªa consagrarse un alcalde bis, una especie de bicefalia en el Consistorio que, r¨¢pidamente, va a ser aprovechada por la oposici¨®n para debilitar la acci¨®n de gobierno. Lo ¨²ltimo que desear¨ªa Manuel Chaves ser¨ªa, que a las puertas de las elecciones auton¨®micas, se abriera una lucha fratricida en el PSOE de Sevilla, en cuya circunscripci¨®n se obtienen, sistem¨¢ticamente, los mejores resultados.

As¨ª que la mejor salida puede ser tambi¨¦n la diputaci¨®n, cuya presidencia a¨²n no est¨¢ definida por los socialistas. De fondo, persisten las diferencias entre ambos que nunca llegaron a cerrarse y que se agudizaron a ra¨ªz de la sorpresiva llegada de Viera a la secretaria general en plena guerra abierta contra Jos¨¦ Caballos. Monteseir¨ªn nunca digiri¨® bien este paso y menos determinadas incorporaciones a la ejecutiva provincial. En fin, un viejo, absurdo e incompresible conflicto para el gran p¨²blico que puede recobrar fuerzas a menos que entren en raz¨®n unos y otros.