Escopeta
LA INS?LITA inserci¨®n de un poema en una revista cineg¨¦tica japonesa, Compa?ero del cazador, patrocinada por una asociaci¨®n local, depar¨® una inesperada sorpresa a su autor, que hab¨ªa mandado sus versos a un medio tan inadecuado forzado por el requerimiento de un antiguo compa?ero escolar, responsable de dicha publicaci¨®n. Como cab¨ªa esperar en alguien por completo ajeno a este deporte, el poema en cuesti¨®n, titulado 'La escopeta de caza', no s¨®lo era una personal divagaci¨®n que se desmarcaba del contexto de la revista, sino que dejaba entrever la aprensi¨®n del vate por el incomprensible placer de los cazadores de "arrebatar la vida a las criaturas", con lo que su autor, al releerlo impreso, temi¨® recibir la respuesta de alg¨²n lector airado. Pero no fue as¨ª, porque la ¨²nica misiva al respecto que le fue enviada estaba escrita por alguien que simplemente estaba convencido de que ¨¦l era el protagonista que hab¨ªa inspirado el poema y, conmocionado por el hecho, trataba a continuaci¨®n de contarle su vida, pero mediante el singular procedimiento de adjuntarle las tres cartas, que, a su vez, le hab¨ªan remitido las tres mujeres er¨®ticamente m¨¢s decisivas de su existencia: su mujer legal, la que fue su amante y la hija de ¨¦sta, cada una de las cuales all¨ª expon¨ªan su diverso punto de vista sobre su crucial destinatario.
Con lo hasta aqu¨ª sumariamente apuntado, quiz¨¢ no cueste demasiado identificar en el anterior enredo el h¨¢bil arranque de una novela, como as¨ª es, porque se trata del comienzo de La escopeta de caza (Anagrama), del escritor Yasushi Inou¨¦ (1907-1991), cuya traducci¨®n castellana ha merecido varias reediciones. Pues bien, la transcripci¨®n de las tres cartas femeninas, que forman el grueso esencial del relato, adem¨¢s de servir narrativamente para invertir la acci¨®n, puesto que son respectivamente sendos disparos que apuntan al coraz¨®n de quien las recibi¨®, de esta forma convertido en una suerte de "cazador cazado", constituyen una honda meditaci¨®n sobre la frustraci¨®n del amor y, por encima de todo, sobre la humana soledad, todo lo cual no quita un ¨¢pice de inter¨¦s por la absorbente intriga de esta novela que mantiene en vilo al lector.
Al margen de la indiscutible habilidad literaria de Inou¨¦ para urdir una historia de ficci¨®n apasionante a partir de un conjunto de casualidades, lo asombroso es que, en efecto, en los apenas treinta versos del poema sobre el cazador, que est¨¢n reproducidos en el primer cap¨ªtulo de su novela, est¨¢ contenida toda la enjundia existencial de la misma, sobre todo, cuando en ellos se alude a la "extra?a y adusta belleza", que irradia el cuerpo y el alma solitarios de ese hombre de mediana edad, justo en el momento en que ¨¦ste ya no mostraba inter¨¦s por apuntar con su escopeta a ning¨²n ser vivo, o, si se quiere, en el excepcional instante en que s¨®lo era ¨¦l mismo. Se trata, as¨ª, pues, de una manifestaci¨®n del poder de lo po¨¦tico para conjurar la realidad penetrando misteriosamente en el sentido de la vida, que se explaya, de verdad, m¨¢s cuando amamos que cuando somos amados, y m¨¢s, asimismo, cuando somos fr¨¢giles piezas a abatir que cuando acechamos a nuestra presa. ?sta es una excelente lecci¨®n del arte para la cacer¨ªa humana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.